La eficacia de las dosis de refuerzo de la vacuna contra la COVID-19 cayó muy por debajo del 50 por ciento al cabo de cuatro meses contra las subvariantes del virus que causa la COVID-19, según un nuevo estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE. UU.
Las vacunas Moderna y Pfizer proporcionaron solo un 51 % de protección para evitar las visitas al departamento de emergencias, los servicios de atención urgente y las hospitalizaciones relacionadas con el COVID-19 durante el tiempo en que las subvariantes BA.2 y BA.2.12.1, de la variante del virus ómicron, fueron predominantes en Estados Unidos, revelaron los investigadores de los CDC.
Ambas vacunas se administran en series primarias de dos dosis.
Luego de más de 150 días, la eficacia se redujo a solo el 12 por ciento.
Un primer refuerzo aumentó la protección al 56 por ciento, pero la efectividad se redujo al 26 por ciento luego de cuatro meses, según el estudio, que se basó en las cifras de una red de hospitales financiada por los CDC en 10 estados llamada VISION Network.
La subvariante fue predominante entre finales de marzo y mediados de junio.
Pfizer y Moderna no respondieron a las solicitudes de comentarios.
La eficacia fue menor contra BA.2 y BA.2.12.1 que contra BA.1, la cual fue desplazada por BA.2.
Contra BA.1, las vacunas proporcionaron una protección del 44 por ciento contra las visitas médicas relacionadas con COVID-19 inicialmente y del 39 por ciento luego de 150 días. Un primer refuerzo aumentó la protección al 84 por ciento, y la protección apenas disminuyó para los pacientes de 50 años o más luego de cuatro meses. Pero para las personas de 18 a 49 años, la protección descendió drásticamente hasta el 29 % al cabo de 120 días.
Subrayando la disminución de la eficacia contra la enfermedad grave, la mayoría de los pacientes ingresados en los hospitales entre diciembre de 2021 y junio de 2022 habían recibido al menos dos dosis de las vacunas.
Además, el porcentaje de pacientes no vacunados se redujo durante el período posterior, pasando del 41.6 % al 28.6 % (pacientes hospitalizados) y del 41.4 % al 31 % (pacientes del departamento de emergencias y urgencias), según los investigadores.
Los investigadores, algunos de los cuales trabajan para los CDC, teorizaron que la protección—conocida como inmunidad natural—de la que gozan muchas personas no vacunadas por haber contraído COVID-19 podría ser un factor en la disminución de la eficacia de las vacunas, a pesar de que los adultos con infección previa documentada fueron excluidos del estudio.
«Si las personas no vacunadas tuvieran más probabilidades de haber experimentado una infección reciente, y la inmunidad inducida por la infección proporciona cierta protección contra la reinfección, esto podría resultar en una VE más baja observada durante el período BA.2/BA.2.12.1», escribieron. VE significa efectividad de la vacuna.
“Aunque se excluyeron los adultos con una infección previa por SARS-CoV-2 documentada, es probable que las infecciones estén significativamente por debajo de la realidad debido a la falta de pruebas o al aumento de las pruebas en el hogar. Además, aunque el tiempo transcurrido desde la recepción de la segunda o tercera dosis de la vacuna se estratificó por intervalos de tiempo, en promedio el tiempo transcurrido desde la vacunación fue mayor durante el período de BA.2/BA.2.12.1”, agregaron.
El SARS-CoV-2, también conocido como el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), causa el COVID-19.
Los CDC publicaron la investigación en su cuasi-revista, el Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad. La mayoría de los artículos que publica no son revisados por pares y los artículos están diseñados para reflejar la política de los CDC.
Los altos funcionarios estadounidenses están considerando autorizar segundas dosis de refuerzo, o cuartas dosis, para todos los estadounidenses. Actualmente solo están disponibles para los estadounidenses mayores de 50 años.
Un segundo refuerzo aumentó la protección para ese grupo de edad del 32 al 66 por ciento, según el nuevo estudio. Pero a los que recibieron una cuarta dosis solo se les dio seguimiento durante un promedio de 27 días. Otra investigación ha indicado que la protección de una cuarta dosis también disminuye rápidamente.
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