El Dr. Anthony Fauci, miembro del Grupo de Trabajo de la Casa Blanca sobre el Coronavirus, advirtió el 18 de junio que la Liga Nacional de Fútbol Estadounidense (NFL) podría tener que retrasar su temporada debido al virus del PCCh, comúnmente conocido como coronavirus.
Hablando con CNN, Fauci, quien también es director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas (NIAID), dijo que los partidos de fútbol no pueden tener lugar a menos que se tomen una serie de precauciones, como que los jugadores sean «aislados» del resto de la comunidad.
«A menos que los jugadores estén esencialmente en una burbuja —aislados del resto de la comunidad, y sean sometidos a pruebas casi a diario— sería muy difícil ver cómo se puede jugar al fútbol americano este otoño».
«Si hay una segunda ola (de casos), lo cual es ciertamente una posibilidad y que se complicaría por la previsible temporada de gripe, podría no haber fútbol americano este año», añadió.
La NFL ha sostenido que comenzará su temporada regular como estaba previsto el 10 de septiembre, cuando los Kansas City Chiefs reciban a los Houston Texans. Si bien el programa de fuera de temporada se ha llevado a cabo de forma remota, el plan de realizar campamentos de entrenamiento presenciales sigue en pie para fines de julio.
En una llamada a los agentes el lunes, el director médico de la Asociación de Jugadores de la NFL, Thom Mayer, dijo que los jugadores podrían ser examinados aproximadamente cada tres días para detectar la presencia de COVID-19 y aislarlos si dan positivo.
El director médico de la NF, el Dr. Allen Sills, respondió a los comentarios de Fauci en una declaración publicada por NFL.com el 18 de junio, señalando que la NBA, la WNBA y la MLS «planean reanudar el juego en Orlando a fines de este verano en un formato de burbuja».
«El Dr. Fauci identificó los problemas de salud y seguridad más importantes que nosotros y la Asociación de Jugadores de la NFL, junto con nuestros asesores médicos conjuntos, estamos abordando para mitigar el riesgo de salud de los jugadores, entrenadores y otro personal esencial», dijo Sills.
«Estamos desarrollando un programa de pruebas exhaustivo y de resultados rápidos, así como protocolos rigurosos que exigen una responsabilidad compartida por parte de todos los integrantes de nuestro ecosistema futbolístico». Esto se basa en la orientación colectiva de los funcionarios de salud pública, incluyendo el grupo de trabajo de la Casa Blanca, los CDC, los expertos en enfermedades infecciosas y otras ligas deportivas», añadió.
«No se equivoquen, no es una tarea fácil. Haremos los ajustes necesarios para cumplir con el entorno de salud pública mientras nos preparamos para jugar la temporada 2020 como está previsto con mayores protocolos y medidas de seguridad para todos los jugadores, personal y asistentes. Seremos flexibles y adaptables en este entorno para ajustarnos al virus según sea necesario», añadió el oficial médico.
Múltiples jugadores de los Houston Texans y los Dallas Cowboys han dado recientemente positivo en COVID-19, incluyendo al corredor del Pro Bowl Ezekiel Elliott. Sin embargo, se cree que los jugadores no contrajeron el virus en las instalaciones del equipo y ambos equipos siguieron los protocolos de salud adecuados.
Según la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos se han registrado más de 2.1 millones de casos de virus del PCCh que causa la enfermedad COVID-19., de los cuales 118,420 personas han muerto.
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