Filipinas exige a Beijing USD 1 millón por daños de un enfrentamiento en el Mar de China Meridional

Por Aaron Pan
05 de julio de 2024 4:10 PM Actualizado: 05 de julio de 2024 4:10 PM

Filipinas exigió al régimen comunista chino 60 millones de pesos, cerca de 1 millón de dólares, por daños y perjuicios sufridos tras un enfrentamiento del mes pasado en el Mar de China Meridional, según el jefe militar filipino.

El jefe de las Fuerzas Armadas de Filipinas, el general Romeo Brawner Jr., declaró el 4 de julio que la indemnización exigida por Manila es para cubrir costos de las dos embarcaciones de la armada embestidas por lanchas motoras chinas en el enfrentamiento. El general Brawner también pidió a Beijing que devuelva siete fusiles que, según él, fueron incautados por guardacostas chinos durante el enfrentamiento.

Las fuerzas militares filipinas también podrían pedir a China que pague la cirugía prevista para el oficial de la marina que perdió su pulgar derecho durante el conflicto cuando un buque de la marina china embistió su barco, dijo el general Brawner.

El último enfrentamiento entre China y Filipinas se produjo el 17 de junio en aguas disputadas del Mar de China Meridional. Militares filipinos declararon que los guardacostas chinos portaban cuchillos y lanzas, robaron armas de fuego y perforaron deliberadamente embarcaciones filipinas que participaban en una misión de entrega de ayuda humanitaria a su puesto avanzado en el banco de arena Second Thomas Shoal, también conocido con el nombre de Ayungin, en Filipinas, y Ren’ai Jiao, por Beijing.

El banco, que forma parte de las disputadas islas Spratly, ha estado ocupado por un pequeño contingente de la armada filipina a bordo de un buque de guerra varado, que la guardia costera y la armada chinas han vigilado de cerca en un enfrentamiento territorial que dura ya varios años. El régimen chino reclama el Mar de China Meridional prácticamente en su totalidad.

Los comentarios del general Brawner se producen después de que él y otros altos mandos militares se reunieran con el presidente Ferdinand Marcos Jr. en una conferencia a puerta cerrada. Allí discutieron los avances en los esfuerzos de contraataque y los planes actualizados para defender los intereses territoriales filipinos en el Mar de China Meridional. El general añadió que el Sr. Marcos había ordenado a las fuerzas armadas filipinas que tomaran medidas para rebajar la tensión en las aguas en disputa.

El general Brawner advirtió que las fuerzas filipinas «aplicarían el mismo nivel de fuerza» que les permitiera defenderse si se vieran envueltas en otro enfrentamiento con tropas chinas en el banco de arena. «Si se utiliza un cuchillo, por ejemplo, nuestro personal también utilizará un cuchillo, nada más, bajo el concepto de proporcionalidad», declaró en una rueda de prensa el 4 de junio.

El 2 de julio, Manila y Beijing acordaron «restaurar la confianza» para controlar mejor las disputas marítimas durante la novena reunión de su Mecanismo de Consulta Bilateral sobre el Mar de China Meridional.

Filipinas ha reforzado sus lazos con sus vecinos y otros países para contrarrestar la creciente agresividad del régimen chino en la región.

El mes pasado, el ministerio de Asuntos Exteriores de Filipinas anunció que los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa de Japón se reunirán con sus homólogos filipinos en Manila el 8 de julio para tratar «cuestiones bilaterales y de defensa y seguridad que afectan a la región e intercambiar puntos de vista sobre asuntos regionales e internacionales». Japón ya había expresado anteriormente su preocupación por el último enfrentamiento entre China y Filipinas.

«Ensayo general para Taiwán»

Durante un evento en la Fundación Heritage a principios de esta semana, el exasesor adjunto de seguridad nacional de la administración Trump, Matthew Pottinger, declaró que la reciente provocación de Beijing con Filipinas tenía como objetivo desacreditar a Washington y prepararse para una futura invasión de Taiwán.

«Este es un ensayo general para Taiwán», dijo el Sr. Pottinger. «Lo que están haciendo es intentar demostrar que pueden crear una sensación de inutilidad y desacreditar la idea de que Estados Unidos va a ayudar no solo a Filipinas sino, por extensión, a Taiwán».

El Sr. Pottinger también indicó que Estados Unidos necesita trabajar más con Filipinas para contrarrestar las amenazas del régimen chino.

Tras el incidente del mes pasado, Estados Unidos reafirmó sus «férreos compromisos» con Filipinas en virtud del Tratado de Defensa Mutua de 1951, que obliga a ambos países a apoyarse mutuamente en caso de ataque. Washington condenó las «acciones peligrosas e irresponsables de Beijing para impedir que Filipinas ejecute una operación marítima legal en el Mar de China Meridional».

El asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, el secretario de Estado, Antony Blinken, y el secretario de Defensa, Lloyd Austin, también llamaron a sus homólogos filipinos para reafirmar los compromisos de Estados Unidos con Filipinas.

En abril, en la cumbre trilateral Estados Unidos-Japón-Filipinas celebrada en Washington, los líderes de los tres países se opusieron a las acciones agresivas del régimen chino y a su reclamación ilegal de casi todo el mar de China Meridional. Ellos pidieron a Beijing que acatara la sentencia de 2016 de la Corte Permanente de Arbitraje, que declaró que las reclamaciones marítimas del régimen carecen de base jurídica en virtud del derecho internacional.

Los tres líderes también anunciaron que sus guardacostas planean llevar a cabo un ejercicio trilateral en la región Indo-Pacífica el próximo año.

Con información de Reuters y The Associated Press


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