La coordinadora de la frontera suroeste de Estados Unidos para el gobierno de Joe Biden, Roberta Jacobson, dijo el miércoles a los periodistas durante una sesión informativa en la Casa Blanca que las políticas de inmigración «más humanas» de la administración pueden estar impulsando la oleada de migrantes en la frontera sur y alentando a los contrabandistas.
«Las oleadas tienden a responder a la esperanza, y había una esperanza significativa de una política más humana después de cuatro años de demanda reprimida», dijo a los periodistas.
Jacobson, exembajadora de EE.UU, en México, dijo que «la idea de que una política más humana estaría en marcha» bajo Biden, puede haber impulsado un aumento de las personas que decidieron llegar a la frontera sur de manera «irregular». Al mismo tiempo culpó a los contrabandistas de personas por promover la «desinformación» sobre los cambios de la ley e instar a la gente a no escucharlos.
«Nosotros vamos a intentar hacer todo lo posible que podamos hacer en cada lado de esto, en Estados Unidos pero especialmente en Centroamérica y México, para asegurar que tenemos una migración segura, ordenada y legal», añadió.
Tanto el presidente Joe Biden como la vicepresidenta Kamala Harris, durante sus campañas presidenciales, hicieron hincapié en revertir las políticas migratorias de la era Trump y facilitar que las personas que necesitan protección puedan solicitar y obtener asilo en Estados Unidos.
Refiriéndose al mensaje migratorio del expresidente Donald Trump, Jacobson dijo que «creo que es realmente importante entender que no se puede y no se debe decir, en la opinión de este gobierno, que la única manera de enviar un mensaje, ‘No vengan de manera irregular’, es actuar tan cruel como sea posible, separando a los niños de sus padres, devolviendo a la gente a lugares como el campo de migrantes y Matamoros hasta más de dos años a la vez y que esa es la única manera en que puede transmitir su mensaje”.
Además dijo que el equipo de Biden ha estado trabajando para reformar las políticas de inmigración del país desde que llegó a la Casa Blanca. Será «un sistema más humano y eficiente”, añadió, señalando que llevará tiempo.
«Estamos tratando de caminar y masticar chicle al mismo tiempo. Estamos intentando transmitir a todo el mundo en la región que tendremos procesos legales en el futuro (…) Pero al mismo tiempo, no se puede venir por medios irregulares. Es peligroso y la mayoría de la gente será expulsada de Estados Unidos porque esa es la verdad», dijo. «Queremos ser honestos con la gente y por eso estamos intentando enviar ambos mensajes y los contrabandistas solo intentan enviar un mensaje. Así que estamos recurriendo a todos los medios posibles para hacer llegar ese mensaje».
«La frontera no está abierta», dijo Jacobson en español y en inglés.
También indicó que la visión de Biden es arreglar el sistema de Estados Unidos así como atender «las esperanzas y los sueños de estos migrantes en su país de origen».
El gobierno está solicitando 4000 millones de dólares al Congreso para mitigar los retos de la inmigración, centrándose en proporcionar ayuda a los países de origen de los que proceden los migrantes.
Sin embargo, Jacobson admitió que Estados Unidos no tiene una influencia mágica sobre los países del Triángulo Norte para garantizar que la ayuda se utilice para solucionar problemas como «la falta de buen gobierno, las oportunidades económicas y los problemas de seguridad o la violencia».
A su vez afirmó que Biden trabajará para conseguir que los líderes regionales, las organizaciones benéficas y las ONG se comprometan a abordar los problemas locales de corrupción y transparencia antes de que el dinero cambie de manos.
«Nosotros podemos animarles. Podemos ayudarles con recursos, tanto de asistencia técnica como de financiación, pero no podemos hacer esos cambios. Los cambios tienen que venir en los países del Triángulo Norte», dijo.
A su vez confirmó que el gobierno está planeando reiniciar el programa de Menores Centroamericanos, que permite a los menores de El Salvador, Guatemala y Honduras solicitar el asentamiento como refugiados en Estados Unidos desde sus países de origen.
Según múltiples informes, el Departamento de Seguridad Nacional confirmó que el número de niños migrantes en custodia a lo largo de la frontera sur es actualmente más de 3250, más del triple que hace dos semanas. De esos niños, más de 1360 han estado en celdas de detención más de los tres días permitidos por la ley.
En febrero, la Patrulla Fronteriza detuvo a 100,441 personas que cruzaban ilegalmente la frontera sur, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
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