El sexto autobús de inmigrantes ilegales que fueron recogidos a lo largo de la frontera sur de Estados Unidos fue enviado a Washington, D.C., desde Texas, según la oficina del gobernador Greg Abbott.
Unas imágenes mostraron la llegada del autobús con los extranjeros ilegales a la plaza Union Square de D.C. el domingo por la noche, según el medio local WUSA-9.
En un comunicado el domingo, Abbott, un republicano, confirmó que el autobús fue enviado desde Texas a Washington y argumentó que debía hacerse así debido a lo que describió como la mala gestión del gobierno de Biden de los inmigrantes ilegales que llegan desde México.
«El sexto autobús que transporta a un grupo de inmigrantes ilegales a Washington, D.C. desde Texas llegará a la capital de la nación hoy, 17 de abril», dijo el comunicado de Abbott, confirmando que el autobús dejaría a los inmigrantes ilegales en la avenida Delaware y Columbus Circle. «Esta estrategia de transporte en autobús es parte de la respuesta del gobernador Abbott al continuo fracaso del presidente [Joe] Biden para asegurar la frontera».
Un quinto autobús que transportaba inmigrantes ilegales también llegó a Washington el domingo por la mañana, dijo la oficina de Abbott en un comunicado separado.
A principios de este mes, el gobernador de Texas comenzó a enviar autobuses de inmigrantes ilegales a Washington, atrayendo tanto elogios como condenas de diferentes grupos. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, también republicano, ha declarado de forma similar que los inmigrantes ilegales de su estado serán enviados a Delaware, el estado natal del presidente Joe Biden.
La Casa Blanca desestimó previamente la propuesta de Abbott como un «truco publicitario», al mismo tiempo que dijo que carece de autoridad para hacerlo.
«No sé con qué autoridad lo haría el gobernador», dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, a los periodistas a principios de abril. «Creo que está bastante claro que esto es un truco publicitario. Su propia oficina admite que un migrante tendría que ser transportado voluntariamente, y él no puede obligarlos a hacerlo porque, de nuevo, la aplicación de las leyes de inmigración de nuestro país corresponde al gobierno federal, no a un estado».
Por su parte, el candidato demócrata a gobernador Beto O’Rourke, un excongresista que probablemente se enfrente a Abbott a finales de este año en las elecciones estatales, criticó a Abbott.
«Si Abbott se centrara en las soluciones en lugar de en las acrobacias, entonces Texas podría haber hecho un verdadero progreso en el tema durante los últimos siete años», dijo O’Rourke hace varias semanas.
A principios de este mes, el gobierno de Biden anuló el Título 42, una norma de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades que impedía a las personas solicitar asilo si procedían de un país en el que se transmitía una enfermedad contagiosa, concretamente el COVID-19. La norma, que se implementó bajo la Administración Trump, está programada para expirar el 23 de mayo.
Los republicanos y algunos demócratas han pedido a Biden que restablezca la norma, argumentando que al dejarla expirar, llegarán a la frontera sur aún más inmigrantes ilegales que en años anteriores.
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