El gobernador de Texas, Greg Abbott, firmó el 19 de mayo, un proyecto de ley que prohíbe los abortos luego de que se detecte un latido fetal.
“Nuestros creadores nos otorgaron el derecho a la vida. Y, sin embargo, millones de niños pierden su derecho a la vida cada año debido al aborto”, dijo el republicano Abbott, en la ceremonia de firma del proyecto de ley en Austin. La legislación «garantiza que la vida de cada niño por nacer que tenga un latido del corazón se salvará de los estragos del aborto».
La legislación, el Proyecto de Ley 8 del Senado de Texas, se centra en la idea de que el estado nunca derogó las leyes promulgadas antes de la decisión de la Corte Suprema de 1973 a favor de los demandantes en el caso Roe vs. Wade—el cual en esencia dictaminó que el aborto era un derecho constitucional.
Las leyes de Texas prohíben y penalizan el aborto salvo que la vida de la madre esté en peligro.
La nueva legislación establece que un médico no puede realizar o inducir un aborto a menos que ellos hayan determinado si el niño por nacer tiene un latido cardíaco fetal detectable. Si se detecta un latido del corazón, solo se puede realizar un aborto si existe una emergencia médica.
La legislación prohíbe que los funcionarios estatales hagan cumplir las disposiciones. En cambio, los ciudadanos particulares—excepto para una persona que haya dejado embarazada a una mujer mediante violación o incesto—pueden presentar demandas contra médicos, clínicas y cualquier persona involucrada en un aborto que viole la ley.
La legislación entra en vigor el 1 de septiembre.
El 13 de mayo, Abbott indicó su intención de firmar el proyecto de ley luego de que la cámara alta lo aprobara por un margen de 18 frente a 12 votos y la cámara baja lo aprobara con 83 frente a 64 votos.
Varios demócratas votaron a favor de la legislación, aunque la mayoría se opuso.
“Dígalo conmigo: el aborto es asistencia médica. Estoy orgullosa de haber votado en contra de #SB8 mientras estuvo en la Cámara”, escribió en un tuit el miércoles la representante estatal demócrata, Jessica Gonzalez.
Varios grupos criticaron también la legislación.
«Si esta ley se mantiene, prohibiría rotundamente el aborto en el estado a las seis semanas de gestación—antes de que muchas texanas sepan siquiera que están embarazadas», dijo la Unión Estadounidense de Libertades Civiles de Texas en un comunicado, y agregó: «Si esta ley se mantiene, permitiría que cualquiera demande a los proveedores de servicios de aborto y a las personas que ayudan a una persona a conseguir un aborto».
Según el Congreso Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos, la detección de los latidos cardíacos fetales se produce a las seis semanas de gestación, determinadas a partir del último período menstrual de una mujer.
Planned Parenthood Texas Votes calificó a la legislación como una de las prohibiciones más extremas del aborto en el país.
Otros aclamaron la legislación, incluida Chelsey Youman, directora legislativa de Human Coalition Action Texas.
“Qué honor ser testigo de cómo el gobernador Abbott firma este histórico proyecto de ley de latido del corazón. La legislatura y el gobernador dieron prioridad a esta legislación histórica, y con su firma, ¡aproximadamente 50,000 preciosas vidas humanas serán salvadas solo en Texas el próximo año!”, dijo Youman tras asistir a la ceremonia de firma del proyecto de ley.
Esa opinión fue compartida por uno de los principales partidarios del proyecto de ley dentro de la legislatura estatal de Texas.
“La Ley del Latido del Corazón de Texas es la legislación provida más poderosa en la historia de Texas y será un modelo para el país”, dijo el senador estatal republicano ,Bryan Hughes, quien ayudó a elaborar el proyecto de ley.
Con información de Meiling Lee.
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