El 8 de agosto, la gobernadora de Massachusetts declaró el estado de emergencia por la afluencia de inmigrantes, muchos de los cuales se encuentran ilegalmente en el país.
La gobernadora Maura Healey declaró que el sistema de centros de albergue del estado se acerca al límite debido al «rápido aumento del número» de inmigrantes, incluso después de la creación de nuevos centros de emergencia en lugares como la Base Conjunta de Cape Cod para intentar hacer frente al incremento.
«La demanda ha aumentado hasta niveles que nuestro sistema de refugios de emergencia no puede mantener, sobre todo porque el número de familias que dejan los refugios ha disminuido debido a la falta de opciones de vivienda asequible y a los obstáculos para conseguir trabajo», declaró la Sra. Healey, demócrata.
De las más de 5500 familias en albergues, «muchas» recién han llegado a Massachusetts, dijeron las autoridades. Dijeron que 25 familias al día buscaban refugio en marzo de 2022. La cifra aumentó a 68 en marzo, y a más de 100 en julio.
El gobierno estatal está gastando más de 45 millones de dólares al mes en la población que necesita ayuda, pero teme que pronto se vea sobrepasado.
Una solución, según la gobernadora, es facilitar a los inmigrantes la obtención de la autorización de trabajo.
«Le insto a que… utilice todo el poder ejecutivo disponible para eliminar las onerosas barreras que impiden a la gente obtener autorizaciones de trabajo, aborde nuestras anticuadas y punitivas leyes de inmigración y proporcione la tan necesaria ayuda financiera a estados como Massachusetts para abordar este problema nacional», escribió la Sra. Healey en una carta al secretario de Seguridad Nacional de EE. UU., Alejandro Mayorkas. «Estos recién llegados quieren trabajar desesperadamente, y tenemos una demanda histórica de trabajadores en todos los sectores».
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