La Administración Biden pretende dar prioridad a la financiación de programas educativos que incorporen las ideas del Proyecto 1619 del New York Times y del teórico crítico de la raza Ibram X. Kendi en la enseñanza de la historia y la educación cívica de Estados Unidos.
En una propuesta de una nueva norma publicada el 19 de abril, el Departamento de Educación esbozó nuevos criterios de prioridad para una subvención de 5.3 millones de dólares para la enseñanza de la historia y el civismo de Estados Unidos, así como materiales ejemplares para que los educadores de nivel K-12 los utilicen.
En concreto, el Departamento de Educación citó el Proyecto 1619, la exposición del Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana y el «antirracismo» de Kendi como ejemplos principales del tipo de contenido, para el que quiere utilizar el dinero de los contribuyentes, para promover en las aulas de historia y educación cívica de todo el país.
Ninguno de los tres modelos de enseñanza está exento de polémica. El Proyecto 1619, que se centra en la idea de que Estados Unidos es intrínsecamente racista, consiste en una colección de ensayos que sostienen, entre otras muchas afirmaciones controvertidas, que la razón principal de la Revolución Estadounidense fue preservar la esclavitud. Su exactitud histórica también ha sido cuestionada por diversos estudiosos, incluidos los propios verificadores de hechos del proyecto.
El Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana, que forma parte del Instituto Smithsoniano, financiado por los contribuyentes, también fue criticado el año pasado por una exposición sobre la «blancura». El museo, con sede en Washington, sugirió que valorar cosas como «la familia nuclear», la «autosuficiencia», el «pensamiento lineal objetivo y racional» y el «horario rígido» son manifestaciones de una supuesta «cultura blanca».
Mientras tanto, Kendi es más conocido como defensor de la teoría racial crítica, según la cual se ve la opresión racial en toda la sociedad y considera a los que no están de acuerdo como defensores de la supuesta opresión. En su último libro «Antiracist Baby», Kendi utiliza versos con rima para explicar a los niños de preescolar cómo pueden reflexionar y purgar su racismo inherente y cómo sus padres pueden ayudar a criar futuros activistas «antirracistas».
Según el Departamento de Educación, el razonamiento detrás de su elección de ejemplos es la orden ejecutiva del presidente Joe Biden que tenía como objetivo avanzar en la «equidad racial» y apoyar mejor a las «comunidades desatendidas».
«El Departamento reconoce que el COVID-19 —con su impacto desproporcionado en las comunidades de color— y el actual ajuste de cuentas nacional con el racismo sistémico han puesto de manifiesto la urgencia de mejorar la equidad racial en toda nuestra sociedad, incluido nuestro sistema educativo», dice el documento, que está sometido a un período de revisión pública de 30 días en el Registro Federal.
La norma propuesta es la última medida del gobierno de Biden para enseñar a los estudiantes estadounidenses que el racismo histórico sigue estando profundamente arraigado en Estados Unidos de hoy. En su primer día en la Casa Blanca, Biden disolvió la Comisión consultiva 1776 de la Administración Trump y desechó su primer y último informe, en el que se pedía el regreso a la «educación patriótica» centrada en cómo las generaciones de estadounidenses superaron el racismo para estar a la altura de los ideales fundacionales de la nación.
La idea de que Estados Unidos es fundamentalmente racista también es compartida por la embajadora de las Naciones Unidas Linda Thomas-Greenfield, quien recientemente dijo que los documentos fundacionales estadounidenses están «entretejidos» con la supremacía blanca, y que Estados Unidos es tan culpable como China, donde hay un genocidio en curso bajo el régimen comunista chino.
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