Este es el primero de una serie de nuevos artículos sobre los incendios forestales de Maui, Hawái, que se han cobrado 96 vidas y han causado que miles de personas aún sigan desaparecidas o en paradero desconocido.
KIHEI, Hawái— Mientras que la destrucción física causada por los incendios forestales de Maui ha sido indescriptible, la batalla espiritual para sanar y reconstruir la segunda isla más grande de Hawái no ha hecho más que empezar.
El 13 de agosto, se celebraron los primeros servicios religiosos dominicales en toda la exuberante isla tropical para miles de residentes en duelo, aún conmocionados tras los incendios de la semana pasada.
Más de 90 personas perecieron, miles siguen desaparecidas o quedaron desplazadas, y miles de hectáreas y edificios ardieron en la ciudad de Lahaina —nombre que en lengua hawaiana significa «Sol cruel o despiadado»— y otras comunidades del oeste de Maui.
Con el tiempo, las autoridades del condado de Maui anunciarán quienes son las víctimas y comenzarán los funerales.
Para quienes perdieron a sus seres queridos, sus hogares o sus medios de vida —en muchos casos, todo— una pregunta ha llegado al núcleo de su fe.
¿Cómo se puede seguir creyendo en medio de tanta muerte y destrucción?
En la Capilla de la Esperanza de Kihei, en Maui, a 23 millas de Lahaina, donde se produjo la mayor devastación, los dolientes se reunieron para recibir el apoyo de sus vecinos y las palabras de esperanza y resistencia de los líderes espirituales.
«Para nosotros, reunidos en esta sala, esta es una hora de oscuridad para nosotros como isla», dijo la líder espiritual Erin Marsman. «Cada una de las personas que han entrado en este espacio lleva una carga. Algunos de ustedes lo han perdido todo».
Sanando los corazones rotos
Por ahora, la esperanza, la fe, la oración —y el amor— deben sostener a los corazones rotos, dijo el pastor Ben Prangnell a más de 100 personas en el servicio del domingo a las 8:30 de la mañana.
«Yo siento que la cabeza me da vueltas. Nos duele el corazón. Nuestras emociones están a flor de piel. Pero hemos venido al lugar correcto. Porque es de él de donde nos llega la ayuda», dijo el Sr. Prangnell.
«Este es un momento de gran dolor, y necesitamos tiempo para llorar la pérdida de seres queridos y amigos, hogares, negocios, nuestra querida ciudad de Lahaina».
Pero con un gran dolor viene una gran oportunidad para la curación y el crecimiento espiritual, dijo el pastor.
En estos momentos de sufrimiento imposible, instó a los reunidos a cuidarse unos a otros y mantener la esperanza.
«Hagan por uno lo que harían por todos. Al expresar sus sentimientos comienza la curación y por eso es bueno hacerlo juntos y apoyarse mutuamente mientras procesamos las pérdidas».
El pastor ejecutivo, Jim Franks, dijo que los sobrevivientes deben trabajar para superar sus sentimientos y que, para hacerlo, muchos han ofrecido su apoyo al esfuerzo de socorro de muchas maneras inesperadas.
«Yo he visto una increíble efusión de apoyo, amor y oración de tanta gente diciendo: ‘¿Cómo puedo ayudar?'», dijo el Sr. Franks.
Poco después de que comenzaran los incendios el 8 de agosto, el salón de la capilla se convirtió en un centro de donación y distribución con un banco de alimentos y suministros que se llenó cinco veces de ayuda desesperadamente necesaria para enviarla a Lahaina en barco o en convoyes de vehículos.
Muchas familias desplazadas llegaron a la iglesia pidiendo ayuda.
«Nos queda mucho por hacer», dijo el Sr. Franks. «Vamos a estar en esto a largo plazo. Han pasado unos días y todas las necesidades se están haciendo evidentes».
John Martin, pastor de las instalaciones de Hope Chapel, dijo que el impacto emocional de cuatro incendios forestales ocurridos en Maui ha sido abrumador, por el que pocas personas han quedado ilesas.
Con una caravana de seis personas, los voluntarios de la iglesia hicieron 11 paradas, dieron de comer a los ancianos y distribuyeron mochilas a los niños mientras la necesidad de suministros esenciales seguía aumentando.
«Estuvimos hombro con hombro, con gente que no conocíamos», dijo el pastor Martin. «Es asombroso formar parte de esta historia del pueblo de Dios y verles cobrar vida y responder. Ha sido un no parar de caminar con todos ustedes y poder servir».
Solo necesitaba una oración
En una ocasión, un residente de Maui que perdió a su hermano de 15 años en el incendio de Lahaina dijo a los voluntarios de la iglesia que lo único que quería era «una oración».
«Esa es sólo una historia. Hay miles de historias dando vueltas. Nosotros persistiremos».
«Maui está llorando. Maui está de luto. Hoy nos lamentamos», dijo Derek LaFontaine, pastor de atención y asesoramiento de la capilla y exbombero del área de Seattle.
«Nosotros sabemos que hay esperanza al otro lado de esto. Sabemos que mucha gente se cuestiona su fe».
Dentro de unos días o semanas, «vamos a empezar a oír esas historias y a ver esas caras», dijo a continuación.
«Como iglesia, no desaprovechen este momento para comprometerse con los que se lamentan y lloran. Todos ustedes son consejeros. Recen juntos. Recen solos».
El pastor Van Michael Komatsu pronunció un apasionado sermón dominical sobre la tragedia de los incendios forestales en la Iglesia Bautista de Kihei.
«Ha sido una semana muy mala. Ha sido horrible para miles de personas en nuestra isla. Mi corazón está apesadumbrado, triste, afligido, roto», dijo el pastor Komatsu.
«Siendo del condado de Maui, nunca he visto el tipo de desastre, destrucción y muerte en nuestra isla como el que ha ocurrido esta semana».
En Maui, considerado un paraíso tropical de indescriptible belleza natural, “el pasado martes 8 de agosto de 2023 se convirtió en uno de los días más infames en la historia de Hawái”, añadió el pastor.
Espectáculo «aterrador»
Los incendios forestales, impulsados por vientos huracanados, devastaron gran parte de Maui y fueron aterradores de ver, dijo el Sr. Komatsu.
«Me quedé despierto la mayor parte de la noche en caso de que tener que sacar de aquí a mi esposa, mi hija de 2 años y mi hijo de 6 semanas».
Los sobrevivientes hablaron de que se formaron «tornados de ceniza», con personas que quedaron atrapadas en los autos en el tráfico de Front Street de Lahaina, que se había paralizado, y de residentes en pánico que «saltaron el malecón y saltaron al océano» para escapar del humo y el calor que eran sofocantes.
«Uno no puede ignorar esto. Uno necesita sentir esto. Hay una destrucción indescriptible. Lahaina no es solo una ciudad turística. Es un lugar de rica historia hawaiana, que albergó a miles de familias locales en hogares multigeneracionales. Ahora está arrasado: negocios, restaurantes, casas, todo ha desaparecido», dijo el Sr. Komatsu.
«Como si una bomba atómica hubiera caído y estallado», así describió las secuelas del incendio forestal en Lahaina. “La gente murió tratando de salir de sus casas. La gente murió en sus vehículos porque el fuego los derritió y los atrapó la inhalación del humo. La gente murió a medias en las ventanas”.
El costo estimado de tal «destrucción indescriptible» es de miles de millones y llevará años reconstruir la ciudad, añadió el Sr. Komatsu.
«Hay tanta muerte. Hay muerte en Hawái como nunca ha habido en nuestras vidas. No solo es el incendio forestal más mortífero en la historia de Hawái. Es el más mortífero en la historia de Estados Unidos. Hemos tenido otros desastres naturales en Hawái antes: pero nada como esto», dijo el pastor a continuación.
«Llorar para sentir. Llorar. No debemos pasar por alto los testimonios de los sobrevivientes y sus experiencias. Los testimonios son muchos».
Ver tanta destrucción ha sido «impactante», dijo un feligrés a The Epoch Times.
Otra de las personas presentes que vieron el fuego acercándose a su propiedad, dijo que estaba preparado para ir con unas retroexcavadoras a hacer rastros de fuego.
«Nosotros estábamos listos para ir a la guerra», dijo el residente. «Primero, yo tenía miedo. Pero cuando llegó la noche, alrededor de las 3 de la mañana, simplemente me rendí a Dios y me fui a dormir».
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.