El gobierno de Joe Biden abrió otros dos centros de contención de emergencia de inmigrantes para albergar temporalmente a los menores no acompañados que cruzaron ilegalmente a Estados Unidos en medio de la actual crisis en la frontera sur.
Ambas instalaciones están situadas en Texas y tenían planeado recibir el lunes su primer grupo de niños no acompañados trasladados fuera de la custodia de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP), según la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR) del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS).
Una de las instalaciones está situada en la propiedad Target Lodge Pecos North, en Pecos, Texas, y desde el lunes acogerá a 125 niños. La instalación de Pecos albergará a chicos y chicas de 13 a 17 años. Tiene una capacidad potencial de 2000 camas.
El otro centro está situado en Carrizo Springs, Texas, y tendrá una capacidad potencial de 440 camas.
Estas instalaciones se unirán a una lista cada vez mayor de centros de acogida de emergencia e instalaciones disponibles para acoger a los inmigrantes menores no acompañados que entran en el país ilegalmente sin un adulto.
El gobierno de Estados Unidos abrió estas instalaciones para hacer frente al importante aumento de cruces ilegales de la frontera en las últimas semanas. Las autoridades están tratando de construir una capacidad de 13,500 camas, con el posible aumento de la capacidad para hacer frente a lo que ha sido un flujo continuo de menores no acompañados que llegan a través de la frontera.
«El HHS está trabajando intensamente con sus socios interinstitucionales para garantizar que los menores no acompañados estén seguros y unificados con miembros de la familia u otros patrocinadores adecuados tan rápido y seguro como sea posible», dijo el departamento.
Durante el mes de marzo, la Patrulla Fronteriza detuvo a más de 150,000 personas que cruzaron ilegalmente la frontera —50,000 más que en febrero— según el excomisionado de la CBP, Mark Morgan.
Otros 30,000 evadieron la captura, según Morgan, quien obtuvo las cifras provisionales de la CBP de fuentes internas.
El mensaje de la administración
Algunos legisladores estadounidenses discrepan con el mensaje del presidente Joe Biden, dirigido a los centroamericanos que buscan oportunidades para emigrar a Estados Unidos y piden que se tomen medidas urgentes para hacer frente a lo que es una creciente crisis humanitaria. El senador Joe Manchin (D-W.Va.) propuso el fin de semana pasado la idea de una moratoria de 90 días en la inmigración como forma de enviar un mensaje que desaliente a los que intentan entrar en Estados Unidos de forma ilegal.
«Hay que hacer algo y hay que acelerarlo», dijo Manchin a los periodistas en una rueda de prensa. «Este problema no va a desaparecer. Este problema no se va a curar por sí solo, se lo puedo asegurar, y están llegando en masa».
Del mismo modo, al representante Henry Cuellar (D-Texas) le preocupa que el mensaje del gobierno de decir a los migrantes que no vengan no esté calando.
En las últimas semanas, Biden suplicó en repetidas ocasiones a los aspirantes a cruzar la frontera que se queden en sus países de origen. El presidente dijo que su gobierno sigue expulsando rápidamente a la mayoría de los adultos y las familias bajo la orden de salud pública del Título 42 impuesta al comienzo del brote de COVID-19 por el expresidente Donald Trump. Pero el gobierno está permitiendo que los adolescentes y los niños, al menos temporalmente, permanezcan en el país.
El exjefe del DHS, Chad Wolf, dijo en un programa previo de American Thought Leaders, de The Epoch Times, que cree que el mensaje de Biden es «casi demasiado tarde».
«Hay personas que dejaron su país de origen hace 20 días, que todavía están en camino. Veremos si algunos de sus mensajes funcionan realmente. Según mi experiencia, las autoridades de Estados Unidos, las autoridades mexicanas y otros continuarán con el mensaje. Se tiene que seguir comunicando. Su eficacia es cuestionable», dijo Wolf.
Wolf añadió que los migrantes tienden a no escuchar a los funcionarios del gobierno. En su lugar, escuchan la acción y lo que ocurre sobre el terreno.
«En este caso, las acciones hablan más fuerte que las palabras y estas pueden cambiar el mensaje, pero si no cambian ninguna de sus políticas y no adoptan una postura diferente en cuanto a la aplicación de la ley, entonces, de nuevo, la crisis va a continuar», dijo.
Mientras tanto, la afluencia de inmigrantes ilegales en la frontera también está renovando la preocupación de los presuntos terroristas que se aprovechan de la creciente crisis. Las autoridades federales anunciaron el lunes que los agentes de la patrulla fronteriza detuvieron en los dos últimos meses a dos hombres yemenitas que figuran en la lista de vigilancia del terrorismo y en la lista de exclusión aérea del FBI.
Los hombres fueron detenidos en incidentes separados tras cruzar ilegalmente la frontera al oeste del puerto de entrada de Calexico, en California.
El primer hombre, de 33 años, fue detenido el 29 de enero. También encontraron una tarjeta SIM de teléfono móvil escondida debajo de la plantilla de su zapato, según el CBP. El segundo hombre, un extranjero ilegal de 26 años, fue detenido el 30 de marzo.
Con información de Tom Ozimek.
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