La cineasta Alexandra Pelosi reveló que su padre Paul se está recuperando después de un presunto ataque con martillo en su casa en San Francisco hace varias semanas.
Durante una entrevista con “CBS Sunday Morning”, Pelosi, que es la hija menor de la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi (D-Calif.) y su esposo, proporcionó una actualización sobre la condición de su padre.
“Cada día está mejor. Gracias por preguntar”, dijo Alexandra Pelosi a la CBS. “Las cicatrices se están curando. Es decir, parece Frankenstein. Las cicatrices se están curando, pero creo que las cicatrices emocionales, no sé si alguna vez se curarán”.
Agregó que “no he dormido desde la noche en que mi padre fue atacado” y afirmó que algunos funcionarios tomaron a la ligera el ataque. Si bien evitó nombrar ciertas figuras, “nadie debería pensar que es divertido que un hombre de 82 años fuera atacado en medio de la noche”.
Los fiscales dijeron que Paul Pelosi estaba en casa cuando el sospechoso David DePape, de 42 años, presuntamente entró en su casa y preguntó por la presidenta Pelosi el 28 de octubre. A continuación, DePape “atacó violentamente” a Paul con un martillo antes de que ser detenido por la policía.
Posteriormente, el mayor de los Pelosi fue trasladado a un hospital cercano para ser tratado de una fractura de cráneo, lesiones en el brazo y otros problemas de salud. Fue dado de alta aproximadamente una semana después de someterse a una intervención quirúrgica de urgencia, según se confirmó.
A mediados de noviembre, Pelosi anunció que planea dejar su cargo de liderazgo en la Cámara de Representantes en 2023 tras décadas de liderar el Partido Demócrata. Previamente indicó que el ataque influiría en sus futuras decisiones políticas, aunque fue reelegida para otro mandato en el Congreso durante las pasadas elecciones intermedias.
DePape permanece en la cárcel luego de que se declarara inocente de los cargos estatales el mes pasado. También enfrenta cargos federales en relación con el incidente.
Una exnovia del sospechoso, Oxane “Gypsy” Taub, dijo a The Epoch Times a fines de noviembre que el incidente la dejó perpleja y cuestionó algunas de las afirmaciones de los fiscales. Instó a las autoridades a hacer públicos ciertos registros.
“Si las cosas fueran como las describieron, ¿por qué no mostrar las fotos a todo el mundo?”, dijo Taub, refiriéndose a la escena del crimen y a las imágenes de las cámaras corporales de la policía. “Todo el mundo les creería”.
Además, afirmó que DePape tenía puntos de vista “progresistas” y probablemente no albergaría malos pensamientos contra Pelosi. Sin embargo, Taub dijo que no estuvo en contacto con DePape en los últimos meses.
“David era un activista por la paz. Nunca expresó ningún deseo de resolver los problemas políticos a través de la violencia. Acudió a muchas protestas contra la guerra y participó en la resistencia no violenta”, dijo Taub.
En cambio, DePape podría haber estado bajo los efectos de las drogas. Algunas personas que le conocían dijeron al New York Post que abusaba de sustancias y que estaba adoptando puntos de vista de derecha.
“David es una persona muy dulce, y realmente no creo que haya hecho lo que se le acusa”, dijo.
DePape fue acusado de intento de asesinato y otros delitos en relación con el incidente, dijeron los fiscales el mes pasado, agregando que estaba en una “misión suicida” y tenía objetivos adicionales, según documentos judiciales.
“Es muy triste ver que, una vez más, nos encontramos en un momento de la historia en el que la gente cree que está bien expresar sus opiniones políticas a través de la violencia”, declaró Brooke Jenkins la fiscal superior de San Francisco. “Esto demuestra que tenemos que calmar las cosas. Tenemos que decidir que vamos a ser más respetuosos como sociedad estadounidense”.
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