WASHINGTON. La investigación sobre las afirmaciones de un canal secreto de comunicaciones entre Donald Trump y Rusia no fue iniciada por el Departamento de Justicia (DOJ), a pesar de que el documento que registra la evolución de la investigación afirma que sí lo fue, testificó un agente del FBI el 24 de mayo.
Las comunicaciones electrónicas sobre la investigación, fechadas el 23 de septiembre de 2016, dicen que el FBI recibió una remisión de información del Departamento de Justicia.
“En esa remisión, el Departamento de Justicia proporcionó al FBI un documento técnico producido por un tercero anónimo”, dice el formulario.
Eso fue un “error en nuestro papeleo”, dijo el martes Curtis Heide, un agente principal de la oficina del FBI en Chicago en ese momento, a la corte federal en Washington.
Los funcionarios de la oficina de Chicago «pueden haber estado confundiendo el Departamento de Justicia de Estados Unidos y nuestra propia oficina de asesoría general», afirmó.
La Oficina del Inspector General del DOJ alertó a Heide sobre el error, dijo el agente, calificándolo como un “error tipográfico”.
“Me llamaron la atención y me preguntaron si era correcto”, dijo Heide. Los funcionarios de la oficina de Chicago “pueden haber confundido la oficina de asesoría general [del FBI] con el Departamento de Justicia”.
La oficina del organismo de control no atendió el teléfono ni devolvió un mensaje de voz. El FBI se negó a hacer comentarios al respecto. El Departamento de Justicia no respondió una consulta.
El testimonio se produjo durante el juicio de Michael Sussmann, quien, mientras representaba la campaña presidencial de Hillary Clinton en 2016, entregó libros blancos y memorias USB, con datos que supuestamente respaldan la narrativa de los documentos, a James Baker, un abogado del FBI.
Los datos no apoyaban la narrativa, que es que la Organización Trump tenía un canal secreto con el Alfa Bank de Rusia, según el FBI y la CIA.
El documento sobre la apertura de la investigación no menciona a Sussmann ni a ninguna otra fuente además del Departamento de Justicia y el tercero anónimo.
Los fiscales dicen que Sussmann produjo la información con la ayuda de Rodney Joffe, otro cliente al que se le había prometido un puesto en el gobierno si Clinton ganaba las elecciones de 2016; e investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia.
Sussmann está en juicio por presuntamente mentirle al FBI, este le dijo a Baker que no traía la información en nombre de ningún cliente. Los fiscales dicen que el esfuerzo estaba destinado a influir en las elecciones.
Los registros del FBI sobre la investigación contenían al menos otro error, según Heide.
El documento que detalla el cierre de la investigación dice que la oficina completó una “investigación preliminar”. El archivo de apertura decía que se estaba iniciando una investigación de campo completa. Esto último era correcto, dijo el agente del FBI.
El asunto podría haberse manejado con una investigación preliminar, testificó Heide. Los fiscales han afirmado que la mentira de Sussmann fue sustancial porque el FBI habría sido más cauteloso y habría actuado de manera diferente sobre la información si los funcionarios hubieran sabido que la información provenía del rival de Trump.
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