El segundo juicio de impeachment al expresidente Donald Trump está listo para iniciar este martes en el Senado, con los fiscales demócratas alegando que Trump incitó a una insurrección y cometió el «más grave delito constitucional», mientras que los abogados del expresidente han señalado el juicio como un «teatro político».
Con los senadores reunidos como tribunal del impeachment, el juicio comenzará el martes con un debate y una votación sobre si es constitucionalmente permisible procesar al expresidente.
Según un acuerdo entre el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer (D-N.Y.), y el líder republicano, Mitch McConnell (R-Ky.), los argumentos iniciales comenzarán el miércoles al mediodía, con hasta 16 horas para las presentaciones de cada parte.
Después, habrá horas para las deliberaciones, los testigos y los argumentos finales. No se espera que se cite a ningún testigo en el juicio y Trump rechazó la petición de testificar. El juicio estaba programado para interrumpirse el viernes por la noche por el Sabbath judío, pero el equipo de defensa de Trump retiró la solicitud, y ahora el juicio puede continuar hasta el fin de semana y la próxima semana.
Mientras se inicia el juicio, los abogados de Trump insisten en sus alegatos de que Trump no es culpable del único cargo de «incitación a la insurrección», calificando su retórica en un discurso el 6 de enero —el día en que una multitud irrumpió en el Capitolio— como un mero discurso.
«Trump utilizó la palabra ‘lucha’ apenas unas pocas veces y cada vez en el sentido figurado que ha sido aceptado durante mucho tiempo en el discurso público al instar a la gente a ponerse de pie y usar sus voces para ser escuchados en asuntos importantes para ellos; no era ni podía ser interpretado para alentar actos de violencia», argumentaron en la presentación.
Mientras que Trump dijo en su discurso del 6 de enero que «luchemos como el infierno y si no luchamos como el infierno, ya no vamos a tener un país», el expresidente pidió a sus partidarios que se hicieran oír «pacífica y patrióticamente» durante la sesión conjunta del Congreso y posteriormente denunció la violencia de ese día.
Los abogados de Trump también sostienen que la acusación de incitación a la insurrección contra Trump no tiene fundamento.
«Una insurrección —a diferencia de un disturbio— es un movimiento organizado que actúa con el propósito expreso de derrocar y tomar posesión de los poderes de un gobierno», escribieron, sosteniendo que el discurso de Trump «no fue un acto que alentara un movimiento organizado para derrocar al gobierno de Estados Unidos».
Además, los abogados argumentaron que el juicio es inconstitucional ya que Trump ya no está en el cargo.
«Se está pidiendo al Senado que haga algo patentemente ridículo: juzgar a un ciudadano privado en un proceso que está diseñado para destituirlo de un cargo que ya no tiene», escribieron.
Los responsables del impeachment de la Cámara, en sus propios alegatos, argumentaron que el juicio es constitucional, alegando que Trump había «traicionado al pueblo estadounidense» y que no hay «ninguna excusa o defensa válida para sus acciones».
«Su incitación a la insurrección contra el gobierno de Estados Unidos —que interrumpió la transferencia pacífica del poder— es el crimen constitucional más grave jamás cometido por un presidente», dijeron los demócratas.
Los responsables demócratas del impeachment también se defendieron del argumento de que Trump estaba ejerciendo sus derechos de la Primera Enmienda.
«La Cámara no impugnó al presidente Trump porque expresó una opinión política impopular. Lo impugnó porque incitó deliberadamente a la insurrección violenta contra el gobierno», argumentaron.
El mes pasado, la Cámara de Representantes votó por 232-197, incluyendo 10 republicanos, para impugnar a Trump por el único cargo de incitación a la insurrección.
La absolución de Trump en el Senado, sin embargo, es casi segura ya que 17 republicanos tendrían que unirse a todos los demócratas para votar la condena.
Según un recuento de The Epoch Times, 35 senadores republicanos han sugerido o se han comprometido a votar para absolver a Trump.
«El juicio ya ha terminado. No tienen los votos para condenar», dijo el senador Rand Paul (R-Ky.) a los periodistas el 4 de febrero. «Esto es solo, creo, seguir enfureciendo al público. Es divisivo, y no hace nada para promover la unidad. Creo que es un gran error por parte de los demócratas».
Si Trump fuera condenado, el Senado podría celebrar una votación posterior para prohibirle volver a ocupar el cargo. A diferencia de una condena por impeachment, que requiere dos tercios del Senado para ser aprobada, solo se necesitaría una mayoría simple para prohibir a Trump el acceso a futuros cargos.
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