Investigadores chinos estarían considerando a Starlink, de Elon Musk, como una amenaza militar

Por Jessica Mao
05 de junio de 2022 1:00 PM Actualizado: 05 de junio de 2022 1:00 PM

Investigadores militares chinos estarían considerando al sistema de internet satelital de Starlink, operado por SpaceX, como una amenaza a la seguridad nacional, y por eso habrían sugerido que Beijing debe tener la capacidad de destruirlo.

Un programa de TV sobre temas militares, afiliado a Beijing, llamado «El loco show de la guerra», publicó recientemente un informe analizando el progreso de las tecnologías de exploración espacial de EE. UU., con un foco en la constelación satelital de Starlink de SpaceX. El informe señalaba el valor militar de Starlink y su rol crucial en la guerra entre Rusia y Ucrania, y analizó si las armas antisatélite de China podrían derrotarlo.

«El loco show de la guerra» es un programa de TV online enfocado en lo militar y desarrollado por Beijing Junwu Technology Co, una empresa mediática estatal china que produce programas de video sobre armas, el ejército y otros temas relacionados.

El artículo decía que Starlink brindó un considerable apoyo técnico a los ucranianos en la guerra con Rusia, ofreciendo decenas de miles de terminales de usuario, y que dicho apoyo permitió que las comunicaciones militares ucranianas superaran al ejército ruso en cuanto a conocimiento de la situación y eficiencia en los comandos de ataque en el campo de batalla.

«[Elon Musk, CEO de SpaceX] ha estado cooperando con los altos niveles del ejército de EE. UU. en tecnología espacial, y causó indirectamente que el ejército ruso sufriera grandes pérdidas», dice el artículo. «[Starlink] es lo que China tendrá que enfrentar en el futuro –en una batalla crucial mucho más desafiante que la guerra entre Rusia y Ucrania. Por lo tanto, la amenaza de ‘Starlink’ no puede ser ignorada».

Starlink usa miles de pequeños satélites que orbitan a unas 340 millas por encima de la superficie terrestre para transmitir internet de alta velocidad, especialmente en zonas aisladas, como las azotadas por desastres naturales o las devastadas por la guerra. Actualmente SpaceX tiene más de dos mil satélites de Starlink orbitando la Tierra. La empresa espera tener 4,425 satélites de Starlink en órbita para 2024.

En esta imagen de video provista por SpaceX, una misión del Falcon 9 de SpaceX para lanzar 53 satélites de Starlink en la órbita baja de la Tierra, despega desde la Base Vanderberg de la Fuerza Espacial en California, el 13 de mayo de 2022. (SpaceX)

Días después de que Rusia invadiera Ucrania a fines de febrero, Musk anunció que el servicio de banda ancha satelital comenzaría a proveer internet a los ucranianos.

Starlink brindó un canal de información a varias zonas del país afectadas por la guerra, incluyendo a cientos de hospitales y clínicas, y también sirvió para permitir que los drones militares ucranianos apuntaran a tanques y posiciones rusas de manera más efectiva.

Además de las comunicaciones de internet, los satélites de banda ancha de Starlink pueden apuntar a lugares en la Tierra con una exactitud de entre ocho metros, según un artículo de la Universidad Estatal de Ohio que cita a una revista revisada por pares. Esta característica es similar a la que brindan los satélites de posicionamiento global (GPS).

La constelación de satélites de banda ancha ofrece un potencial de mejora significativo. Puede ser compatible con varias tecnologías militares de EE. UU., por ejemplo, para obtener capacidades de reconocimiento y navegación de alta precisión.

En la era de la guerra de la información, Starlink tiene el potencial de interferir las comunicaciones enemigas o de controlar armas de combate no tripuladas, dice el artículo, y añade que esto brindaría a Estados Unidos una ventaja en la guerra espacial.

Sin embargo, el artículo también dice que Starlink tiene vulnerabilidades y que el sistema podría potencialmente ser paralizado mediante la guerra electrónica o interferencia electromagnética, y agrega que Beijing ha hecho grandes progresos en tecnologías antisatélite en años recientes.

El artículo insta al Partido Comunista Chino (PCCh) a prepararse para un desarrollo coordinado de varias armas antisatélite y a reducir rápidamente su dependencia en el GPS tradicional a fin de evitar pérdidas en batallas críticas cuando en el futuro se enfrente a Starlink.

«El Sistema [interno chino] de Navegación BeiDou debe mejorar su exactitud y [necesita una actualización]», dice el artículo. «Si China puede mejorar sus métodos de hackeo, las chances de ganar [la carrera espacial] sin duda aumentarán».

Un cohete Larga Marcha 3B cargando un satélite Beidou-3GEO3 despega desde el Centro de Lanzamiento Satelital de Xichang en Xichang, provincia de Sichuan, China, el 23 de junio de 2020. (STR/AFP via Getty Images)

Experto: Beijing no tiene posibilidades de derrotar a Starlink

Sia Luoshan, analista de asuntos militares y experto en China, dijo a The Epoch Times el 28 de mayo que actualmente China tiene solo unas docenas de satélites de Navegación Beidou, mientras que SpaceX ya ha puesto en órbita más de dos mil satélites de Starlink. Y que esta gran disparidad en el número de satélites en órbita pone a China en una significativa desventaja en esta carrera.

«Beijing podría perder primero sus satélites de navegación global antes de derribar a Starlink. Perder sus capacidades de posicionamiento paralizaría una gran cantidad de equipo militar chino y de servicios civiles», dijo Sia. «En pocas palabras, Beijing no tiene chance de derrotar a Starlink».

Sia dijo que atacar satélites mediante redes de computadoras es el método estándar que los países prueban antes de decidirse por derribar a un satélite. Agregó que los misiles de energía cinética de Beijing podrían tener la capacidad de alcanzar los satélites que orbitan en ciertas altitudes.

Sin embargo, Sia explica que China tendrá que considerar varias cuestiones antes de intentar derribar satélites de otro país.

«Primero, ¿cómo podría Beijing asegurar la supervivencia de sus propios satélites si destruye otros? Podría terminar pagando un precio mucho mayor, ya que otros países también tendrían la capacidad de derribar satélites chinos», dijo Sia. «Segundo, si Beijing de hecho derriba un satélite con sus [misiles de energía cinética], la chatarra espacial que provocaría también dañaría a los satélites chinos y otras naves espaciales, ya que los restos permanecen en órbita. Mientras, provocaría una condena internacional», lo que resultaría en severas sanciones contra China.

Sia sugirió que hay tecnologías que usan naves espaciales avanzadas para «capturar o deshabilitar un satélite», pero que China aún no está a la par de Estados Unidos en este aspecto.

China y Rusia quieren armas para apuntar a satélites ‘cruciales’ de EE. UU.

Un informe reciente de la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA) reveló que China y Rusia están desarrollando armas capaces de atacar satélites de EE. UU. El informe también descubrió un enorme incremento de los recursos espaciales de China y Rusia en los últimos años.

«El espacio está cada vez más militarizado», afirma el informe (pdf). «Algunas naciones han desarrollado, probado y desplegado varios satélites y algunas armas contra espaciales.»

El informe, titulado «Desafíos a la Seguridad Espacial en 2022», reveló que las flotas espaciales combinadas de China y Rusia en órbita crecieron más de un 70 por ciento en el periodo entre 2019 y 2021. El crecimiento, dice, fue impulsado principalmente por el deseo de ambos regímenes de «aprovecharse» de la dependencia tecnológica de EE. UU. en la infraestructura basada en el espacio.

El cohete Larga Marcha-2F cargando la nave espacial china tripulada Shenzhou-10 despega desde el Centro de Lanzamiento Satelital de Jiuquan en Jiuquan, provincia de Gansu, China, el 11 de junio de 2013. (ChinaFotoPress/Getty Images)

«A medida que más países y más servicios dependen de capacidades basadas en el espacio, especialmente en sectores sociales y económicos cruciales, como la medicina, la respuesta ante desastres, el pronóstico del tiempo y las transacciones financieras, la pérdida o degradación de estas capacidades afectará cada vez más la vida diaria», dice el informe.

«La interrupción de activos espaciales probablemente provocará la degradación de capacidades militares y de inteligencia críticas».

El comando del espacio se considera vital para ganar una guerra moderna entre las principales potencias, dice el informe, porque innumerable sistemas, desde el GPS a las tecnologías de alerta de misiles, dependen de los satélites para operar efectivamente.

Por esta razón, la infraestructura espacial de EE. UU. se ha vuelto el objetivo de las operaciones militares y de inteligencia de China y Rusia.

El Gen. David Thompson de la Fuerza Espacial dijo en noviembre que China y Rusia han estado lanzando ataques cibernéticos y electrónicos reversibles contra infraestructura espacial de EE. UU. «todos los días».

De forma similar, la directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines, testificó en marzo que la cooperación entre China y Rusia contra Estados Unidos va a aumentar en los próximos años.

«La pérdida de las comunicaciones y los servicios de navegación basados en el espacio podría tener un impacto devastador en los combatientes durante un conflicto», dijo el director de la DIA, Tte. Gral. Scott Berrier, en una declaración que acompañó la publicación del informe.

«Esa es una de las situaciones más serias que anticipamos. Un dominio espacial seguro, estable y accesible es crucial, a medida que las capacidades basadas en el espacio y las actividades de guerra electrónica de China y Rusia siguen creciendo».

Ante eso, dice el informe, los intentos de los regímenes de afectar o atacar la infraestructura espacial de EE. UU. son una amenaza inmediata y a largo plazo que habrá que enfrentar.

«El objetivo de Beijing es convertirse en una potencia espacial de base amplia y completamente capaz», dice el informe.

«Los esfuerzos americanos por asegurar que el dominio del espacio se mantenga seguro, estable y accesible están bajo amenaza».

EE. UU. prohibirá las pruebas de misiles antisatélite

En abril, la vicepresidenta Kamala Harris prometió que Estados Unidos no realizará pruebas antisatélite (ASAT) debido a preocupaciones de seguridad.

Esto convierte a Estados Unidos en el primer país en imponer dicha prohibición. Estados Unidos, China, India y Rusia han realizado pruebas de misiles antisatélite. Se trata de una demostración militar en la que un objeto en órbita es destruido usando un sistema de misiles.

«En pocas palabras, estas pruebas son peligrosas, y no las haremos», dijo Harris en su primer anuncio importante desde que comenzó a supervisar el Consejo Nacional del Espacio en 2021.

«A partir de hoy, Estados Unidos se compromete a no realizar pruebas destructivas, de ascención directa, de misiles antisatélite», dijo Harris en una visita a la Base Vandenberg de la Fuerza Espacial, en California. «Somos el primer país en hacer tal compromiso. Insto a todas las naciones a acompañarnos».

Harris citó el potencial peligro para astronautas y satélites, en referencia a una prueba realizada por China hace más de una década que creó miles de piezas de escombros que aún orbitan alrededor de la Tierra.

«Estas pruebas, de seguro, son tan imprudentes como irresponsables. Estas pruebas podrían también poner en peligro mucho de lo que hacemos en el espacio», dijo.

El 15 de noviembre, Rusia probó un misil antisatélite que alcanzó un satélite espía de la era soviética en desuso en la órbita baja de la Tierra. Esto creó al menos 1,632 fragmentos de chatarra espacial, según una base de datos de objetos orbitales de la Fuerza Espacial de EE. UU.

Comparación de la basura espacial entre 1950 y 2018, en una imagen tomada de un programa de simulación creado por la Universidad de Kyushu. (Cortesía de Astroscale)

Por otro lado, China produjo el mayor grupo de chatarra espacial en una prueba de misiles de 2007, que dio como resultado unos 2,800 fragmentos que ahora orbitan la Tierra, poniendo en riesgo a muchos satélites. En caso de colisión, servicios vitales como el GPS y las advertencias sobre el clima podrían no funcionar.

La Casa Blanca dijo que los escombros creados por estas pruebas ahora amenazan los satélites y otros objetos espaciales que son vitales para la seguridad y los intereses económicos y científicos de todos los países, y aumenta el riesgo de los astronautas en el espacio.

Artículo escrito en colaboración con Andrew Thornebrooke e Isabel van Brugen.

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