China y Rusia están desarrollando armas capaces de atacar satélites estadounidenses, según un nuevo informe de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA, por sus siglas en inglés). El informe también constata un aumento masivo en los activos espaciales chinos y rusos en los últimos años.
«El espacio se está militarizando cada vez más», afirma el informe (pdf). «Algunas naciones han desarrollado, probado y desplegado varios satélites y algunas armas contraespaciales».
El informe, titulado «2022 Challenges to Security in Space», constató que las flotas espaciales en órbita combinadas de China y Rusia crecieron más del 70 % en el período comprendido entre 2019 y 2021. Ese crecimiento, dijo, fue impulsado en gran medida por el deseo de los dos regímenes de «aprovechar» la dependencia tecnológica de Estados Unidos en la infraestructura espacial.
«Conforme más naciones y más servicios dependan de las capacidades espaciales, especialmente en sectores sociales y económicos críticos, como la medicina, la respuesta a los desastres, el pronóstico del tiempo y las transacciones financieras, la pérdida o la reducción de esas capacidades interrumpirá cada vez más la vida cotidiana «, dice el informe.
“La interrupción de los activos espaciales probablemente conducirá a la reducción de las capacidades militares y de inteligencia esenciales”.
El dominio del espacio se considera vital para ganar una guerra moderna entre las principales potencias, dice el informe, porque innumerables sistemas, desde el GPS hasta tecnologías de alerta de misiles, dependen de satélites para operar de manera eficaz.
Por esa razón, la infraestructura espacial de EE. UU. ya es el objetivo de las operaciones militares y de inteligencia chinas y rusas.
El general de la Fuerza Espacial, David Thompson, dijo en noviembre que China y Rusia han estado realizando ataques cibernéticos y electrónicos reversibles contra la infraestructura espacial de EE. UU. “todos los días”.
Asimismo, la directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines, testificó en marzo que la cooperación entre China y Rusia contra Estados Unidos no haría más que crecer en los próximos años.
«La pérdida de los servicios de comunicación y navegación espaciales podría tener un impacto devastador en los combatientes durante un conflicto», dijo el director de la DIA, el teniente general Scott Berrier, en una declaración con motivo de la publicación del informe.
“Ese es uno de los escenarios más graves que se prevén. Un dominio espacial seguro, estable y accesible es crucial, ya que las capacidades espaciales y las actividades de guerra electrónica de China y Rusia siguen creciendo».
El informe llega a la luz de un esfuerzo concertado del Partido Comunista Chino (PCCh) para desarrollar un arsenal integral de capacidades espaciales y contraespaciales. Actualmente, el régimen busca mantener su estatus como líder mundial en la cantidad de lanzamientos espaciales anuales, y los informes técnicos del PCCh han esbozado la ambición del régimen de convertirse en la potencia espacial predominante del mundo.
Con ese fin, el informe señaló que el PCCh ha trabajado en el desarrollo de armas antisatélite e hipersónicas para abrumar los activos espaciales de EE. UU. desde al menos 2006, y que una unidad militar china ha apoyado campañas de ciberespionaje contra las industrias satelital y aeroespacial de Estados Unidos y Europa desde al menos 2007.
Los expertos en defensa y seguridad han advertido durante mucho tiempo que el programa espacial del PCCh es una amenaza militar directa para Estados Unidos y que iniciativas como sus planes para una base lunar conjunta con Rusia podrían usarse para operaciones militares.
El informe destacó que la totalidad del programa espacial chino está supervisado por su ejército y que los documentos estratégicos dentro del ejército chino establecen explícitamente que la lucha militar en el espacio será de suma importancia en cualquier conflicto futuro.
El informe citaba el libro de texto Ciencia de la Estrategia Militar 2020 del PCCh diciendo que «el espacio se ha convertido ya en un nuevo dominio de la lucha militar moderna; es un factor crítico para decidir la transformación militar; y tiene una influencia extremadamente importante en la evolución de los futuros Estados-formas, modos y reglas de la guerra».
Por ello, según el informe, los esfuerzos de los regímenes por socavar o atacar la infraestructura espacial estadounidense constituyen una amenaza inmediata y a largo plazo a la que habrá que enfrentarse.
“El objetivo de Beijing es convertirse en una potencia espacial de base amplia y totalmente capaz”, afirma el informe.
“Los esfuerzos estadounidenses para garantizar que el dominio espacial siga siendo seguro, estable y accesible están amenazados”.
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