Los miembros del Subcomité Selecto de la Cámara de Representantes sobre la Pandemia de Coronavirus interrogaron de cerca al presidente del segundo sindicato de profesores del país para determinar si influyó indebidamente en la política de los Centros de Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) sobre la reapertura de las escuelas durante la pandemia.
«Los estadounidenses sienten curiosidad por saber si el acceso de la AFT [Federación Estadounidense de Maestros] estuvo en consonancia con las prácticas anteriores de los CDC y si su influencia tuvo un impacto positivo o perjudicial para los niños de Estados Unidos. Aunque es razonable que los CDC busquen opiniones externas, o que algunas opiniones se acepten y otras no se tengan en cuenta, y por qué sí o por qué no», dijo el presidente Brad Wenstrup (R-Ohio) al abrir la audiencia.
Randi Weingarten, presidenta de la AFT, fue la única testigo del subcomité.
La cuestión era si la AFT o la propia Weingarten habían sugerido cambios en el documento de directrices de los CDC de febrero de 2021, «Estrategia operativa para las escuelas K-12 a través de la prevención gradual», que dio lugar a cierres prolongados de escuelas.
Cambios en las directrices de los CDC
Las escuelas podrían y deberían haber reabierto mucho antes de lo que lo hicieron, pero permanecieron cerradas basándose en tres recomendaciones erróneas proporcionadas por los CDC, según Wenstrup.
Las recomendaciones citadas incluían el uso de los índices de propagación del virus en la comunidad frente a los índices de propagación en las escuelas para desencadenar el cierre de las escuelas, el requisito de realizar pruebas de detección y análisis rutinarios, y el uso de requisitos de distanciamiento social de seis pies en lugar de un estándar de tres pies.
«Ninguna de estas [recomendaciones] se basaba en datos científicos sólidos en aquel momento», y la AFT apoyó directamente todas ellas, dijo Wenstrup.
Wenstrup, médico, mencionó que se sabía que las tasas de transmisión entre los niños eran mucho más bajas que entre los adultos, que los niños tenían menos probabilidades de enfermarse por el coronavirus y que las muertes eran excesivamente raras, ocurriendo en aproximadamente uno de cada millón de casos.
«¿Consultó la AFT con los CDC su estrategia operativa de febrero de 2021 para la reapertura de las escuelas?», preguntó Wenstrup.
Weingarten admitió que había habido consultas con los CDC comenzando con una conferencia telefónica el 29 de enero de 2021, y «dos o tres» llamadas telefónicas posteriores con la directora de los CDC, Rochelle Walensky.
«¿Sugirió usted revisiones de su estrategia operativa?», preguntó Wenstrup.
Weingarten dijo que lo había hecho, pero insistió en que se trataba principalmente de «ideas» y que sólo se recomendaron dos cambios políticos concretos.
Se trataba de la sugerencia de incluir una opción de trabajo desde casa para los maestros con sistemas inmunitarios comprometidos y de revisar las directrices en caso de que surgiera una nueva variante del virus.
Weingarten dijo que también había pedido a los CDC que crearan un «desencadenante» que sirviera de pauta para saber cuándo cerrar las escuelas, aunque esa no era una revisión sugerida del borrador de la política.
«Cuando hizo estas propuestas, las dos que sugirió, ¿fueron aceptadas por los CDC?», preguntó Wenstrup.
Weingarten admitió que sí.
Clara negación
A lo largo del interrogatorio, Weingarten pareció divagar y cambiar de tema con frecuencia, alegando en dos ocasiones su edad y falta de memoria como razón de su falta de claridad.
«Mire, tengo 65 años. Ya no recuerdo nada. Lo siento», dijo. Cuando fue amonestada por no responder directamente a una pregunta, dijo: «Lo siento, es que soy lenta».
Sin embargo, cuando el representante James Comer (R-Ky.) le preguntó sobre la introducción de cambios directos en el borrador del documento de los CDC, la presidenta del sindicato de 1.7 millones de afiliados respondió directa y claramente.
«Los documentos y testimonios reunidos por este comité muestran que los CDC y la AFT trabajaron estrechamente en esta orientación; algunas de las sugerencias de la AFT fueron incluidas casi palabra por palabra por la propia directora Welensky. En una entrevista transcrita, un funcionario de carrera de los CDC declaró que este nivel de coordinación era ‘poco común'», dijo Comer.
«En resumen, la AFT recibió un borrador completo de la guía dos semanas antes de su publicación y sugirió modificaciones línea por línea…».
«No, no lo hicimos», dijo Weingarten, interrumpiendo a Comer. Insistió en que la AFT sólo había ofrecido los dos comentarios anteriores sobre la política y los había expuesto claramente.
Defendidas como medidas razonables
La representante Debbie Dingell (D-Mich.) defendió ambas sugerencias como medidas de seguridad de sentido común.
El representante Jamie Raskin (D-Md.) se preguntó en voz alta cuál era el propósito de la audiencia. «Se convoca para acusar a una agencia federal del delito de consultar a ciudadanos estadounidenses», dijo.
Weingarten insistió en que tanto ella como la AFT otorgaban un gran valor a la educación presencial, comprendían los efectos nocivos del cierre prolongado de escuelas en los estudiantes y se sentían «aterrorizados» mientras se las arreglaban por su cuenta para definir las políticas de seguridad y funcionamiento en ausencia de orientaciones de la Administración Trump.
«Lo que simplemente buscábamos era una orientación clara y científica. Y cuando no pudimos obtenerla, lo hicimos nosotros mismos», dijo.
The Epoch Times se puso en contacto con la CEC para pedirle comentarios, pero aún no había recibido respuesta antes de la publicación de este artículo.
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