El secretario de Defensa, Lloyd Austin, lleva hospitalizado desde principios de año debido a complicaciones quirúrgicas, según reveló el Pentágono el 5 de enero, cuatro días después de que el jefe del Pentágono ingresara por primera vez en el hospital.
El general de división Pat Ryder, secretario de prensa del Pentágono, dijo que Austin fue ingresado en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed el 1 de enero «por complicaciones tras una reciente intervención médica electiva».
No se facilitaron detalles sobre el procedimiento al que se sometió el Sr. Austin ni sobre las complicaciones que siguieron. El Sr. Ryder sólo declaró que el jefe de Defensa «se está recuperando bien y espera reanudar hoy sus funciones al completo».
«En todo momento, la vicesecretaria de Defensa [Kathleen Hicks] estuvo preparada para actuar y ejercer los poderes del secretario, si fuera necesario», dijo Ryder en un comunicado.
Austin, de 70 años, se sitúa justo por debajo del presidente Joe Biden en la cúspide de la cadena de mando de las fuerzas armadas estadounidenses. Sus funciones lo obligan a estar disponible en cualquier momento para hacer frente a diversas crisis de seguridad nacional.
Apenas un día antes del anuncio, el Sr. Ryder celebró una rueda de prensa en la que mantuvo la sensación de que todo operaba normalmente en el Pentágono, ofreciendo, por ejemplo, las condolencias del jefe de Defensa a su aliado Japón tras el terremoto del día de Año Nuevo.
Pero la semana pasada ha sido todo menos normal para el Pentágono, ya que las tropas de EE. UU. en Medio Oriente están luchando con las consecuencias regionales de la guerra entre Israel y Hamás y llevaron a cabo un ataque de represalia de EE. UU. en Bagdad el jueves.
En contra de la práctica habitual
En una carta al Sr. Ryder y a Chris Meagher, subsecretario de Defensa para Asuntos Públicos, la Asociación de Prensa del Pentágono (PPA) dijo que el hecho de que el Pentágono no revelara la hospitalización del Sr. Austin «está muy por debajo» de las normas normales de divulgación.
«El hecho de que haya estado en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed durante cuatro días y que el Pentágono sólo ahora esté alertando al público a última hora de la tarde de un viernes es indignante», dice la carta.
Según la PPA, el público tiene derecho a saber cuándo los miembros del Gabinete de EE. UU. están hospitalizados, bajo anestesia o cuando se delegan funciones como resultado de cualquier procedimiento médico.
«Esa ha sido la práctica incluso hasta el nivel del presidente. Como máximo responsable de defensa de la nación, la secretaria Austin no tiene derecho a la intimidad en esta situación», declaró la asociación.
«En un momento en que hay crecientes amenazas a los miembros del servicio militar estadounidense en Medio Oriente y Estados Unidos está desempeñando papeles clave de seguridad nacional en las guerras de Israel y Ucrania, es particularmente crítico para el público estadounidense estar informado sobre el estado de salud y la capacidad de toma de decisiones de su máximo líder de defensa», añadió.
Estados Unidos ha reforzado sus fuerzas militares en Medio Oriente para aumentar la disuasión ante el temor de que la actual guerra entre Israel y Hamás se convierta en un conflicto regional.
Las milicias apoyadas por Irán han lanzado en repetidas ocasiones aviones no tripulados, misiles y cohetes contra las bases donde están estacionadas las tropas estadounidenses en Irak y Siria, lo que ha llevado al gobierno de Biden a contraatacar en varias ocasiones. Esos ataques a menudo implican discusiones y decisiones delicadas y de alto nivel por parte del Sr. Austin y otros líderes militares clave.
Estados Unidos es también el principal organizador detrás de una nueva coalición marítima internacional que utiliza buques y otros activos para patrullar el sur del Mar Rojo con el fin de disuadir los persistentes ataques a buques comerciales por parte de los Houthis en Yemen.
Con información de Reuters y Associated Press.
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