Jefe de «American Factory» en China dice que se está repatriando la cadena de suministro

Por Chriss Street
20 de abril de 2020 7:06 PM Actualizado: 20 de abril de 2020 7:06 PM

Análisis de noticias

El magnate chino Cao Dewang, quien compró la planta estadounidense de vidrio cuya historia se relata en el galardonado documental «Fábrica Americana» (American Factory), advirtió a China que la reestructuración occidental de las cadenas de suministro está teniendo lugar durante la pandemia causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), un nuevo coronavirus.

Cao Dewang, también conocido como Cho Tak Wong, se comprometió con USD 600 millones para comprar una planta de vidrio GM que había cerrado en Ohio, con la promesa de hacer regresar 800 trabajos de fabricación estadounidense. A pesar de los constantes esfuerzos de organización de la UAW (Trabajadores de Autos Unidos), su Fuyao Glass America invirtió mil millones de dólares para crear 2400 empleos en EE.UU. agregando instalaciones de producción en Greenville, Carolina del Sur y Detroit, Michigan.

Fuyao fue una de las primeras fábricas chinas en «restablecer» la fabricación que se había llevado a China, de vuelta a Estados Unidos. Cao enfatizó que sus inversiones eran estrictamente motivadas por las ventajas de costos asociadas con «tierra barata en EE. UU., precios de energía razonables y baja carga impositiva».

Siendo la fabricación de vidrio una de las industrias básicas más intensas en energía, consumiendo 13,140 BTU por dólar de producto, Fuyao se beneficia del boom del fracking en Estados Unidos.

El South China Morning Post reportó que Cao, de 74 años, le contó a Beijing News que China debe comenzar a prepararse para el cambio luego de la pandemia del virus del PCCh, porque «la cadena industrial global reducirá su dependencia de China».

Él advirtió que con el virus del PCCh revelando los riesgos de confiar demasiado la fabricación en China, acoplado con la continua guerra comercial entre EE. UU. y China, se está armando un impulso para «cambiar el hogar de la producción hacia terceros países».

Cao cree que será muy difícil que las empresas europeas y estadounidenses muden la producción de vuelta a sus países luego de perder trabajadores con las habilidades de producción necesarias. También está de acuerdo en que los jóvenes emprendedores en Estados Unidos, Japón y Corea del Sur están más interesados en Internet y la industria de las finanzas que en la fabricación.

Pero la creciente condena mundial contra el liderazgo del Partido Comunista Chino por negar el origen del brote de su virus, y luego esconder la escala de la epidemia por meses, causó la peor pandemia en más de un siglo.

El Instituto Macdonald-Laurier (MLI) organizó a más de 100 intelectuales chinos que declararon en una carta abierta que el COVID-19 es el auto infligido «momento Chernóbil» del PCCh. El manifiesto hace un llamado a todos los intelectuales independientes a terminar su apoyo acrítico para la «ridícula Cultura Roja» del PCCh.

La carta del MLI expresa solidaridad por el grito rebelde del profesor chino Xu Zhangrun, ahora bajo arresto domiciliario en Beijing, para «enfurecerse contra esta injusticia; dejar que sus vidas se iluminen con una llama de decencia; romper con la oscuridad embrutecedora y dar la bienvenida al amanecer».

El científico politólogo Andrew Michta escribió en The American Interests esta semana que el rol que «China ha jugado en exacerbar la caída de la crisis del coronavirus debería forzar a los estadounidenses a reconsiderar fundamentalmente la relación». Con la centralización radical de las redes de mercado «expuestas como un grave, casi engañoso error de cálculo», Mitcha pidió por un «desacople duro con China extendiendo el distanciamiento social al distanciamiento económico».

Japón se convirtió en la primer nación en entrar al camino del distanciamiento económico con China al anunciar 2200 millones de dólares en incentivos de repatriado, como una pieza clave del paquete de estímulos para responder a los trastornos financieros causado por el virus del PCCh.

El Congreso de EE. UU. liderado por el senador Marco Rubio (R-Florida) y la senadora Elizabeth Warren (D-Massachussets) han introducido una legislación bipartidista con el objetivo de terminar con la dominación de China de la cadena de suministro farmacéutica global y otros bienes críticos. Rubio le dijo al New York Times «Creo que eso está ahora justo ante nosotros».


Apoye nuestro periodismo independiente donando un «café» para el equipo.


A continuación

La gente siente la gravedad de la pandemia en Shanghai, China

Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando

¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.