Jefe de pandilla de Shanghai sobornaba a funcionarios chinos ofreciéndoles prostitutas

Por Frank Yue
21 de enero de 2021 8:26 PM Actualizado: 21 de enero de 2021 8:26 PM

Recientemente estalló un gran escándalo en Shanghai cuando salieron a la luz las acusaciones de que un jefe del crimen local ofrecía servicios de prostitución a funcionarios del gobierno a cambio de ventajas comerciales.

El 30 de diciembre de 2020, un tribunal supremo de Shanghai ratificó una decisión de un tribunal inferior del segundo tribunal intermedio de Shanghai contra el acusado, Zhao Fuqiang, de 47 años, exdirector de Shanghai Yusheng Investment Management Co. Zhao que fue acusado de organizar una banda criminal y una red de prostitución, violación, fraude, provocar peleas y problemas, coacción y soborno.

Según la sentencia, Zhao influyó en funcionarios del gobierno local, ejecutivos de empresas estatales, jueces y policías ofreciendo servicios sexuales a cambio de ventajas comerciales, según un reporte del 18 de enero de la revista financiera china Caixin.

Zhao empezó a luchar por ganarse la vida como sastre después de trasladarse a Shanghai desde su ciudad rural de Taixing, en la provincia de Jiangsu, a finales de la década de 1990. Luego se dedicó a dirigir una red de prostitución. Una barbería local le servía de fachada.

Una exempleada de la barbería dijo que Zhao era «un demonio», en una entrevista con Caixin. Según el relato de la mujer, Zhao la reclutó en una agencia de niñeras. Pronto, la engatusó para que accediera a prestar servicios sexuales prometiéndole «cuidados de por vida» y diciéndole «vamos a ganar dinero juntos para nuestra familia». Pero no le pagaba un sueldo. Le daba algo de dinero al final del año para cubrir sus gastos de manutención. Si ella desobedecía, la golpeaba o la amenazaba con contarle a su familia sobre su trabajo sexual.

Con el tiempo, Zhao pasó al sector del alquiler de oficinas. Fue entonces cuando transformó una propiedad de oficinas que alquilaba en un burdel secreto. Allí obligaba a las mujeres que contrataba a prestar servicios sexuales regulares y a largo plazo a sus clientes.

Invitaba a poderosas figuras locales a su oficina y las agasajaba con comidas y favores sexuales a cambio de oportunidades de negocio que le ayudaran a monopolizar los recursos del sector para el arrendamiento. Apoyándose en esos vínculos, construyó rápidamente un equipo, amplió sus operaciones y acumuló una enorme riqueza.

Pero su colusión con funcionarios locales corruptos acabó llevando a Zhao a la cárcel. Fue condenado a muerte con dos años de libertad condicional y restricciones de conmutación de pena. Es probable que también se confisquen sus bienes personales.

Más de una docena de funcionarios del PCCh fueron destituidos y acusados de aceptar sobornos y coludirse con la banda criminal de Zhao, reportó Caixin.

Entre ellos se encuentran Lu Yan, miembro permanente del Comité del Partido del Distrito de Yangpu y jefe del comité local de asuntos políticos y legales; Ren Yongfei, jefe del Tribunal del Distrito de Yangpu; Cen Hongquan, vicedirector de la Oficina de Seguridad Pública de Yangpu; Lin Feng, director general de Shanghai Wuhuan Mansion Investment Development Co. Ltd.; Jiang Shan, director general de Shanghai Huangpu Public Leasing Housing Management Co.; Hu Chenghao, director de la comisaría de Yinxing Road; y Sun Zhendong, vicedirector de la comisaría de Changbai Xincun, entre otros.

La mayoría de ellos acabaron con penas de prisión que van de siete años y medio a 17 años.

Desde que el líder chino Xi Jinping asumió el poder en 2012, muchos funcionarios —sobre todo los que formaban parte de facciones que se oponían a su mandato— han sido despedidos en virtud de una amplia campaña anticorrupción.


Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí


Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando

¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.