La administración Biden está buscando casi USD 10,000 millones para aumentar las capacidades de defensa destinadas a contrarrestar la agresión comunista china en el Indo-Pacífico.
La propuesta de gasto en defensa de la administración para el año fiscal 2025 incluye USD 9900 millones para la Iniciativa de Disuasión del Pacífico (PDI), una sección del presupuesto de defensa ordenada por el Congreso destinada a priorizar el gasto en defensa para la región.
En una audiencia celebrada el 9 de abril en el Comité de las Fuerzas Armadas del Senado, el presidente del comité, el demócrata Jack Reed, dijo que la solicitud demostraba que Estados Unidos seguía centrándose en la competencia estratégica con China.
«Sabemos que China pretende desafiar los intereses económicos y de seguridad de Estados Unidos y de nuestros aliados, y que cada vez tiene más capacidad para hacerlo», dijo Reed.
«Manteniendo nuestra competencia con China en primer plano, esta solicitud presupuestaria incluye 9900 millones para las prioridades cubiertas por la Iniciativa [de Disuasión] del Pacífico».
El Sr. Reed añadió que consideraba que la financiación era vital para garantizar la «estabilidad estratégica» en el Indo-Pacífico mediante el fortalecimiento de las redes logísticas militares, la creación de capacidades aliadas en la región y el apoyo a los ejercicios de entrenamiento con aliados y socios.
El Secretario de Defensa, Lloyd Austin, declaró ante el comité que la solicitud demostraba los continuos esfuerzos del Pentágono para enfrentarse a China «con confianza y urgencia» en la región.
«A través de una solicitud de USD 9900 millones de dólares para la Iniciativa de Disuasión del Pacífico, el Departamento sigue dando prioridad a las inversiones en nuestras actividades e infraestructuras para reforzar la seguridad y la estabilidad en la región Indo-Pacífica y reforzar nuestras ventajas y las de nuestros aliados y socios al oeste de la Línea Internacional de la Fecha», dijo el Sr. Austin en su testimonio escrito.
«Seguirá reforzando nuestra capacidad para defender nuestro país, al ritmo del creciente desafío multidominio planteado por una República Popular China (RPC) cada vez más agresiva».
El Sr. Austin también subrayó que la China comunista estaba buscando «nuevas formas de socavar los intereses de Estados Unidos» tanto en el Indo-Pacífico como en otros lugares y que sería necesario un esfuerzo continuado para contrarrestar su influencia maligna sin llevar las tensiones al terreno del conflicto abierto.
Roger Wicker (R-Miss.), miembro de mayor rango del Comité, afirmó que el entorno de seguridad en el Indo-Pacífico se había «deteriorado» mucho en los últimos años.
Sugirió que ahora existe un riesgo significativo de que el partido comunista gobernante en China entre en conflicto con el democrático de Taiwán. Asimismo, dijo, sigue existiendo una «posibilidad muy real» de que el régimen inicie un conflicto con Filipinas, un aliado al que Estados Unidos está obligado a defender por tratado.
Dada la rápida expansión militar de China, que incluye la mayor proliferación nuclear desde la Guerra Fría, Wicker afirmó que Estados Unidos tendría que hacer más de lo que le pide la administración Biden.
«Las tasas de producción militar de China, las mejoras en la formación avanzada y las estrategias de innovación son preocupantes y sorprendentes», dijo el Sr. Wicker.
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