El jefe de policía Pete Arredondo, quien ha enfrentado críticas por su respuesta a la masacre a tiros en la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas, ha defendido sus acciones en su primera entrevista pública.
Hablando con The Texas Tribune, Arredondo dijo que la falta de la llave de la puerta cerrada con llave de un salón de clases fue en última instancia la culpable de que las fuerzas del orden tardaran 77 minutos en abatir al autor del tiroteo, Salvador Ramos, el 24 de mayo.
“Lo único que era importante para mí en este momento era salvar al mayor número de maestros y niños como fuera posible”, dijo Arredondo.
Durante la entrevista, Arredondo de 50 años, dijo que tomó lo que creía que eran los mejores pasos para proteger vidas el día de la masacre, explicando: “Mi mente estaba en llegar lo más rápido posible, eliminar cualquier amenaza y proteger a los estudiantes y al personal».
El jefe de policía señaló que aproximadamente 500 estudiantes que asistían a la escuela pudieron ser evacuados de manera segura durante el incidente.
Los comentarios de Arredondo se producen en un momento en el que se enfrenta a un aumento de las críticas y el escrutinio público sobre su respuesta a los sucesos de la escuela primaria Robb, en la que Ramos, de 18 años, mató a 19 niños y dos maestras.
El jefe de policía del distrito escolar ha mantenido un perfil bajo desde el tiroteo y no se presentó a una reunión del concejo municipal en Uvalde el martes, a pesar de que prestó juramento el 31 de mayo.
Mientras tanto, el jefe de la policía estatal ha dicho que Arredondo tomó la “decisión equivocada, y punto”, cuando decidió no irrumpir de inmediato en el salón de clases en el que había entrado el atacante y, en cambio, ordenó a los agentes a que esperaran a los refuerzos.
Arredondo insistió en que no fue así.
«Ni uno solo de los agentes que respondieron dudó, ni siquiera por un momento, en ponerse en riesgo para salvar a los niños», dijo Arredondo. «Respondimos a la información que teníamos y tuvimos que ajustarnos a lo que se nos presentaba. Nuestro objetivo era salvar tantas vidas como pudiéramos, y la evacuación de los alumnos de las aulas por parte de todos los implicados salvó a más de 500 de nuestros alumnos y profesores de Uvalde antes de que pudiéramos acceder al atacante y eliminar la amenaza».
Arredondo dijo que la puerta del salón de clases estaba «reforzada con un fuerte marco de acero» y «diseñada para evitar que un atacante en el exterior entrara por la fuerza». Dado que el atacante estaba dentro del salón de clases, esto impidió que los oficiales patearan la puerta y confrontaran al tirador, explicó.
El jefe de policía dijo que “creía que la situación había pasado de ser la de un atacante activo a la de un hombre armado que se había atrincherado en un salón de clases con otras posibles víctimas”, según el Texas Tribune.
Él pasó más de una hora en el pasillo, y en los primeros 40 minutos pidió equipo táctico, un francotirador y llaves para entrar, optando por mantenerse alejado de las puertas por temor a provocar que Ramos disparara más. Arredondo también intentó hablar con el atacante pero no recibió respuesta, dijo.
Eventualmente, finalmente llegaron docenas de llaves, pero ninguna de ellas funcionó para abrir la puerta.
“Cada vez que probaba una llave, solo me ponía a orar”, dijo.
Mientras otros oficiales afuera de la escuela evacuaban a los niños, Arredondo dijo que él y los oficiales en el pasillo permanecieron en sus posiciones y esperaron a que llegaran las herramientas para poder entrar al salón de clases y confrontar al atacante.
“No es que alguien haya dicho que desistieran”, dijo el abogado de Arredondo, George E. Hyde, a Tribune. “Era ‘en este momento, no podemos entrar hasta que tengamos las herramientas. Así que vamos a hacer lo que podamos para salvar vidas’. ¿Y qué era eso? Era evacuar a los alumnos y a los padres y profesores de las aulas».
Una hora y 17 minutos después de que Ramos iniciara su masacre, la policía finalmente pudo entrar al salón de clases y dispararle fatalmente.
Durante la entrevista, Arredondo también explicó su decisión de no llevar su radio de la policía a la escuela con él, lo que los expertos creen que pudo haber contribuido al caos de la situación el 24 de mayo, y que significó que no supiera que los estudiantes estaban llamando al 911 desde el interior de las dos aulas y rogando a la policía que lo detuviera.
El jefe de policía dijo que no perdió el tiempo y entró en la escuela sin las radios porque creía que llevarlas le retrasaría, y describió que una «tenía una antena en forma de látigo que le golpeaba mientras corría» y otra «tenía un clip» que «sabía que haría que se le cayera del cinturón táctico durante una trayectoria larga”.
Tampoco llevaba chaleco antibalas, según el periódico.
Su abogado también dijo que Arredondo no emitió ninguna orden a otras agencias policiales y que no se consideraba el comandante del incidente ese día.
“Una vez que se comprometió, involucrado íntimamente en la primera línea de este caso, es uno de los que está en la mejor posición para continuar resolviendo el incidente en ese momento”, dijo Hyde. “Entonces, si bien es fácil identificarlo como el comandante del incidente debido a ese proceso NIMS, en la práctica, se ve aquí que no estaba en la capacidad de poder dirigir toda esta organización”.
El director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Steve McCraw, se ha referido a Arredondo como el “comandante del incidente” del tiroteo.
Mientras tanto, The New York Times informó que un grupo de agentes de la Patrulla Fronteriza de EE. UU. que respondieron al incidente ignoraron una orden emitida en sus auriculares de no ingresar al salón de clases.
Arredondo dijo que no se había pronunciado antes porque “no quería agravar el dolor de la comunidad ni culpar a otros”.
The Epoch Times se ha comunicado con el Departamento de Seguridad Pública de Texas para solicitar comentarios.
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