Un tribunal federal ordenó el 11 de noviembre al Departamento de Justicia (DOJ) que deje de extraer y revisar la información de los teléfonos del fundador de Project Veritas, James O’Keefe.
La orden de la jueza Analisa Torres, del Tribunal de Distrito del Distrito Sur de Nueva York, dice que antes del 12 de noviembre, el DOJ «deberá confirmar por correo electrónico que ha interrumpido la obtención y revisión del contenido de los teléfonos del peticionario O’Keefe».
Esto sucedió después de que O’Keefe presentara una moción el 10 de noviembre para el nombramiento de un perito judicial, una designación que se utiliza a menudo para las personas que hacen un trabajo puramente de investigación.
Torres ordenó además que el DOJ proporcione al tribunal una respuesta a la moción de O’Keefe antes del 16 de noviembre, y que O’Keefe proporcione al tribunal su respuesta, si la hay, antes del 19 de noviembre.
La casa de O’Keefe en el condado de Westchester, Nueva York, fue allanada a primera hora del 6 de noviembre por el FBI. Más tarde confirmó la redada.
“Golpearon mi puerta, fui a mi puerta para abrir y había 10 agentes del FBI con un ariete, luces blancas cegadoras, me dieron la vuelta, me esposaron y me tiraron contra el pasillo. Estaba medio vestido delante de mis vecinos. Me confiscaron el teléfono. Registraron mi apartamento”.
El fundador de Project Veritas había anunciado previamente en un comunicado el 5 de noviembre que agentes del FBI registraron las casas de empleados actuales y antiguos de Project Veritas.
Un portavoz del FBI dijo a The Associated Press que los agentes habían llevado a cabo una “actividad policial autorizada por el tribunal” en un apartamento de Manhattan y en una dirección en Mamaroneck, en el condado de Westchester, Nueva York. Al parecer, el portavoz no comentó si los registros estaban relacionados con Project Veritas.
En el mismo comunicado, O’Keefe dijo que el DOJ —específicamente la Oficina del Fiscal de Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York— parecía estar investigando el presunto robo de un diario de Ashley Biden, la hija del presidente Joe Biden.
«No sabemos si fue así, pero nos lleva a preguntarnos: ¿en qué mundo el presunto robo de un diario es investigado por el FBI del presidente y su Departamento de Justicia? ¡Un diario! Esta investigación federal huele a política. Project Veritas nunca amenazó ni se involucró en ninguna conducta ilegal», dijo O’Keefe.
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