La candidata del Partido Republicano de Arizona, Kari Lake, descartó el martes las especulaciones de que podría presentarse como candidata al escaño del Senado de Arizona en 2024, tras los reportes de fuentes anónimas que apuntan a que podría hacerlo.
Una periodista de la CNN, Kate Sullivan, escribió en Twitter el lunes: «Me han dicho que Kari Lake está considerando presentarse al escaño del Senado de EE. UU. ocupado por Kyrsten Sinema en 2024». Sullivan no divulgó más datos sobre de dónde había sacado esa información.
Pero en una declaración el martes, la campaña de Lake disputó el reporte y señaló que ella todavía está desafiando los resultados de las elecciones de mitad de período en los tribunales. A principios de este mes, el Tribunal de Apelaciones de Arizona acordó acelerar su impugnación contra la gobernadora demócrata Katie Hobbs y funcionarios del condado de Maricopa que argumentaron que hubo suficientes problemas el día de las elecciones que inclinaron la elección en su contra el 8 de noviembre.
Su campaña dijo a The Gateway Pundit que «Kari está muy centrada en ganar su caso judicial, ya que ella es la gobernadora debidamente elegida y su caso electoral lo demuestra», añadiendo que «cientos de miles de votos nulos se contaron solo en el condado de Maricopa» y hubo «filas de 4 horas o más en algunos lugares» el día de las elecciones. Funcionarios del condado de Maricopa confirmaron el 8 de noviembre que hubo problemas en la impresión de las papeletas y pidieron a los votantes que las depositaran en buzones separados para su posterior recuento.
«Eso es solo una PARTE de lo que salió mal en Arizona», dice el comunicado. «Kari Lake está luchando para proteger el voto sagrado del pueblo de Arizona».
El comunicado señaló que «docenas de personas» se han puesto en contacto con Lake para sugerirle que se postule para el escaño que actualmente ocupa la senadora Kyrsten Sinema (I-Ariz.), quien recientemente cambió su afiliación partidaria de demócrata a independiente.
«Ha habido varias encuestas que muestran que ella es la candidata más fuerte y podría ganar», dice. «La corrupción en DC es tan mala como en AZ y necesitamos erradicar esa corrupción, pero el enfoque de Kari está en su caso electoral y en salvar a la buena gente de Arizona de [Hobbs]».
A principios de este mes, Hobbs —quien en su cargo anterior como secretaria de Estado de Arizona estaba a cargo de dirigir las elecciones— juró como gobernadora, ya ha firmado cuatro órdenes ejecutivas y ha propuesto un presupuesto. La semana pasada pronunció su primer discurso ante la asamblea legislativa del estado.
«Perseguir teorías conspirativas, impulsar agendas para intereses especiales, atacar los derechos de sus conciudadanos de Arizona o tratar de socavar aún más nuestra democracia no llevará a ninguna parte», dijo Hobbs.
Apelación acelerada
El 9 de enero, el Tribunal de Apelaciones de Arizona ordenó que el caso de Lake podría ir a una reunión el 1 de febrero, acordando que el desafío debe ser manejado como una «petición de acción especial». Los abogados de Hobbs tienen hasta el martes para responder y argumentar por qué debe rechazarse la petición de Lake.
El Tribunal Supremo de Arizona denegó la petición de Lake de transferir su demanda a principios de enero. Escribió que el caso se vería primero ante el Tribunal de Apelaciones.
Ese juez del condado de Maricopa, Peter Thompson, desestimó la demanda de Lake el 24 de diciembre tras un juicio de dos días y escribió que no había presentado suficientes pruebas. Lake había presentado una impugnación días después de que se completara el escrutinio en todo el estado, argumentando que ella debería ser investida gobernadora o que se justifica rehacer la elección de gobernador de Maricopa.
Los datos muestran que Lake perdió ante Hobbs por unos 17,000 votos, pero Lake sostenía en su demanda que habría ganado o habría tenido muchas posibilidades de ganar si las máquinas impresoras de papeletas de Maricopa, el condado más poblado del estado, hubieran funcionado correctamente el 8 de noviembre. El perito Rich Baris declaró ante el tribunal que los votantes del día de las elecciones tendían a ser republicanos.
Baris cree que entre 25,000 y 40,000 personas que habrían votado normalmente no lo hicieron debido a los errores de las impresoras. Esa estimación, dijo, se basa en el número de votantes que empezaron a responder a sus encuestas a pie de urna pero no terminaron el proceso en medio de los problemas del tabulador en el condado de Maricopa.
Los funcionarios del condado de Maricopa, sin embargo, escribieron a finales de noviembre que los votantes no fueron privados de sus derechos el 8 de noviembre.
Thomas Liddy, el jefe de la División de Servicios Civiles de la Oficina del Fiscal del Condado de Maricopa, escribió en una carta que «ningún votante fue privado de su derecho al voto debido a la dificultad que el condado experimentó con algunas de sus impresoras». Respondía así a una carta emitida por la oficina del entonces fiscal general Mark Brnovich, que exigía respuestas después de que los votantes se quejaran a su oficina.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con el equipo de Lake para pedirle comentarios.
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