El líder norcoreano, Kim Jong-un, exigió «absoluta lealtad y fidelidad» a las fuerzas armadas y prometió reforzar las capacidades de defensa del país en respuesta a la «situación desestabilizadora» en la península coreana.
Kim habló en la reunión plenaria de cinco días del Partido de los Trabajadores celebrada el viernes, que coincidió con el décimo aniversario de su gobierno desde la muerte del padre en 2011.
«El entorno militar cada vez más inestable en la península de Corea y la política internacional han instigado a impulsar enérgicamente nuestros planes de fortalecimiento de la defensa nacional sin ninguna demora», dijo Kim, según una cita de la Agencia Central de Noticias de Corea.
Corea del Sur ha estado presionando para que se declare el fin de la guerra de Corea de 1950-53, que terminó en un armisticio, como forma de aliviar las tensiones en la península coreana. Sin embargo, Corea del Norte insiste en que cualquier tratado formal para poner fin a la guerra debe ir precedido por el fin de las «hostilidades» de Estados Unidos hacia Pyongyang.
En respuesta, Estados Unidos reiteró que no tiene «ninguna intención hostil» hacia Pyongyang y se mostró dispuesto a reunirse con Corea del Norte para negociar sin condiciones previas.
Aunque Kim habló de «cuestiones de principio y algunas direcciones tácticas que deben mantenerse en las relaciones intercoreanas y en los asuntos exteriores», el líder norcoreano no mencionó durante su discurso las relaciones de su país con Estados Unidos y Corea del Sur.
También señaló que Corea del Norte seguiría aumentando sus capacidades militares y desarrollando «sistemas de armas de alta tecnología» en respuesta a la inestabilidad de la península coreana.
Kim también ordenó a los funcionarios que den prioridad a las campañas de emergencia contra la pandemia, afirmando que no se toleraría ninguna incompetencia ni deficiencia.
En cuanto al desarrollo económico de Corea del Norte, Kim describió los objetivos de desarrollo que deben alcanzarse este año como «una gran lucha de vida o muerte», citando los avances en diversas industrias como la agrícola, la construcción, la electricidad y otros sectores.
La economía norcoreana sufrió importantes reveses en los dos últimos años debido a los cierres fronterizos provocados por la pandemia, las persistentes sanciones de la ONU y las consecuencias de los desastres naturales.
Según las estimaciones de Corea del Sur, el comercio de Corea del Norte con China, su mayor socio comercial y una fuente económica, se redujo en un 80 por ciento en 2020 antes de volver a caer dos tercios en los primeros nueve meses del año pasado.
En 2020, la economía norcoreana sufrió su mayor contracción desde 1997, mientras que la producción de grano del país también cayó a su nivel más bajo desde que Kim tomó el poder en 2011. Funcionarios de Seúl dijeron que la producción de granos del Norte mejoró ligeramente el año pasado.
Con información de The Associated Press
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