Políticos de todo el mundo han acordado hacer una campaña mundial para imponer sanciones a los chinos que violan los derechos humanos en el marco de un plan multinacional.
La decisión forma parte del último plan de acción en respuesta al comportamiento de Beijing de la Alianza Interparlamentaria Mundial sobre China (IPAC, por sus siglas en inglés), que celebró su cumbre anual en Washington, D.C., del 12 al 14 de septiembre.
«El comunicado aborda diferentes áreas de la política relacionada con la RPC (República Popular China), pidiendo un mayor apoyo a Taiwán y trasladando las cadenas de suministro críticas fuera de la RPC», dice un comunicado de la Alianza.
«Dividido en secciones que abordan los derechos humanos, la salvaguarda del orden internacional basado en normas, Hong Kong, Taiwán, el fortalecimiento de la democracia y el apoyo a Ucrania, el documento pretende proporcionar un plan de alto nivel para la campaña parlamentaria en todo el mundo».
Fundado el 4 de junio de 2020, en el 31º aniversario de la Masacre de la Plaza de Tiananmen, tras el estallido del COVID-19, el IPAC está formado por 200 diputados de 23 países que pretenden dar forma a la política y al debate sobre la amenaza que supone el Partido Comunista Chino (PCCh).
Los miembros del IPAC quieren que los gobiernos sancionen a los funcionarios y entidades del PCCh que violan los derechos humanos, incluidos los que han cometido atrocidades masivas en la región uigur de Xinjiang y aplicado la represión estatal en Hong Kong.
Human Rights Watch (HRW), organización no gubernamental (ONG) internacional que trabaja para concienciar sobre las violaciones de los derechos humanos en todo el mundo, publicó un artículo el 13 de septiembre en el que instaba al gobierno australiano a sancionar a los funcionarios chinos por las violaciones de los derechos humanos en la región china de Xinjiang.
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