La oposición europea a la cancelación del acuerdo con Irán se debe a grandes negocios y corrupción

Por Joshua Philipp - La Gran Época
17 de mayo de 2018 2:53 PM Actualizado: 17 de mayo de 2018 4:16 PM

Los líderes europeos estuvieron presionando a Estados Unidos para que permanezca en el acuerdo con Irán, ya que se enfrentan a pérdidas económicas por las nuevas sanciones a Irán, a su vez los líderes iraníes están presionando a la Unión Europea (UE) para mantener el acuerdo tal como está.

El presidente Donald Trump anunció el 8 de mayo sus planes para poner fin al acuerdo con Irán, y lo calificó de “una de las peores y más unilaterales transacciones en las que Estados Unidos haya participado jamás”.

El acuerdo fue firmado durante la administración Obama por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU -Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia- junto con Alemania. Antes de ser firmado, el acuerdo fue criticado por posibilitar descongelar decenas de miles de millones de dólares para Irán, y por las llamadas cláusulas “sunset” (ocaso) que restringe el programa nuclear iraní en el desarrollo de un arma nuclear para 2026.

Sin embargo, desde que el presidente Trump abandonó el acuerdo, Irán no mostró signos de resignación tirando la toalla; en cambio pidió a las demás potencias europeas, que que mantengan el programa.

El ministro iraní de Asuntos Exteriores Javad Zarif declaró el 11 de mayo que los miembros restantes del pacto, especialmente los tres europeos firmantes, deben tomar las medidas necesarias para salvaguardar el acuerdo y cumplir sus compromisos”. Ninguna de las disposiciones o plazos del acuerdo son negociables “de ninguna manera”, exclamó.

Zarif agrega que se le ordenó tomar “las medidas necesarias” para obtener las “garantías requeridas” de los restantes miembros del acuerdo y de los “otros socios económicos” de Irán. De lo contrario, refirió que Irán se preparará para llevar a cabo el enriquecimiento nuclear “sin ninguna restricción”, utilizando los resultados de la “última investigación y desarrollo” de sus científicos nucleares.

La respuesta europea fue rápida. El 11 de mayo, Federica Mogherini, alta representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, anunció que celebraría una reunión ministerial con los ministros de Asuntos Exteriores de Alemania, Francia y Reino Unido el 15 de mayo en Bruselas, a la que pronto seguiría una reunión con Irán.