Tras resistirse durante semanas a hacer la declaración, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo el miércoles que el brote del nuevo coronavirus, que se ha extendido a más de 100 países e infectado a decenas de miles de personas, es una pandemia mundial.
El virus, que causa la enfermedad COVID-19, se ha propagado rápidamente por toda Europa, Oriente Medio y partes de los Estados Unidos. Los funcionarios de la OMS se han mostrado reacios hasta ahora a hacer la declaración de que el virus es una pandemia mundial, lo que en general significa una enfermedad que se extiende por todo el mundo, ya que algunos expertos han dicho que calificarlo de pandemia podría debilitar aún más los ya frágiles mercados mundiales y causar restricciones más estrictas a los viajes y al comercio.
«En las dos últimas semanas el número de casos fuera de China se ha multiplicado por 13 y el número de países afectados se ha triplicado», declaró en una conferencia de prensa el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS. «En los próximos días y semanas, esperamos que el número de casos, el número de muertes y el número de países afectados aumente aún más».
Pero al describir al COVID-19 como una pandemia, el jefe de la OMS añadió que no ha cambiado la «evaluación de la amenaza» de la agencia de la ONU y que «no cambia lo que la OMS está haciendo, y no cambia lo que los países deben hacer».
«Pandemia» no es una palabra para usarla a la ligera o por descuido, dijo Ghebreyesus. «Es una palabra que, si se usa mal, puede causar un miedo irrazonable, o una aceptación injustificada de que la lucha ha terminado, llevando a un sufrimiento innecesario y a la muerte».
Italia es el país con más casos del virus fuera de China con unos 10,000, seguido de Irán con 9000 infecciones y Corea del Sur con más de 7500 casos, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
La OMS dijo que 81 países no han reportado ningún caso de COVID-19, y que 57 países han reportado 10 casos o menos. La agencia pidió a los países que amplíen los mecanismos de emergencia, que se comuniquen con la gente sobre los riesgos, preparen los hospitales, protejan y capaciten a los trabajadores de la salud, y encuentren y aíslen cada caso de COVID-19.
Se cree que el virus surgió en China continental a finales de 2019, lo que llevó al Partido Comunista Chino, que está en el poder, a poner en práctica lo que los críticos dicen que eran controles severos en Wuhan y sus alrededores. Hubo informes de ciudadanos periodistas y activistas de derechos humanos sobre personas que fueron secuestradas, pacientes que fueron cremados mientras estaban vivos o personas que fueron encerradas en sus casas desde el exterior.
Aunque la OMS no ha mencionado el cierre de Wuhan por parte de China desde el comienzo del brote —y ha alabado sobre todo la respuesta del régimen chino—, Grebreyesus dijo que «todos los países deben alcanzar un delicado equilibrio entre la protección de la salud, la reducción al mínimo de los trastornos económicos y sociales y el respeto de los derechos humanos».
Los síntomas de COVID-19 incluyen fiebre, tos, falta de aliento, otros problemas respiratorios y neumonía. Los organismos de salud de todo el mundo piden a las personas que limiten el contacto entre ellas, que se laven las manos, que eviten tocarse la cara y la boca y que eviten las grandes reuniones públicas.
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