Los senadores Mike Rounds (R-S.D.) y John Tester (D-Mont.) presentaron el 1 de febrero un proyecto de ley para prohibir que China, Rusia, Irán y Corea del Norte compren o arrienden tierras de cultivo y negocios agrícolas de EE.UU.
La legislación propuesta, denominada Ley PASS (Promoving Agriculture Safeguards and Security -Promoción de salvaguardias y seguridad en la agricultura) de 2023, requeriría que el presidente informe al Congreso sobre cualquier exención otorgada a los países prohibidos. También convertiría al secretario de agricultura en miembro permanente del Comité de Inversión Extranjera en Estados Unidos (CFIUS), un panel federal que revisa las adquisiciones extranjeras en busca de riesgos para la seguridad nacional y especifica que las inversiones agrícolas están bajo la jurisdicción de CFIUS.
Si bien la legislación es la misma que la versión presentada el año pasado, Rounds dijo que el proyecto de ley de este año tiene más apoyo bipartidista en ambas cámaras del Congreso y apoyo de las partes interesadas.
“La intención detrás de esta legislación en particular era prohibir que China, Rusia, Irán y Corea del Norte establecieran ubicaciones en Estados Unidos donde pudieran monitorear la actividad, específicamente la actividad militar potencial”, dijo Rounds en un comunicado enviado por correo electrónico a The Epoch Times.
Rounds destacó el valor de la tecnología agrícola y de semillas desarrollada en Estados Unidos.
“China tiene interés en tomar algunos de nuestros avances y usarlos en su país sin reconocer las patentes que pueden acompañar a ese material, lo que se hace más fácil si tienen una base de operaciones en Estados Unidos para obtener el material en el primer lugar”, agregó.
Tester, agricultor de Montana de tercera generación, dijo en un comunicado que estaba orgulloso de patrocinar el proyecto de ley para «garantizar que nuestros agricultores tengan un asiento en la mesa cuando el gobierno toma decisiones que afectan a nuestra seguridad nacional». Tester añadió que no iba a «cruzarse de brazos» y «dejar que nuestros adversarios extranjeros debiliten nuestra seguridad nacional comprando tierras agrícolas estadounidenses».
La agricultura es el alma de la economía de Dakota del Sur, con un valor de casi USD 12,000 millones en 2021, según el Departamento de Agricultura y Recursos Naturales de Dakota del Sur (pdf). Como la industria más grande del estado, la agricultura triplica económicamente al turismo, la segunda industria más grande, estimada en más de USD 4000 millones en 2021.
La Unión de Agricultores de Dakota del Sur (SDFU) y la Asociación de Productores de Ovejas de Dakota del Sur (SDSGA) han respaldado el proyecto de ley. Doug Sombke, presidente de SDFU, en un comunicado también alentó a otros sindicatos de agricultores estatales a apoyar el proyecto de ley.
La legislación está copatrocinada por el senador Kevin Cramer (R-N.D.), John Hoeven (R-N.D.) y Cynthia Lummis (R-Wyo.). La versión del proyecto de ley de la Cámara, también presentada el miércoles, está patrocinada por los representantes Elise Stefanik (R-N.Y.), Jim Costa (D-Calif.) y Rick Crawford (R-Ark.).
El mes pasado, CFIUS decidió que no tenía jurisdicción para revisar la compra de un terreno relacionado con un controvertido proyecto de molino de maíz chino en Grand Forks, Dakota del Norte. Ese proyecto está ubicado a 15 millas de la base de la Fuerza Aérea de Grand Forks, la cual alberga tecnología sensible de drones, satélites y vigilancia. Dicho proyecto a provocado un rechazo significativo de los legisladores republicanos y los lugareños que dicen que amenaza la seguridad nacional y económica.
Tanto el senador Kevin Cramer (R-N.D.) como John Hoeven (R-N.D.) plantearon preocupaciones de seguridad nacional antes y después de la revisión de CFIUS.
El martes, el alcalde de la ciudad de Grand Forks, Brandon Bochenski, anunció que planea detener el proyecto después de que el Departamento de la Fuerza Aérea de EE.UU. enviara una carta a Hoeven y Cramer, diciendo: “Si bien CFIUS concluyó que no tenía jurisdicción, la opinión del Departamento es inequívoca: El proyecto propuesto representa una amenaza significativa para la seguridad nacional con riesgos a corto y largo plazo de impactos significativos para nuestras operaciones en el área”.
Así se puso fin al controvertido proyecto tras un accidentado recorrido. La ciudad anunció el proyecto en noviembre de 2021, aprobó el acuerdo de desarrollo en julio de 2022, luego pausó la construcción en septiembre de 2022 en anticipación de la revisión de CFIUS. Tras la decisión del CFIUS en diciembre, el proyecto siguió adelante, pero el alcalde lo ha suspendido esta semana.
Al 31 de diciembre de 2020, China poseía 325,686 acres de tierras agrícolas estadounidenses, según el Departamento de Agricultura. Si bien la superficie en acres bajo propiedad china es un poco menos del 1 por ciento de todas las tierras agrícolas en manos extranjeras, eso representa un salto de 20 veces desde los 13,720 acres que tenía en 2010.
Pero el porcentaje relativamente bajo de tierras propiedad de china no disminuye la gravedad de la amenaza, según Rounds, quien dijo que es importante frustrar la tendencia.
«China es estratégica en cuanto a dónde compra tierras de cultivo, a veces cerca de bases militares», dijo el senador.
“Es más fácil abordar esta situación ahora que después de que hayan establecido un punto de apoyo sólido en las áreas de producción agrícola”.
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