WASHINGTON-Los legisladores que dirigen un panel del Congreso sobre China están exigiendo que el Departamento de Estado establezca recompensas en busca de pruebas de primera mano para ayudar a responsabilizar a los autores de la sustracción forzada de órganos por parte de Beijing.
Los presidentes de la Comisión bicameral Congreso-Ejecutivo sobre China, el representante Chris Smith ((R.N.J.) y el senador Jeff Merkley (D-Ore.), escribirán al Secretario de Estado Antony Blinken, solicitando que se reserven fondos para desbaratar y disuadir el lucrativo abuso, patrocinado por el Estado, según una carta que The Epoch Times vio antes de su publicación.
En el marco del Programa de Recompensas por Crímenes de Guerra, el Departamento de Estado recompensa con hasta USD 5 millones a personas con información que dé lugar a la detención, traslado o condena de ciudadanos extranjeros acusados de crímenes contra la humanidad, genocidio o crímenes de guerra.
Otros programas del Departamento de Estado incluyen Recompensas por Justicia, que busca información que «proteja vidas estadounidenses y fomente los objetivos de seguridad nacional de Estados Unidos», y el Programa de Recompensas por Delincuencia Organizada Transnacional, que cubre delitos transnacionales como la trata de seres humanos.
Smith sugiere que un programa de recompensas sobre la extracción forzada de órganos sería una buena parte de la iniciativa del Departamento de Estado para contrarrestar los crímenes contra la humanidad y la trata de seres humanos.
«Los denunciantes y los hombres y mujeres que dicen la verdad contra las dictaduras valen su peso en oro», declaró a The Epoch Times. «Porque entonces conocemos desde dentro lo que están haciendo, cómo lo están haciendo. Lo haremos con anonimato para protegerlas».
La capa de protección es «absolutamente importante», especialmente si los denunciantes forman parte de la diáspora china y tienen familiares y amigos dentro de las fronteras chinas.
«Si quieren venir a testificar, les daría la bienvenida cualquier día de la semana», pero solo si hacerlo no desencadena un mecanismo de represalias bajo el Partido Comunista Chino (PCCh), dijo.
«Matarán a sus padres, matarán a su hermana —así lo hacen— o los meterán en la cárcel y los torturarán».
La industria china de trasplantes de órganos genera unos USD1000 millones anuales, según algunas estimaciones. El Tribunal Independiente de China, con sede en Londres y dirigido por el abogado británico Sir Geoffrey Nice, que trabajó en el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia, investigó el asunto durante un año y concluyó en 2019 que la extracción forzada de órganos en China se ha producido «a una escala significativa» y que el acto constituye un crimen contra la humanidad. Las principales víctimas, según las conclusiones del tribunal, son los seguidores de Falun Gong, una práctica de meditación con decenas de millones de seguidores sometida a la campaña de eliminación por parte del régimen chino desde 1999.
Los informes sobre la sustracción forzada de órganos a practicantes de Falun Gong, uigures y otras minorías étnicas y religiosas detenidas en China han alarmado a los expertos en derechos humanos de Naciones Unidas, que en 2021 describieron las denuncias que recibieron como «tráfico de naturaleza médica» en el que participaban cirujanos y otros profesionales de la salud. En mayo siguiente, el Parlamento Europeo adoptó una resolución condenando los abusos.
Los miembros del Parlamento «consideran que la práctica de la sustracción de órganos de presos vivos condenados a muerte y presos de conciencia en China puede equivaler a crímenes contra la humanidad», según una declaración emitida por el organismo.
La representante Michelle Steel (R-Calif.), que asistió a una audiencia de la comisión sobre el tema el 20 de marzo, dijo que el Congreso «debe utilizar todas las herramientas para encontrar pruebas de la extracción de órganos y evitar que ocurra».
«Es vital que desenmascaremos y pongamos fin al plan de sustracción forzada de órganos del PCCh», declaró a The Epoch Times. «El PCCh ha creado una sofisticada industria aprovechándose de las poblaciones más vulnerables de China. Los expertos en derechos humanos calculan que en China se producen anualmente entre 60,000 y 100,000 trasplantes forzados de órganos. No se puede permitir que esto continúe».
El legislador californiano, junto con el representante Neal Dunn (R-Fla.), escribió en junio de 2023 a Blinken pidiéndole medidas para impedir que los profesionales sanitarios chinos implicados en los abusos obtengan el estatus de inmigrantes en Estados Unidos.
Es «muy, muy importante que todo el mundo sepa exactamente lo que el PCCh ha estado haciendo a estas comunidades minoritarias», dijo en la audiencia.
Se trata de «órganos de personas inocentes», afirmó. «Realmente tenemos que pararlo».
En la audiencia, Smith invitó a sus colegas a unirse a él en la firma de la carta.
«El silencio es inaceptable», dijo. «El silencio no es una opción, sobre todo por parte de las asociaciones médicas y las empresas. Si callan, son los más expuestos a la complicidad en este atroz crimen contra la humanidad».
Añadió que «todos tenemos alguna responsabilidad de actuar».
«Esta es una lucha continua para exigir transparencia y justicia», dijo. «Si no actuamos ahora, se perderán muchas más vidas».
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