En medio de un prolongado estancamiento sobre el tema del techo de la deuda en el Capitolio, los miembros demócratas de la Cámara de Representantes revelaron un plan clandestino para forzar una votación sobre el asunto.
Los planes, puestos en marcha discretamente en enero, fueron revelados por el líder de la minoría en la Cámara de Representantes, el demócrata Hakeem Jeffries, en una carta enviada el 2 de mayo a sus colegas demócratas.
«A principios del 118º Congreso, el congresista Mark DeSaulnier, en colaboración con los líderes, presentó una ley que podría utilizarse como vehículo para evitar la crisis de impago fabricada por los republicanos», escribió Jeffries.
El «vehículo» al que se hace referencia es el proyecto de ley Breaking the Gridlock Act (Rompiendo el estancamiento), un revuelto proyecto de ley que crearía un grupo de trabajo para apoyar a los abuelos que crían a sus nietos, modificaría el Programa Nacional de Reducción de Riesgos Sísmicos, cambiaría el nombre de una ley que rige el comercio de acciones por parte de los miembros del Congreso, y mucho más.
El proyecto de ley se elaboró deliberadamente para abordar una amplia gama de temas, de modo que se remitiera al mayor número posible de comités para ofrecer múltiples vías de avance, una misión que se cumplió el 7 de marzo, cuando se remitió a 20 comités. Desde entonces, el proyecto ha permanecido intacto.
El plan de los demócratas implica el uso de una petición de aprobación de gestión, una medida de procedimiento poco utilizada para sacar un proyecto de ley del comité y someterlo a la consideración de toda la Cámara si ha permanecido inactivo durante más de 30 días. Para presentar la petición, los demócratas necesitarían el apoyo de la mayoría de la Cámara, es decir, 218 votos.
En su carta del martes, Jeffries también señaló que el representante Jim McGovern (D- Mass.), el principal demócrata en el Comité de Reglas de la Cámara, presentó una «regla especial» que permite a los demócratas adjuntar un aumento limpio del techo de la deuda al proyecto de ley de DeSaulnier.
«La presentación de una medida sobre el techo de la deuda para que se incluya en el calendario de aprobación de la gestión preserva una opción importante. Ahora es el momento de que los republicanos de MAGA actúen de manera bipartidista para pagar las facturas de Estados Unidos sin condiciones extremas».
Probable fracaso
Dado que los demócratas necesitarían recabar el apoyo de al menos cinco republicanos para que su plan consiga el éxito, es poco probable que la medida logre algo.
«Lo siento @RepJeffries. No habrá 5 republicanos, que se sienten en los distritos ajustados, dispuestos a firmar una petición de aprobación de la gestión para llevar el proyecto de ley del techo de la deuda limpia de Joe Biden a la sala. Sería un movimiento que acabaría con su carrera, a menos que quieran cambiar de partido», escribió en Twitter la representante Marjorie Taylor Greene.
Además, los republicanos ya han aprobado su propia solución a la crisis de la deuda, votando el 26 de abril a favor de equilibrar un aumento del techo de la deuda con futuros recortes del gasto.
Pero para los demócratas, sus esfuerzos pueden no ser necesarios.
El 1 de mayo, después de semanas de negarse a negociar con el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy ((R- Calif.), el presidente Joe Biden invitó a McCarthy y a otros líderes del Congreso a discutir el aumento del techo de la deuda en una reunión fijada para el 9 de mayo.
La invitación de Biden se produjo después de que la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, advirtiera el lunes de que Estados Unidos podría dejar de pagar su deuda a contar del 1 de junio.
Tomando nota de esa advertencia en su carta del martes, Jeffries subrayó que el impago o default «no era una opción».
«Asegurarse de que Estados Unidos paga sus facturas —y no la nota de rescate extrema exigida por los republicanos— es el único curso de acción responsable».
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