Un grupo bipartidista de legisladores de la Cámara de Representantes exige a los miembros de los consejos de administración de la Universidad de Harvard, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y la Universidad de Pensilvania (UPenn) que destituyan a sus rectoras tras sus polémicas respuestas en una audiencia sobre antisemitismo en los campus universitarios.
En una carta fechada el 5 de diciembre, 72 legisladores expresaron su decepción por las respuestas de los presidentes de las tres universidades durante la audiencia «Responsabilizar a los líderes universitarios y hacer frente al antisemitismo» celebrada ese mismo día.
En la comparecencia, cuando se les preguntó si hacer un llamamiento al genocidio de los judíos infringe las normas o el código de conducta de las universidades en materia de intimidación o acoso, los tres rectores dieron respuestas cuidadosamente cautelosas y evasivas, evitando decir rotundamente que tal acción infringe las normas de sus universidades.
La rectora de Harvard, Claudine Gay, y la rectora de UPenn, Liz Magill, dijeron que depende del contexto, mientras que la rectora del MIT, Sally Kornbluth, dijo que podría considerarse acoso «si va dirigido a individuos, no a hacer declaraciones públicas».
En la carta, el grupo, encabezado por los representantes Elise Stefanik (R-N.Y.) y Jared Moskowitz (D-Fla.), señaló que «las respuestas de los rectores de las universidades a las preguntas dirigidas a abordar la creciente tendencia al antisemitismo en los campus universitarios fueron aborrecibles».
«Esto debería haber sido un fácil y rotundo ‘sí'».
«No hay ningún contexto en el que los llamamientos al genocidio de los judíos sean una retórica aceptable. Su incapacidad para condenar inequívocamente los llamamientos al asesinato sistemático de judíos es profundamente alarmante. Contrasta fuertemente con los principios que esperamos que defiendan los dirigentes de las principales instituciones académicas», se afirma en la carta.
«Es difícil imaginar que cualquier estudiante, profesor o empleado judío o israelí se sienta seguro cuando los presidentes de sus instituciones miembros no pueden decir que los llamamientos al genocidio de los judíos tendrían claras consecuencias en su campus».
Tras la reacción generalizada, la Sra. Magill posteó un video en X para aclarar su respuesta en la audiencia.
«En ese momento, me centré en las políticas de larga data de nuestra universidad, en consonancia con la Constitución de EE. UU., que dice que el discurso por sí solo no es punible», dijo. «No estaba centrada, aunque debería haberlo estado, en el hecho irrefutable de que una llamada al genocidio del pueblo judío es una llamada a una de las violencias más terribles que los seres humanos pueden perpetrar. Es el mal, simple y llanamente».
La rectora de Harvard también emitió un comunicado en el que decía: «Permítanme ser clara: los llamamientos a la violencia o al genocidio contra la comunidad judía, o contra cualquier grupo religioso o étnico, son viles, no tienen cabida en Harvard, y quienes amenacen a nuestros estudiantes judíos tendrán que rendir cuentas».
Sin embargo, los legisladores argumentaron que la aclaración refleja «intentos desesperados de tratar de salvar sus puestos de trabajo condenando el genocidio son demasiado poco y demasiado tarde».
La carta señalaba que los altos cargos universitarios desempeñan un papel crucial en «la formación de la brújula moral de nuestros futuros líderes» y que es necesario que reflejen de manera significativa un firme compromiso con la lucha contra el antisemitismo y otros tipos de discurso de odio.
A continuación, los legisladores pidieron el despido de estos rectores universitarios. «Dado este momento de crisis, exigimos que sus juntas destituyan inmediatamente a cada uno de estos presidentes de sus cargos y que proporcionen un plan de acción para garantizar que los estudiantes, profesores y docentes judíos e israelíes estén seguros en sus campus», dijeron los legisladores.
«Todo lo que no sea tomar estas medidas se considerará como una aprobación de lo que los presidentes Gay, Magill y Kornbluth dijeron al Congreso y un acto de complicidad en su postura antisemita», advierte la carta.
El gestor de fondos de cobertura Bill Ackman, exalumno de Harvard y crítico de las universidades por sus respuestas fallidas al antisemitismo en los campus, posteó en X tras el testimonio.
«Las respuestas de las rectoras reflejan los profundos fallos educativos, morales y éticos que impregnan algunas de nuestras instituciones educativas de élite debido en gran parte a su liderazgo fallido», dijo Ackman. «Todos ellos deben dimitir en desgracia».
El 7 de diciembre, seis congresistas del Partido Republicano de Pensilvania enviaron una carta al presidente del Consejo de Administración de UPenn, pidiendo a la universidad que despidiera a la Sra. Magill. Además, una petición online exigiendo la dimisión de la Sra. Magill cuenta con más de 25,000 firmas hasta el 9 de diciembre.
Por otra parte, el presidente de la Corporación del MIT, Mark Gorenberg, escribió el 7 de diciembre que el Comité de la Corporación del MIT «apoya totalmente a la presidenta Kornbluth», afirmando que la Sra. Kornbluth «ha realizado un excelente trabajo al frente de nuestra comunidad, incluyendo la lucha contra el antisemitismo, la islamofobia y otras formas de odio, todas las cuales rechazamos totalmente en el MIT».
The Epoch Times se ha puesto en contacto con Harvard, el MIT y UPenn para obtener comentarios.
Investigaciones
El 7 de diciembre, la presidenta de la Comisión de Educación y Trabajo de la Cámara de Representantes, Virginia Foxx (R-N.C.), anunció que la comisión había iniciado una investigación sobre Harvard, el MIT y la Universidad de Pennsylvania. El comité dijo que revisaría las políticas y los registros disciplinarios de las escuelas y examinaría «su aparentemente deplorable historial».
«El testimonio que recibimos a principios de esta semana de las rectoras Gay, Magill y Kornbluth sobre las respuestas de Harvard, UPenn y MIT al antisemitismo rampante mostrado en sus campus por estudiantes y profesores era absolutamente inaceptable», dijo Foxx.
A mediados de noviembre, el Departamento de Educación de Estados Unidos abrió investigaciones en materia de derechos civiles en múltiples escuelas y universidades a raíz de denuncias de antisemitismo o islamofobia desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás.
Entre las instituciones de enseñanza superior investigadas se encuentran cuatro escuelas de la Ivy League: Columbia, Cornell, Harvard y la Universidad de Pensilvania.
Según la Liga Antidifamación (ADL, por sus siglas en inglés), del 7 de octubre al 7 de noviembre, un mes después del inicio de la guerra, el antisemitismo en los campus se ha multiplicado por más de 10, pasando de 12 casos en 2022 a 124 en el mismo periodo. Su último estudio con Hillel International encontró que el 73 por ciento de los estudiantes universitarios judíos han encontrado o presenciado antisemitismo desde el comienzo del año académico 2023-2024.
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