Los planes de China para usar a América Latina en su agenda económica y política, detallados en un informe de EE. UU.

Por Annie Wu - La Gran Época
23 de Octubre de 2018 1:19 PM Actualizado: 26 de Diciembre de 2018 4:24 PM

Un nuevo informe de amplio alcance de una comisión del Congreso de Estados Unidos sobre China describe las estrategias del régimen chino en América Latina para obtener ventajas que impulsen sus intereses políticos y económicos.

El informe, publicado el 17 de octubre por la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad entre Estados Unidos y China, detalla en términos claros cuáles son los objetivos de China en la región de América Latina y el Caribe: lograr el acceso a los recursos naturales y los mercados de consumo de la región, configurar la política exterior y la opinión pública en favor de China; y obtener “influencia geopolítica en una región geográficamente cercana e históricamente sujeta a la influencia de Estados Unidos”, dice el informe.

Además de los crecientes compromisos militares en la región, que pueden ser considerados como alarmantes para Estados Unidos, el informe señala que el repunte en el comercio con China ha llevado directamente a la desaparición de fábricas locales en los países latinoamericanos.

Comercio

En 2015, el régimen chino estableció un plan económico para aumentar el comercio con 33 países latinoamericanos, con el objetivo de alcanzar al menos 250.000 millones de dólares para el 2020. La región sirve como un mercado en crecimiento para que las empresas chinas aseguren su participación en el mercado latinoamericano antes de entrar en mercados más consolidados como Estados Unidos y Europa, según el informe.

Los esfuerzos concertados de China la han convertido en la mayor fuente de importaciones en Panamá, Paraguay, Chile, Perú, Cuba y Bolivia.

De las importaciones chinas en la región latinoamericana, el 91 por ciento son productos manufacturados. Mientras tanto, la región exporta principalmente recursos naturales a China, como soja, cobre, mineral de hierro, cobre refinado y petróleo. Estos productos representaron el 72% de las exportaciones de la región a China en 2016.

Este tipo de comercio profundizó aún más la dependencia de la región en los productos de bajo valor para impulsar su economía, de acuerdo con el informe. Por otra parte, los sectores manufactureros latinoamericanos que ofrecen más puestos de trabajo a la población local, están siendo absorbidos por la competencia de las importaciones chinas baratas.

El informe de Estados Unidos menciona un documento de 2017 de la Organización Internacional del Trabajo que descubrió que el empleo argentino, brasileño, chileno y mexicano entre 1995 y 2011 en “computadoras, textiles y calzado, así como en el comercio, se redujo en un millón de puestos de trabajo debido a las importaciones chinas”.

Otro análisis, realizado por dos economistas de la Universidad de Boston, estimó que el aumento de las importaciones chinas amenazó al 75 por ciento de los bienes manufacturados para exportación en Latinoamérica entre 2008 y 2013.

Inversión extranjera

Beijing también se focalizó en las inversiones extranjeras en la región por sus propios intereses. En Panamá, por ejemplo, intentó obtener el control del Canal de Panamá, un centro comercial fundamental tanto para Estados Unidos como para China, mediante la adquisición y construcción de instalaciones portuarias a ambos lados del canal. Beijing incluso está construyendo una nueva embajada cerca del canal.

Como era de esperar, Panamá se convirtió en el primer país latinoamericano en firmar un acuerdo para asociarse con China en su iniciativa “Un Cinturón, Una Ruta” (OBOR por sus siglas en inglés), mediante la cual Beijing construye proyectos de infraestructura en países de todo el mundo como un medio para obtener influencia geopolítica.

El informe de Estados Unidos señaló que la influencia de China en el Canal de Panamá podría plantear problemas de seguridad: el Almirante Kurt W. Tidd declaró en una audiencia del Congreso en febrero que el “mayor alcance de China a puntos de acceso globales clave como Panamá, crea vulnerabilidades comerciales y de seguridad para Estados Unidos”.

Al igual que con otros países donde China tiene ambiciones para OBOR, China otorgó préstamos con altos intereses a países latinoamericanos que tienen poca capacidad para pagarlos. En 2017, por ejemplo, China poseía alrededor de un tercio de la deuda pública total de Ecuador.

China también suele imponer condiciones particulares a sus préstamos, como en 2009, cuando el Banco de Desarrollo de China otorgó un préstamo de mil millones de dólares a la empresa mexicana de telecomunicaciones América Móvil para un proyecto de infraestructura de redes de telecomunicaciones. Las condiciones del préstamo incluían una disposición que exigía la compra de equipos Huawei, el gigante chino de las telecomunicaciones.

Fuerza militar

El informe de Estados Unidos también indica que China incrementó sus ventas de armas a la región en una iniciativa para ganarse el favor político.

China también tiene varios proyectos con preocupantes implicancias militares: planea construir una estación de control de satélites y misiones espaciales de 50 millones de dólares en la región patagónica de Argentina.

China afirmó que la base solo se utilizará para actividades espaciales civiles, pero “los expertos afirman que la instalación podría utilizarse para recopilar inteligencia sobre satélites, lanzamientos de misiles y movimientos de drones, y para interferir con las comunicaciones, las redes electrónicas y los sistemas electromagnéticos en el Hemisferio Occidental”, señala el informe.

Además, algunos centros de estudios informaron que China tiene acuerdos con el gobierno cubano para utilizar instalaciones de la era soviética que pueden interceptar satélites y recopilar señales de inteligencia.

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