Y aquellos que tomaron esta pequeña dosis durante 18 meses también tenían menos placas cerebrales asociadas al Alzheimer. ¿Cómo actúa?
HISTORIA DE UN VISTAZO
– La curcumina, un ingrediente bioactivo de la especia cúrcuma, tiene más de 160 actividades potencialmente terapéuticas, entre ellas beneficios antiinflamatorios, neuroprotectores y anticancerígenos.
– Las investigaciones sugieren que la curcumina puede tener efectos a largo plazo sobre la función cognitiva al proteger contra la inflamación del cerebro. Al mejorar el estado de ánimo, también puede ayudar a prevenir la depresión.
– En comparación con los controles, los pacientes que tomaron 90 mg de curcumina durante 18 meses experimentaron una mejora del 28 por ciento en la memoria; los escáneres cerebrales también muestran que tenían menos placas cerebrales asociadas a la enfermedad de Alzheimer.
– La investigación también sugiere que la curcumina puede ofrecer una potente protección contra el cáncer, y se ha demostrado que mejora los tratamientos convencionales contra el cáncer, como la quimioterapia.
– Consumida sola en su forma cruda, la biodisponibilidad de la curcumina es escasa; sin embargo, existen fórmulas y métodos que mejoran su absorción. La adición de piperina puede aumentar la absorción de la curcumina en un 2000 por ciento.
La cúrcuma, una especia amarilla de curry utilizada en la cocina india, tiene una larga historia de uso medicinal en la medicina tradicional china y en la medicina ayurvédica. La ciencia moderna ha confirmado muchas de sus antiguas afirmaciones, y solo la curcumina —uno de los ingredientes bioactivos más estudiados de la cúrcuma— ha demostrado tener más de 160 actividades potencialmente terapéuticas.
Los estudios sugieren que puede ser un poderoso aliado en el tratamiento de la depresión, el cáncer, las enfermedades inflamatorias del intestino y la artritis reumatoide, por ejemplo. Muchos de los beneficios de la curcumina se atribuyen a su capacidad para apagar la inflamación, que es un sello distintivo de la mayoría de las enfermedades crónicas, desde la obesidad y el síndrome metabólico hasta las enfermedades cardíacas y la demencia.
Y lo que es más importante, tiene la capacidad de atravesar la barrera hematoencefálica y presenta potentes propiedades neuroprotectoras, lo que sugiere que puede ser útil para los trastornos neurodegenerativos. Investigadores de la Universidad de California han demostrado recientemente que puede tener efectos a largo plazo en la función cognitiva al proteger contra la inflamación del cerebro[1].
La curcumina podría proteger contra la demencia
En el estudio doble ciego y controlado con placebo, publicado en la revista American Journal of Geriatric Psychiatry,[2] participaron 40 adultos de entre 50 y 90 años de edad que informaron de leves fallos de memoria. Ninguno tenía un diagnóstico de demencia en el momento de su inscripción. Los participantes recibieron al azar 90 miligramos (mg) de curcumina (suplemento Theracurmin) dos veces al día durante 18 meses, o un placebo.
Se realizó una evaluación cognitiva estandarizada al inicio del estudio y a intervalos de seis meses a partir de entonces, y se midió el nivel de curcumina en la sangre al principio y al final del estudio. Treinta de los participantes también se sometieron a una tomografía por emisión de positrones (PET) para evaluar su nivel de depósitos de amiloide y tau antes y después del tratamiento, que están fuertemente asociados con el riesgo de Alzheimer.
Los que recibieron curcumina experimentaron mejoras significativas en la memoria y la concentración, mientras que el grupo de control no experimentó ninguna mejora. El grupo que recibió el tratamiento también manifestó un mejor estado de ánimo, y los escáneres PET confirmaron que tenían una acumulación significativamente menor de amiloide y tau en las zonas del cerebro que controlan la memoria y las emociones, en comparación con los controles. En general, el grupo de la curcumina mejoró su memoria en un 28 por ciento durante el año y medio que duró el tratamiento. Como informa Science Daily:[3]
«Los investigadores planean realizar un estudio de seguimiento con un mayor número de personas. Ese estudio incluirá a algunas personas con depresión leve para que los científicos puedan explorar si la curcumina también tiene efectos antidepresivos. La muestra más amplia también les permitiría analizar si los efectos de la curcumina para mejorar la memoria varían según el riesgo genético de Alzheimer de las personas, su edad o el grado de sus problemas cognitivos.
«Estos resultados sugieren que tomar esta forma relativamente segura de curcumina podría proporcionar beneficios cognitivos significativos a lo largo de los años», dijo Small, profesor Parlow-Solomon de la UCLA sobre el envejecimiento.
La curcumina, un potente neuroprotector
También se ha demostrado que la curcumina aumenta los niveles del factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF)[4] y éste puede ser otro mecanismo que ayude a explicar sus efectos neuroprotectores[5] Los niveles reducidos de BDNF se han relacionado tanto con la depresión como con la enfermedad de Alzheimer.
Los investigadores también han descubierto que la curcumina tiene un efecto en varias vías del cuerpo que puede revertir la resistencia a la insulina, la hiperlipidemia y otros síntomas asociados al síndrome metabólico y la obesidad,[6] y esto también puede reducir el riesgo de demencia y Alzheimer. Las autopsias revelan que las personas con altos niveles de azúcar en sangre tienden a tener mayores cantidades de placa amiloide en el cerebro, y los diabéticos tienen un riesgo un 65 por ciento mayor de padecer la enfermedad de Alzheimer que los no diabéticos[7][8].
La curcumina alivia los síntomas de la depresión
Al igual que en el estudio destacado, investigaciones anteriores también han demostrado el efecto de la curcumina para mejorar el estado de ánimo, lo que sugiere que puede ser útil contra la depresión. Un meta-análisis de 2017[9] de seis ensayos clínicos a corto plazo, controlados con placebo, concluyó que la curcumina «parece ser segura, bien tolerada y eficaz entre los pacientes deprimidos», y podría servir como un «nuevo antidepresivo». Tres de los ensayos también informaron de efectos significativos contra la ansiedad.
Otro estudio reciente[10] que evaluó el efecto de la curcumina en la depresión se realizó en Australia. Un total de 123 personas con diagnóstico de trastorno depresivo mayor fueron incluidas en el estudio aleatorio a doble ciego, recibiendo 250 o 500 mg de extracto de curcumina, 250 mg de curcumina con 15 mg de azafrán, o un placebo, durante tres meses.
En comparación con el placebo, los tres grupos de tratamiento experimentaron una mejora de sus síntomas. La curcumina fue especialmente eficaz en los casos de depresión atípica. Curiosamente, no hubo diferencias significativas en la eficacia entre las dosis. (Como nota al margen, el azafrán también ha demostrado tener efectos antidepresivos en varios estudios,[11][12][13][14] por lo que se incluyó en uno de los grupos de tratamiento aquí).
Una segunda revisión científica[15] —también publicada el año pasado— concluyó que la curcumina puede ser beneficiosa no solo para la depresión, sino también para otros trastornos psiquiátricos, gracias a sus efectos antiinflamatorios. Según los autores:
«[La] curcumina puede influir en una serie de actividades biológicas. Muchas de ellas, como sus efectos antiinflamatorios, antioxidantes, neuroprotectores y monoaminérgicos, están desregulados en varios trastornos neuropsiquiátricos…
[Se revisan los estudios in vitro, en animales y en humanos que investigan … la curcumina como tratamiento para trastornos neuropsiquiátricos como el trastorno depresivo mayor, el trastorno de estrés postraumático (TEPT), el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), el trastorno bipolar … y el autismo … Se concluye que la curcumina es un agente natural prometedor para muchas de estas condiciones …»
Efectos anticancerígenos de la curcumina
Transcripción de la entrevista
Además de sus efectos neuroprotectores, las investigaciones también sugieren que la curcumina puede ofrecer una potente protección contra el cáncer, y se ha demostrado que mejora los tratamientos convencionales contra el cáncer, como la quimioterapia[16]. Estos efectos se han demostrado en modelos animales de tratamiento de tumores de cabeza y cuello,[17] y en cultivos de cánceres humanos de mama, esófago y colon[18][19].
Por ejemplo, la curcumina parece reducir los efectos secundarios de la mitomicina C —un potente fármaco antineoplásico que puede causar daños en los riñones y en la médula ósea con su uso prolongado, así como un crecimiento tumoral secundario— al tiempo que mejora la eficacia del fármaco[20].
Los pacientes tratados con quimioterapia para la leucemia mieloide crónica también experimentaron una reducción del factor de crecimiento del cáncer cuando se añadió curcumina al tratamiento[21] La protección contra la radioterapia se demostró en un estudio realizado con pacientes de cáncer de mama que recibían radioterapia[22] Al final del estudio, las que tomaban curcumina presentaban menos daños en la piel por la radiación.
En el vídeo anterior, el Dr. William LaValley explica cómo la curcumina afecta al crecimiento del cáncer. Los tumores suelen tardar años en desarrollarse, y la progresión de una célula desde el crecimiento normal hasta el cáncer pasa por varias etapas. La desregulación de los procesos fisiológicos y mecánicos que inician y promueven el crecimiento de las células cancerosas hace uso de cientos de genes y rutas de señalización, por lo que es necesario un enfoque multiobjetivo para la prevención y el tratamiento exitosos.
Se ha demostrado que la curcumina afecta a múltiples objetivos celulares,[23] desencadenando una serie de acciones que afectan al crecimiento, la replicación y la muerte de las células cancerosas. Esta acción multifacética de la curcumina la ha hecho útil en el tratamiento de varios tipos de cáncer, como el de colon[24], el de páncreas[25] y la amiloidosis[26].
Es importante destacar que se ha demostrado que la curcumina activa la vía de señalización de la apoptosis (muerte celular), lo que permite que las células mueran en un lapso de tiempo natural[27]. Las células cancerosas pierden la capacidad de morir de forma natural, lo que desempeña un papel importante en la hiperproliferación de células que acaban formando un tumor.
Las células cancerosas prosperan en un entorno inflamatorio, y la curcumina es capaz de bloquear la respuesta proinflamatoria en varios puntos, reduciendo los niveles de citoquinas inflamatorias en su cuerpo[28] Los efectos antiinflamatorios de la curcumina han demostrado incluso igualar el efecto de algunos medicamentos[29] La curcumina también ayuda a apoyar su sistema inmunológico, que es capaz de buscar y destruir las células cancerosas tempranas de forma natural.
Cómo optimizar la absorción de la curcumina
Dado que la curcumina representa solo el 3 por ciento del peso de la cúrcuma, la simple cocción con cúrcuma no será suficiente para producir beneficios clínicos. Para lograr los tipos de resultados encontrados en estudios como los mencionados aquí, tiene que usar un suplemento que haya sido optimizado para la biodisponibilidad. Incluso en su forma cruda, la curcumina tiene una tasa de absorción muy pobre.
Como regla general, solo el 1 por ciento del producto será absorbido por su cuerpo; incluso los suplementos que tienen una concentración del 95 por ciento son absorbidos en un 1 por ciento. Los investigadores han estudiado diversos métodos de administración, como la administración oral, intravenosa, subcutánea e intraperitoneal, así como diversas formulaciones, para optimizar la biodisponibilidad. Se descubrió que los siguientes métodos mejoran la tasa de absorción de la curcumina:[30]
– Cuando se administra como nanopartícula
– Combinada con ácido poliláctico-co-glicólico
– Encapsulación liposomal
– Tomada por vía oral con piperina, el ingrediente activo de la pimienta negra[31].
En un estudio, la adición de piperina aumentó la absorción de la curcumina en un 2000 por ciento[32].
Las dosis anticáncer suelen oscilar entre 1200 y 3000 gramos de extracto de curcumina biodisponible. Dado que la curcumina es liposoluble, se puede aumentar aún más la absorción haciendo una microemulsión. Basta con combinar una cucharada de curcumina en polvo con una o dos yemas de huevo y una o dos cucharaditas de aceite de coco derretido, y luego utilizar una batidora de mano a alta velocidad para emulsionar el polvo.
La absorción también puede aumentarse mediante la ebullición. Añada una cucharada en un litro de agua que ya esté hirviendo. (Si se añade al agua a temperatura ambiente y luego se hierve, no funciona tan bien). Después de hervirla durante 10 minutos, habrá creado una solución del 12 por ciento. Bébala una vez que se haya enfriado lo suficiente.
La curcumina se desprenderá gradualmente de la solución con el tiempo y en unas seis horas será una solución del 6 por ciento, por lo que es mejor beber el agua antes de cuatro horas. Sin embargo, es mucho más fácil y conveniente obtener la curcumina que ya ha sido modificada para estar más disponible, como la curcumina microactiva.
La curcumina podría ser un suplemento valioso para las dolencias crónicas
Los investigadores han demostrado que la curcumina puede afectar a más de 100 vías celulares diferentes, ayudando así a prevenir y/o tratar una serie de enfermedades crónicas, como los trastornos neurodegenerativos y el cáncer. Al apagar la inflamación, la curcumina tiene sin duda un gran potencial medicinal.
Además de ser un potente antioxidante por derecho propio,[33] la curcumina también potencia la función de las enzimas antioxidantes del propio organismo[34]. Algunos estudios sugieren que incluso puede funcionar tan bien como algunos medicamentos antiinflamatorios para tratar las afecciones artríticas[35].
Varios estudios han demostrado un impacto en los factores de transcripción y en las vías de señalización, y han revisado los mecanismos moleculares que utiliza la curcumina para regular y modular la expresión génica[36][37][38] En general, la curcumina es potente, rentable y tiene un perfil de baja toxicidad[39], por lo que puede ser un suplemento valioso para muchos, especialmente para la población que envejece, que no solo tiene que lidiar con las enfermedades cardíacas y el cáncer, sino también con la amenaza inminente de la demencia.
En el caso de las personas más jóvenes, cabe destacar el impacto beneficioso de la curcumina en las vías que ayudan a revertir la resistencia a la insulina, el síndrome metabólico y la obesidad[40].
En definitiva, creo que la curcumina es uno de los suplementos nutricionales más valiosos que merece la pena tener en cuenta para gozar de una buena salud en general, ya que la inflamación es el motor de muchos procesos de enfermedad diferentes. Y lo que es más importante, su capacidad para atravesar la barrera hematoencefálica, reduciendo así la inflamación en el cerebro, puede ser especialmente beneficiosa para muchas personas.
Publicado originalmente el 4 de marzo de 2022 en Mercola.com
References
[1] Zmescience.com 24 enero, 2018
[2] The American Journal of Geriatric Psychiatry 27 octubre, 2017 [epub ahead of print]
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