Cuando la vida lanza una bola curva, la forma en la que elegimos como reaccionar ante una situación imprevista puede sacar lo mejor o lo peor de nosotros. Cuando una mujer de Florida perdió a su hijo pequeño en un accidente, la forma en que enfrentó la tragedia se convirtió en una fuente de fortaleza para los presentes.
Michael Robinson, quien fue parte de la Oficina Civil del Sheriff en el Centro Judicial del Condado de Marion en Ocala y que recientemente se retiró tras cumplir 35 años en la policía, compartió una página de un día de su vida en un posteo de Facebook.
«Una de las cosas por las que rezo cuando voy a trabajar es que el Señor dirija mis pasos y me prepare para servir a las personas con las que tengo contacto», comenzó. El 20 de julio de 2007, cuando Robinson llegó a la Oficina Civil del Sheriff al final de la tarde, le pidieron que se encargara de una orden de custodia de menores que estaba a 10 millas fuera de su zona asignada.
Sin embargo, en el camino a la residencia, un operador estaba tratando de contactar a otro oficial a través de la radio, que no estaba disponible, así que Robinson, que «podía decir por una voz interna que algo estaba mal», inmediatamente levantó la pantalla para ver el mensaje y encontró que un vehículo posiblemente había matado a un niño de 3 años. Afortunadamente, Robinson estaba cerca del lugar del accidente y respondió a la situación.
Al llegar a la escena, Robinson recuerda que vio a «dos mujeres arrodilladas sobre el cuerpo de un niño que yacía en la carretera», dijo entonces inmediatamente se puso en acción.
Se enteró de que una conductora de 71 años, angustiada, había atropellado a un niño llamado Ethan.
Ethan, que estaba jugando con un pequeño balón de fútbol en el garaje con su hermano mayor Chase, había corrido a la calle ese viernes por la tarde después de que su pelota rodara, mientras su madre, Cathi, preparaba el pórtico delantero para su fiesta de cumpleaños. Desafortunadamente, la conductora, que estaba cegada por la luz del sol, no había visto al pequeño Ethan en medio de la calle «hasta que fue demasiado tarde».
Mientras se desarrollaba la aterradora escena, Cathi, que tenía 35 años en ese momento, comenzó a administrarle RCP a su hijo mientras también se comunicaba por teléfono con el operador del servicio de emergencias. Para tratar de ayudar a la ansiosa madre, Robinson la apoyó haciendo compresiones en el pecho a Ethan, mientras que Cathi comenzó a respirar aire por la boca de Ethan para salvar su vida.
No mucho después, una ambulancia llegó al lugar, y un paramédico se apresuró a asistir al niño y trató de resucitarlo. Mientras Robinson observaba los trágicos acontecimientos de ese día, se acercó a la anciana visiblemente agitada y le dio un abrazo para tranquilizarla.
Mientras tanto, Cathi llegó con Chase, entonces de 4 años, desde el interior de su casa, e hicieron «manos de oración» y preguntaron si Robinson y la mujer mayor estarían interesados en unirse a ella. «Ella se arrodilló con su hijo, levantando sus manos al Señor, mientras yo estaba de pie con mi mano en su hombro derecho y la conductora con su mano en su hombro izquierdo y rezamos en silencio», dijo Robinson.
Después de unos momentos, la Patrulla de Carreteras de Florida (FHP) llegó al lugar del accidente para investigar. Para entonces, uno de los paramédicos le había comentado a Robinson que Ethan no iba a sobrevivir. La madre ansiosa «en lugar de ir a la ambulancia donde estaba su hijo, fue a donde estaba la conductora y la abrazó en un intento de consolarla», recordó Robinson.
Robinson y todos los que respondieron a la llamada—algunos oficiales, algunos médicos y enfermeras, un oficial de policía de Ocala que estaba fuera de servicio, pero vivía en el vecindario, oficiales de FHP, personal de emergencias, y varios bomberos de rescate—se inspiraron en la fuerza que mostró Cathi.
Robinson concluyó en su posteo escribiendo: «Muchas tragedias como ésta a las que he respondido sacan lo peor de la gente. [pero] vi lo mejor de Cathi».
Además, las 75 personas que participaron en la ayuda del desafortunado accidente también se vieron afectadas por la vida de Ethan. En cuanto a la anciana, Robinson le dijo a The Epoch Times por correo electrónico: «[Recuerdo] que estaba destrozada y angustiada, incluso con la reacción de Cathi. El esposo de la mujer finalmente apareció para llevarla a su casa a unas cuadras más abajo», agregó, «fue un día triste para todos los que estaban allí».
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