A fecha del 23 de marzo, un total de 16,513 menores inmigrantes ilegales no acompañados estaban bajo la custodia de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) o del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), según la Administración del HHS para Niños y Familias.
La CBP tenía bajo custodia a 4962 menores y 11,551 estaban en manos del HHS. La administración del presidente Joe Biden se ha comprometido a publicar un recuento diario de los menores no acompañados bajo custodia en medio de la creciente presión por la transparencia durante una crisis creciente en la frontera sur.
La CBP detiene a los menores que cruzan la frontera ilegalmente y los mantiene bajo custodia hasta que son procesados para su traslado al HHS. El HHS retiene a los menores hasta que los coloca con un familiar en Estados Unidos.
La práctica de la Administración Biden es diferente a la del expresidente Donald Trump, cuando las autoridades de inmigración enviaban a los menores no acompañados de vuelta a sus países de origen. Los republicanos dicen que la decisión de Biden de liberar a los menores en Estados Unidos está sirviendo de imán para que más inmigrantes ilegales hagan el viaje y crucen la frontera sur ilegalmente.
Los centros de detención de menores están gravemente superpoblados. Fotos filtradas recientemente muestran a los menores acurrucados en mantas térmicas.
Según el recuento diario, los niños procedentes de México están siendo tratados de forma diferente a los inmigrantes ilegales de otros países. Según el documento, los niños son devueltos a México.
En el 80 por ciento de los casos, los niños bajo custodia del HHS tienen un familiar en Estados Unidos, según la Administración para la Infancia y la Familia (ACF). En el 40 por ciento de los casos, el miembro de la familia es un padre o un tutor legal.
«Estos niños se reúnen con sus familias, que se encargan de cuidarlos. A continuación, los niños se someten a un procedimiento de inmigración en el que pueden presentar una solicitud de asilo u otro tipo de protección conforme a la ley», reza un comunicado de la ACF. «La administración está vigilando la frontera y movilizando todos los sectores del gobierno para encontrar soluciones compasivas y justas».
La Casa Blanca está sometida a una presión cada vez mayor para abordar la afluencia de menores no acompañados. El miércoles, Biden designó a la vicepresidenta Kamala Harris como responsable de la crisis en la frontera.
A principios de su mandato, Biden emitió una exención sobre las deportaciones del Título 42 para los menores no acompañados. La Administración Trump había utilizado la autoridad del Título 42 para devolver a los inmigrantes ilegales, debido a la preocupación por la propagación del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus.
El senador Lindsey Graham (R-S.C.) presentó el 24 de marzo un proyecto de ley que exigiría a los solicitantes de asilo de los países del Triángulo Norte —Guatemala, Honduras y El Salvador— que soliciten el estatus de refugiado en centros de asilo fuera de Estados Unidos. La propuesta también daría el mismo trato a los menores no acompañados del Triángulo del Norte que a los de Canadá y México. Según la ley actual, los menores no acompañados de México y Canadá son devueltos a sus países de origen.
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