En medio de las predicciones de una «ola roja» política en las próximas elecciones de mitad de periodo, una ola económica se ha estado construyendo durante años y no parece que vaya a terminar pronto, ya que las empresas salen de los estados azules y se dirigen a los estados rojos.
Y como resultado de sus divisiones políticas, Estados Unidos parece dividirse ahora en estados prósperos y de gran crecimiento y estados que sufren un declive crónico. Pero los estados gobernados por los demócratas creen que sus políticas sobre el aborto podrían ser un factor clave para atraer de nuevo a las empresas.
Caterpillar y Citadel, que en junio anunciaron su salida de Illinois, son solo las últimas empresas que han abandonado los estados con altos impuestos y alta regulación. Tesla, Hewlett Packard, Oracle y Remington también se encuentran entre los cientos de empresas que abandonan California, Illinois, Nueva York y Nueva Jersey para trasladarse a lugares más favorables para los negocios como Texas, Florida, Arizona y Tennessee. Las empresas que se han trasladado abarcan sectores como el tecnológico, el financiero, el de los medios de comunicación, el de la fabricación pesada, el automovilístico y el de las armas de fuego.
«Se está produciendo una gran migración, y espero que se acelere», dijo Glen Hamer, presidente de la Asociación de Empresas de Texas, a The Epoch Times. «Cuando los Caterpillar y los Elon Musk se trasladan, es un anuncio para todo el país y todo el mundo de que algo positivo está ocurriendo en ese estado. Y hay un efecto multiplicador».
Según una encuesta realizada en 2022 a 700 directores ejecutivos, los mejores estados para las empresas eran Texas, Florida, Tennessee, Arizona y Carolina del Norte. Los peores fueron California, Nueva York, Illinois, Nueva Jersey y Washington.
Incluso empresas como Apple, que no trasladó su sede a Texas, eligió establecer allí su segundo mayor campus para empleados. Amazon eligió Houston como uno de sus principales centros. Ford, Volkswagen y Nissan eligieron Tennessee como ubicación de sus principales instalaciones de fabricación. Y en algunos casos, industrias enteras como la de las armas de fuego, que están siendo objeto de legislación y demandas en los estados azules, se están trasladando al sur.
«Es una tendencia más amplia que hemos estado rastreando durante los últimos 15 años», dijo Lee Schalk, vicepresidente de políticas del American Legislative Exchange Council (ALEC), a The Epoch Times. ALEC hace un seguimiento de las tendencias económicas de los estados en su informe anual «Rich States Poor States».
«No se verán empresas trasladándose a estados como Nueva York, California y Nueva Jersey», dijo Schalk. «Se irán de esos estados a los estados vecinos, donde las políticas son un poco mejores, o harán la gran mudanza a lugares como Texas, Florida, Carolina del Norte».
«Texas fue uno de los primeros estados en recuperar todos los puestos de trabajo que perdió durante la pandemia», dijo Hamer. «Ahora tenemos una mano de obra que está en su punto más alto, y la economía tiene diversidad y fuerza. Ya sea en energía, fabricación, sanidad, tecnología, finanzas, lo que sea, la economía de Texas está funcionando a pleno rendimiento». Texas ha atraído 250 nuevas sedes corporativas desde 2015, dijo Hamer.
Cuando los empleos se van, la gente se va con ellos. Según el Censo de Estados Unidos, los estados gobernados por los demócratas, California, Nueva York, Nueva Jersey, Michigan e Illinois, perdieron en conjunto 4 millones de personas entre 2010 y 2019, los llamados «leftugees». Durante el mismo periodo, los estados con mayor afluencia de personas fueron Florida, Texas, Tennessee, Ohio y Arizona.
Los estados han logrado atraer a las empresas recortando los impuestos, reduciendo la burocracia y estableciendo políticas de derecho al trabajo. En 2013, Carolina del Norte aprobó un histórico paquete de reformas fiscales para reducir los impuestos sobre la renta de las empresas y de las personas físicas. El impuesto sobre la renta de las empresas es ahora del 2.5% y se eliminará por completo en los próximos años.
En contra de las expectativas de que los estados se arruinarían al recortar los impuestos, la afluencia de empresas y nuevos residentes suele aumentar los ingresos del estado procedentes de los impuestos sobre la propiedad, los impuestos sobre las ventas y los impuestos sobre la renta de las personas físicas, incluso cuando se reducen los porcentajes. Florida atrajo a 624,000 nuevos residentes en 2020, junto con más de 40,000 millones de dólares en ingresos, lo que equivale a unos 23,700 millones de dólares en nuevos ingresos fiscales. Florida ha disfrutado de dos décadas de inmigración neta, lo que supone una ganancia total de ingresos de 197,000 millones de dólares.
El último presupuesto de Carolina del Norte incluía un acuerdo para eliminar gradualmente el impuesto sobre la renta de las empresas, a la vez que se aumentaba el sueldo de los maestros e incluso se rellenaba el «fondo de reserva», dijo Schalk. «Carolina del Norte ha sido capaz de hacerlo porque no solo se ha atrevido a bajar los impuestos, sino que también ha controlado el gasto». Y cuando las empresas se instalan, también traen consigo beneficios intangibles.
«A cualquier tipo de organización cívica le encanta oír que una empresa de primera categoría como Caterpillar se traslada a nuestro estado», dijo Hamer. «Significa que estos ejecutivos van a formar parte de todo tipo de consejos de administración, del museo de arte local, de la ópera o de la cámara de comercio. Cuando las empresas trasladan a sus empleados, éstos se arraigan profundamente en la comunidad. Contribuyen con tiempo y dinero a actividades que hacen que la comunidad sea más vibrante».
Lo contrario ocurre también en los estados que pierden empresas y población, lo que crea un círculo vicioso en el que subir continuamente los impuestos no consigue aportar más ingresos porque la base fiscal se agota y la calidad de vida se resiente. Según un informe basado en datos del IRS elaborado por Wirepoints, una organización de investigación económica con sede en Illinois, el coste de la pérdida de empresas y personas es muy duro para estados como Illinois, que ha perdido población durante 21 años consecutivos.
Desde 2020, ese estado ha perdido un total de 535,000 millones de dólares en ingresos que se marcharon, lo que equivale a unos 25,000 millones de dólares en ingresos fiscales perdidos durante ese periodo, y 4000 millones solo en 2020. Los problemas de Illinois incluyen una pérdida de 114,000 residentes en 2021, una cadena de 21 años consecutivos de déficit presupuestario estatal, un déficit de 313,000 millones de dólares en pensiones públicas y las segundas tasas de impuestos sobre la propiedad más altas del país.
«Illinois está atrapado en una viciosa espiral descendente de la que no puede esperar salir sin cambiar fundamentalmente su forma de gobernar», afirma el informe de Wirepoints. «La reforma estructural del impuesto sobre la propiedad, la reducción de la deuda de las pensiones, el recorte de las unidades de gobierno local: el estado necesita hacer todas estas cosas si quiere convencer a los habitantes de Illinois de que se queden y persuadir a otros estadounidenses de que se muden».
La reducción de los delitos violentos también ayudaría. El aumento de la delincuencia fue, al parecer, uno de los factores que influyeron en la decisión de Citadel de abandonar Chicago y trasladarse a Miami. Ken Griffin, director ejecutivo del fondo de cobertura, había sido uno de los residentes más ricos de Illinois y había hecho donaciones de más de 600 millones de dólares a causas educativas, culturales, médicas y cívicas en el estado.
«Es la belleza de los 50 laboratorios de nuestra democracia», dijo Schalk. «Podemos ver rápidamente lo que funciona y lo que no funciona en todas las áreas temáticas. Desgraciadamente, no veo que los estados con muchos impuestos y muchos gastos cambien su forma de actuar».
«Podemos ver una aceleración de las políticas empresariales hostiles en estados como California, Illinois y Nueva York», dijo Hamer. «Es una carrera para aumentar los impuestos, aumentar la regulación y hacer más difícil la vida de la gente. Cuando se contrasta eso con estados como Texas y Arizona, la brecha no hace más que aumentar y estamos viendo la gran migración como resultado».
Los representantes republicanos en Washington están intentando conceder aún más poder económico a los estados en la producción de energía. El año pasado, el GOP presentó la Ley de Libertad de Tierras Federales, que quitaría al gobierno federal la autoridad para aprobar arrendamientos y permisos petroleros y «daría a cada estado el derecho a desarrollar todos los recursos energéticos en las tierras federales ubicadas dentro de las fronteras de ese estado».
Sin embargo, recientemente, los estados azules parecen estar despertando y buscando formas de impulsar su competitividad. El gobernador de California, Gavin Newsom, declaró recientemente que «si algunas empresas han abandonado el estado, ¡vuelvan! Es un orgullo que les demos la bienvenida de nuevo».
El gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, envió cartas personales a más de 50 empresas de estados rojos, apelando a que vinieran a Nueva Jersey. El gobernador de Connecticut, Ned Lamont, hizo un intento similar. Estos gobernadores están destacando una ventaja regulatoria que creen que les dará una ventaja sobre los estados conservadores: sus políticas permisivas hacia el aborto.
La carta de Murphy a las empresas de Georgia afirmaba que «la anulación del derecho de la mujer a la autonomía corporal —y el efecto paralizante que esta decisión tendrá en su capacidad de atraer y retener a los mejores talentos femeninos al estar ubicados en un estado que se ha negado a reconocer la libertad reproductiva de las mujeres— no puede ser ignorada».
Alyana Alfaro Post, secretaria de prensa de Murphy, dijo: «El gobernador Murphy anima a las empresas que buscan apoyar a sus empleados a mirar a Nueva Jersey, un estado donde pueden estar seguros de que los derechos de las mujeres, la comunidad LGBTQIA +, y los votantes siempre serán protegidos».
«Somos un estado amigo de la familia que respeta a las mujeres», declaró Lamont en un vídeo de presentación. «Sé que algunos de ustedes están en estados como Texas, que están prohibiendo el derecho de la mujer a elegir. Nosotros hemos codificado, estamos protegiendo el derecho de la mujer a elegir… cualquiera de ustedes, propietarios de negocios, que estén pensando en mudarse, llámenme. Me encantaría saber de ustedes».
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