WASHINGTON—El presidente Donald Trump ha sido claro en que quiere que todas las escuelas reabran en otoño, con las medidas de seguridad apropiadas.
«Vamos a presionar a los gobernadores y a todos los demás para que abran las escuelas», dijo Trump durante una mesa redonda en la Casa Blanca con profesores, estudiantes, administradores y funcionarios de salud el 7 de julio. «Es muy importante para nuestro país. Es muy importante para el bienestar de los estudiantes y los padres».
En marzo, debido a los temores por la COVID-19, 75 millones de estudiantes fueron enviados de vuelta a sus casas y a las computadoras para reanudar el aprendizaje desde allí. Los profesores y administradores se esforzaron por encontrar la mejor manera de enseñar por internet y de proporcionar todo el apoyo posible de manera remota.
«Si hemos aprendido una cosa es que la computadora nunca reemplazará al campus», dijo Trump.
El director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el Dr. Robert Redfield, dijo que su agencia trabajará con los funcionarios estatales y locales para ayudar a que las escuelas vuelvan a abrir completamente en otoño.
«Creo que vale la pena señalar que los CDC nunca recomendaron el cierre general de las escuelas durante esta pandemia», dijo Redfield. «Vemos a las escuelas (…) como una parte vital de nuestra sociedad y creemos que al medir los diferentes riesgos, está claro que veríamos que el mayor riesgo para nuestra sociedad es que estas escuelas se cierren».
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció el 7 de julio que se espera que todas las escuelas de su estado reanuden sus clases presenciales en otoño.
Jeff Beardon, superintendente de las escuelas del Condado de Forsyth en Georgia, dijo que su sistema escolar, que atiende a 52,000 estudiantes, reabrirá el 6 de agosto.
«Estamos listos para volver», dijo Beardon en la Casa Blanca. «Hemos estado planificando y preparándonos todo el verano, [y] emitiremos directrices. Nuestros estudiantes necesitan volver a la escuela».
Patrick Daly, director de la escuela secundaria St. Vincent de Paul del Condado de Sonoma, California, dijo que su escuela planea reabrir completamente el 10 de agosto.
La escuela tendrá dos planes de respaldo en caso de que se necesiten ajustes, incluyendo un plan híbrido en la escuela y en casa y un plan completo de aprendizaje a distancia.
Sin embargo, Daly dijo que la educación a distancia no es beneficiosa para los niños y niñas de 14 a 18 años. «Y en particular lo siento por los padres de los niños de la escuela primaria, que están tratando de trabajar y mantener a sus familias, y al mismo tiempo tienen que quedarse en casa y enseñar. Es muy difícil, y eso lo escucho mucho en nuestra propia escuela primaria», dijo.
Un estudiante de la misma escuela, Cameron Vaughn, dijo que «realmente significa mucho» saber que los estudiantes pueden volver a la escuela y saber a qué atenerse.
«Y significa mucho para nuestra salud emocional y mental el hecho de estar ahí fuera con nuestros amigos», dijo Vaughn.
Nancy Aichholz, presidenta de la junta escolar del Distrito Escolar de Indian Hill en Ohio, dijo que se están preparando activamente para una reapertura completa, pero que le preocupa el exceso de regulación.
«Mi mayor temor es que volvamos a matricular a todos, que nos metamos en una rutina, y que luego, debido a las regulaciones y mandatos, tengamos que volver a cerrar», dijo Aichholz. «Eso sería una interrupción sobre otra interrupción».
La Academia Americana de Pediatría (AAP) dijo que la importancia del aprendizaje en persona está bien documentada y que va mucho más allá de la instrucción académica, al incluirse habilidades sociales y emocionales, seguridad, nutrición confiable y actividad física.
La evidencia muestra que los niños y adolescentes no han sido afectados significativamente por la COVID-19, y que son menos propensos a infectarse, mostrar síntomas y propagar la infección, según la Dra. Sally Goza, pediatra y presidenta de la AAP. La gran mayoría de las muertes se han dado entre adultos mayores y en aquellos con problemas de salud previos.
A finales de junio, los niños en edad escolar representaban el 1.3 por ciento de todas las hospitalizaciones relacionadas con la COVID-19, según Brooke Rollins, directora en funciones del Consejo de Política Doméstica de los Estados Unidos.
Las escuelas ahora tienen que decidir si obligarán a los estudiantes y a los profesores a usar mascarillas, así como la forma de manejar el distanciamiento social, las aglomeraciones en las cafeterías, los pasillos, los casilleros, los patios de recreo y los viajes en autobús.
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