Método chino para curarse del virus del PCCh está disponible para nosotros en Occidente

Por Diana Zhang
04 de abril de 2020 6:14 PM Actualizado: 05 de abril de 2020 12:39 PM

Comentario

Estados Unidos está buscando formas de combatir al virus del PCCh, y en la historia se pueden encontrar indicios sobre qué hacer.

Hace años quedé profundamente impresionada al ver el cuadro «La plaga de Roma» de Jules Elie Delaunay.

La obra describe cómo la venganza divina trajo una plaga a Roma. En el cuadro, las figuras afectadas por la plaga yacen atormentadas en las calles, mientras que, a la derecha, un ángel bueno ordena a un ángel malo que golpee con su mazo los hogares donde la plaga entrará.

El artista se inspiró en un pasaje de la «Leyenda Dorada» de Jacobo de Vorágine del siglo XIII: «Y entonces apareció un ángel bueno, que ordenó a un ángel malo, armado con un mazo, que golpeara las casas, y cada casa tenía tantos muertos como el número de golpes dados en su puerta».

La historia registra que, durante ese tiempo, a veces una familia entera perecía en la plaga, excepto uno. Se decía que un sobreviviente sostenía un cadáver y rogaba que la muerte se lo llevara también, pero nunca se infectaba. Al igual que en el cuadro, la plaga parece en la vida real elegir a sus víctimas.

Este antiguo entendimiento veía al mundo desde lo moral. La bondad era recompensada, y el mal era castigado.


Apoye nuestro periodismo independiente donando un «café» para el equipo.


Al igual que en Occidente, los antiguos chinos creían que el virus o la plaga tenía ojos y seleccionaba a sus víctimas. Dirigiéndose a ciertas personas que cometían errores específicos.

Los antiguos emperadores saldrían para suplicar humildemente a los dioses, prometiendo corregir sus propios errores y pidiendo que su pueblo no fuera castigado. Al admitir sus errores, estos emperadores buscaban rechazar lo que era malo en su conducta y adoptar una actitud más recta. Una y otra vez, tal acción detuvo efectivamente los desastres. Frecuentemente, la gente buena sobrevivía a la plaga.

Ahora mismo en China hay una tranquila corriente de gente que busca, como los antiguos emperadores, cambiar su destino rechazando lo que es malo y afirmando lo que es bueno.

Algunas personas han estado llamándose y recordándose mutuamente que renuncien urgentemente a cualquier afiliación al Partido Comunista Chino (PCCh).

El PCCh ha gobernado China durante más de 70 años, y cada familia en China tiene una historia sobre el mal que han sufrido en sus manos. El historial del Partido incluye las muertes no naturales de 65 millones de personas (según el «Libro Negro del Comunismo», algunas estimaciones son más altas y otras más bajas), la expropiación de tierras y empresas, el lavado de cerebro con la doctrina comunista a las personas, la destrucción de la cultura tradicional de China, el intento de desarraigar la religión y mucho más.

Guardar silencio ante el monstruoso mal del Partido es ser cómplice de él. Al denunciar al Partido, uno rechaza ese mal.

La idea de que uno puede salvarse a sí mismo rechazando el mal nos es familiar en la literatura de Occidente. Considere «El Señor de los Anillos». Quien se acerque al poder del demonio Sauron está corrompido en su alma. Un alma corrompida y enferma puede generar un cuerpo corrompido y enfermo.

Algunas personas se han recuperado del virus del PCCh después de denunciar al PCCh.

Uno puede ver el mismo mecanismo trabajando a gran escala en los casos de Taiwán y Hong Kong. En una reciente elección nacional en Taiwán, un resultado aplastante rechazó los vínculos más estrechos con el PCCh. Taiwán tuvo casos sorprendentemente bajos del virus.

De manera similar, durante un período de meses el pueblo de Hong Kong realizó manifestaciones masivas de rechazo al PCCh, y hay relativamente pocos casos en Hong Kong.

Las personas que denuncian el PCCh y se recuperan del virus, o que rechazan al PCCh en Hong Kong o en Taiwán y no se infectan, pueden parecer muy lejanas a nosotros en Occidente. Pero, en realidad, en este mundo globalizado, estamos más cerca del PCCh de lo que uno podría imaginar.

El PCCh podría haberse desmoronado hace años, liberando al pueblo chino, de no ser por el dinero y el apoyo que recibió de Occidente. ¿Cuántos de nosotros nos hemos unido a este trabajo, a sabiendas o no? Si usted está enfermo por el virus, tal vez pueda intentarlo: denuncie al PCCh y vea cuál es el efecto. Dado que este virus es de China, este método chino podría ayudarle a vencer al virus.


Apoye nuestro periodismo independiente donando un «café» para el equipo.


Le puede interesar:

Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando

¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.