A medida que aumenta el flujo migratorio en varias ciudades de México, varios inmigrantes centro y sudamericanos duermen en las calles mientras esperan un permiso en el país para continuar su camino rumbo a EE. UU. A la par, vecinos y otros ciudadanos mexicanos, comprenden que son personas atravesando momentos difíciles.
Jonathan y Johanna, una pareja de esposos hondureños, llevan pernoctando tres noches en un campamento improvisado en la plaza Giordano Bruno, en la Colonia Juárez de la alcaldía Cuauhtémoc, junto a otras decenas de familias haitianas, quienes llevan 15 días en el lugar.
La plaza Giordano Bruno, un lugar donde vecinos, restauranteros, taqueros, turistas extranjeros e inmigrantes coexisten, se encuentra a unas cuadras de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR).
Jonathan relató este domingo 24 de septiembre en una entrevista a The Epoch Times México, el motivo por el cuál decidieron salir de su país natal.
«En Honduras, igual que los países de todos nosotros, no hay cómo poder trabajar y si hay, pues lo están explotando a uno. El gobierno que nosotros tenemos ahorita en estos momentos se está volviendo comunista, al igual que Venezuela, al igual que los demás países comunistas», explicó el hombre hondureño.
«Ya nosotros no podemos tener prácticamente libre expresión», agregó. «Yo con mi esposa, dejamos a nuestro hijo allá [en Honduras] para buscar una vida mejor».
Jonathan cuenta que en 2021 él y su esposa intentaron tramitar sus documentos para cruzar legalmente por México hacia EE. UU. Sin embargo, al no obtener respuesta se desesperaron y decidieron partir sin documentos, y aunque los deportaron, lo intentaron una vez más.
El padre de familia recuerda que durante la pandemia en Honduras había mucha escasez de alimentos, llegando a considerar incluso alimentarse con animales domésticos.
Y aunque Jonathan reconoció que cualquier migrante ilegal sabe que la travesía de cruzar México es peligrosa. Al parecer, pesan más las carencias y la necesidad de obtener una vida más digna.
«Hondureños, haitianos, venezolanos, del país que seamos… al entrar a su país, nosotros corremos los mismos riesgos que todo mundo», dijo Jonathan.
Aunque destacó, que él cree que son los venezolanos quienes más sufren.
El hondureño reconoció que si bien han recibido muestras de apoyo de refugios o albergues, tanto él como su esposa optaron por pernoctar en las calles antes que dormir en un albergue.
«Es demasiado antihigiénico, en partes no hay aseo y pues la verdad que uno va de tránsito, o sea uno va de pasada como yo», explicó.
Vecinos de la colonia y empleados muestran empatía
Una de las vecinas del barrio, Esperanza Mez, quien vive en la calle Lucerna a la vuelta de la COMAR, explicó que la situación de los migrantes la ha impactado mucho. Pues a pesar de sentir empatía por ellos, no ha sido fácil ver tantos migrantes durmiendo en las calles en los últimos meses.
«No podíamos salir porque estaban acostados ahí», dijo Mez, agregando que la mayor afluencia la vio aproximadamente hace tres meses. «Ahorita más o menos, ya no son tantos, pero ya empezaron a venir otra vez, porque ahí esta la casa donde vienen».
Por su parte, Margarita Anaya, encargada de limpiar la zona de la Plaza Giordano Bruno desde hace seis meses, no se queja de la situación. Intenta comprenderlos desde su propia experiencia y continúa su labor.
«Yo los considero mucho porque su país está en las ruinas, nosotros estamos en la gloria y aún nos quejamos», dijo Anaya. «Son educados, son más limpios que nuestros paisanos», agregó.
Sin embargo, la empleada mexicana puede comprender que los residentes de la zona estén en desacuerdo con la situación, de nuevo poniéndose en su lugar y comprendiendo que podrían afectar el espacio recreativo.
«Pienso que es su espacio, no se han de sentir a gusto, por sus mascotas. Porque es su espacio y salen con su familia en la tarde», explicó.
La crisis migratoria en México y EE.UU. ha incrementado en las últimas semanas. La canciller Alicia Barcena, dijo el viernes 22 de septiembre en rueda de prensa, que calcula que este año 140,000 migrantes llegados desde Centroamérica transitarán por el territorio en camino a Estados Unidos, a un ritmo que “rebasa cualquier capacidad, tanto de México como de EE.UU.”
Asimismo, este lunes la Guardia Nacional de México y el Instituto Nacional de Migración, reportó que un total de 415 migrantes, entre ellos 67 menores de edad, de 19 países, fueron encontrados en las últimas dos semanas en distintos hechos, en el estado de Sonora, noroeste de México.
Con la colaboración de Eduardo Tzompa.
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