Cuando al taiwanés Brian Chang le diagnosticaron un cáncer poco frecuente, el tumor ya se había extendido rápidamente, haciendo ineficaces tratamientos como la quimioterapia y la terapia dirigida. Tras perder la esperanza en la atención médica, volvió a la espiritualidad en busca de una respuesta. Entonces, su estado se invirtió de forma asombrosa. Al recordar el milagro ocurrido hace dos años, sintió como si hubiera rozado la muerte y ahora tuviera una nueva vida.
Un año de infortunios
Chang, de 50 años, es el fundador y director general de U Hydrogen Technologies, una empresa con sede en Taiwán.
En 2021, vivió un año tumultuoso y desafortunado. Su trabajo se enfrentó a dificultades y la empresa tuvo graves problemas de liquidez, lo que le provocó un gran estrés. Al mismo tiempo, discutía a menudo con su mujer y su relación estuvo a punto de llegar al divorcio.
Para empeorar las cosas, su cuerpo empezó a deteriorarse y a menudo sufría hinchazón de estómago. Al principio lo atribuyó al estrés y no se lo tomó en serio. En agosto de 2021, se sometió a endoscopias y ecografías en el hospital, pero la causa de sus dolencias seguía sin estar clara.
En octubre, sintió un bulto del tamaño de una aceituna en el lado izquierdo del cuello. Los médicos le hicieron una biopsia y pruebas. Mientras esperaban los resultados, también le hicieron una radiografía de tórax, que sorprendentemente reveló un pecho lleno de tumores, a pesar de que la misma prueba había tenido resultados normales cuatro días antes de la biopsia.
Posteriormente, los resultados de la biopsia del bulto del cuello revelaron que padecía un cáncer raro conocido como tumor mixto de células germinales. Los médicos diagnosticaron que su estado era extremadamente peligroso, ya que el tumor era muy maligno y ya había hecho metástasis rápidamente.
Los tumores de células germinales se forman a partir de mutaciones o variaciones en las células germinales primordiales y los tumores mixtos de células germinales consisten en dos o más tipos de tumores de células germinales. Las células cancerosas suelen extenderse a los tejidos circundantes o invadir los vasos linfáticos, haciendo metástasis en otras partes del cuerpo.
Las pruebas del índice de cáncer revelaron que el nivel de gonadotropina coriónica humana beta (beta-HCG) del Sr. Chang superaba las 300,000 miliunidades internacionales por mililitro (mIU/mL), y este alto nivel de hormona nunca se encuentra en hombres normales.
Los médicos le administraron quimioterapia de alta intensidad durante un ciclo estándar de cuatro meses. A pesar de la reducción, su índice de cáncer seguía sin estar dentro de los valores normales, por lo que se le administraron dos meses más de tratamiento. Durante este periodo también se añadió terapia dirigida, pero el índice de cáncer siguió siendo elevado. Los efectos secundarios del régimen de quimioterapia de seis meses afectaron gravemente su cuerpo; en junio de 2022 había perdido más de 44 libras y estaba frágil y demacrado.
Los médicos consideraron que su cuerpo no podía soportar más tratamiento y le sugirieron que volviera a casa para descansar.
Retorno a la práctica espiritual
Perdiendo la esperanza, el Sr. Chang decidió volver a la espiritualidad para ver si podía ayudarle.
Había sido practicante de Falun Gong —una práctica espiritual— hace 20 años. Más tarde la abandonó debido a su apretada agenda de estudios y trabajo.
Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, se hizo ampliamente conocido en China en la década de 1990, con hasta 100 millones de practicantes. Más tarde se extendió por todo el mundo. La práctica sigue los principios espirituales de verdad, compasión y tolerancia. Consiste en una meditación sentada y cuatro series de de ejercicios en movimiento.
Durante su tratamiento de quimioterapia, el Sr. Chang empezó a leer el texto principal de Falun Gong, «Zhuan Falun». Tras completar el tratamiento y recibir el alta del hospital, reanudó la práctica de los ejercicios una vez que su cuerpo se recuperó ligeramente. Al principio, fue un reto para él debido a su muy debilitada condición física, a pesar de que los movimientos eran lentos y suaves, similares al tai chi. Después de realizar los ejercicios de pie, descansaba durante largos periodos, temiendo desmayarse. Sin embargo, no se rindió y siguió perseverando.
Sorprendentemente, en menos de 10 días, podía completar una sesión de ejercicio de una hora en una sola sesión, y su fuerza física también se recuperó.
También mencionó que había tenido algunas experiencias inexplicables durante la meditación.
Una vez, mientras meditaba, sintió de repente como si alguien le empujara con fuerza por detrás. La intensidad de la fuerza le sobresaltó, pero sabía que no había nadie detrás de él.
En sus siguientes sesiones de meditación, siguió experimentando estas sensaciones, a menudo acompañadas de una presión parecida a un masaje, que aparentemente se producía en una frecuencia determinada. Además, percibía una presencia que circulaba por su cuerpo y podía sentir claramente fuertes y cálidas corrientes de energía que le atravesaban. La sensación de empuje persistía fuera de la meditación, y a veces se producía más de una docena de veces al día. Con el tiempo, estas sensaciones parecieron integrarse en su cuerpo, disminuyendo en intensidad hasta que dejó de notarlas a menos que se concentrara en ellas.
Después de 5 revisiones, el cáncer había desaparecido
Aunque su fuerza física se recuperó rápidamente, aproximadamente un mes después de la quimioterapia, el índice de cáncer del Sr. Chang aumentó repentinamente, lo que indicaba un rápido crecimiento del tumor. En respuesta, su médico de cabecera le recomendó un tratamiento adicional.
El Sr. Chang empezó a explorar varias opciones de tratamiento, pero no encontró ninguna que garantizara su eficacia. Además, todas tenían posibles efectos secundarios.
Su médico le dijo que era necesaria una intervención quirúrgica mayor para extirpar las células cancerosas del peritoneo, que se sospechaba que era el foco primario del cáncer. La operación implicaría una gran incisión desde el esternón hasta el perineo, que dejaría completamente al descubierto los intestinos. Además, habría que cortar el suministro de sangre a varios órganos, lo que causaría daños irreversibles.
Al final, decidió someterse a la operación.
Sin embargo, durante una revisión previa a la operación en octubre de 2022, su índice de cáncer, que se esperaba alcanzara un nuevo máximo, había descendido significativamente.
El médico que le atendió no se creyó el resultado de la prueba, e incluso sospechó de un mal funcionamiento del instrumento. No obstante, el Sr. Chang solicitó aplazar la operación, a lo que accedió el médico que le atendía, permitiéndole volver para una nueva observación.
Dos o tres semanas después, el Sr. Chang acudió a otra revisión y su índice de cáncer había vuelto a descender. El médico que le atendió seguía teniendo sospechas y le pidió que volviera al cabo de un tiempo.
Cuando volvió para la tercera revisión después de descansar, su índice de cáncer había descendido a un solo dígito. El instrumento ya no podía detectar el índice de cáncer en la cuarta y quinta revisiones.
Otros exámenes oncológicos diversos también confirmaron que el tumor había desaparecido, y su cuerpo estaba completamente sano. Era diciembre de 2022, el sexto mes desde que había reanudado su práctica espiritual.
Él cree que esta es la razón por la que se recuperó.
Durante el año siguiente, los resultados de múltiples revisiones mostraron que estaba todo normal y se sintió sano. A principios de 2023, volvió a trabajar en su empresa.
El Sr. Chang contó que, cuando se conocieron los resultados de las pruebas, el médico que le atendió le preguntó qué había estado haciendo. El Sr. Chang le explicó que había estado practicando Falun Gong. El médico se mostró escéptico: «¿Cómo es posible? Nunca se había dado un caso así».
«Sin embargo, una vez que me recuperé del todo, el médico empezó a creer», dijo el Sr. Chang. «Me preguntó cuándo había empezado a practicar Falun Gong e incluso lo registró en mi historial médico».
El Sr. Chang dijo que el médico que lo atendió estaba conmocionado y exclamó repetidamente: «Esto no lo puede explicar la medicina moderna. Es un milagro».
Lo que ocurrió más tarde
Puede que no se trate de un milagro, ya que los estudios han descubierto que la práctica espiritual puede ayudar con las enfermedades crónicas.
Un estudio por observación presentado en la reunión anual de 2016 de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica descubrió que la práctica de Falun Gong mejoraba los síntomas y prolongaba la vida de pacientes con cáncer en fase terminal. Investigadores de Suiza, Taiwán, Reino Unido y Estados Unidos llevaron a cabo una investigación con 152 casos de practicantes chinos de Falun Gong con cáncer terminal. En la fecha del informe, 149 pacientes seguían vivos y con buena salud. En comparación con el periodo de supervivencia previsto de 5.1 meses, el periodo de supervivencia real se prolongó significativamente hasta los 56.0 meses. Cabe destacar que la calidad de vida de los pacientes también mejoró significativamente.
Un estudio mediante encuesta publicado en 2020, en el que participaron más de 1000 practicantes taiwaneses de Falun Gong, reveló que entre el 70 y el 89 por ciento de las personas con enfermedades crónicas como cardiopatías, diabetes, problemas pulmonares e hipertensión arterial experimentaron una mejora o recuperación tras la práctica espiritual.
Lo que desapareció junto con el cáncer fue la tensa atmósfera que reinaba en el hogar del Sr. Chang.
El Sr. Chang dijo que después de reanudar la práctica de Falun Gong, podía adherirse genuinamente a los principios de verdad, compasión y tolerancia. Antes, era como un «autoritario» en casa, a menudo se enfadaba y creaba un ambiente tenso. Después de practicar, el ambiente en casa experimentó una transformación de la «noche a la mañana.
«Mi mujer me dijo que parecía haberme transformado por completo en una persona distinta, que le parecía increíble».
La transformación del Sr. Chang ha tenido un profundo impacto en su familia. A principios de 2023, su mujer, sus tres hijos y la suegra y la cuñada del Sr. Chang se unieron a él en la práctica espiritual.
Además, se volvió más tolerante y comprensivo con sus subordinados en el trabajo, dejando de aferrarse a las emociones negativas.
«Mi afán de lucro y riqueza disminuyó», añade. «Sorprendentemente, condujo a una mejora significativa en las operaciones de la empresa».
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