El «infame» festival de comidas de perro de China ha estado causando un alboroto entre los activistas de animales y personas en todo el mundo durante años. Esta vez, un hombre de negocios y amante de los animales de Los Ángeles decidió que no podía sentarse de brazos cruzados, ya que cada vida importa y merece una oportunidad para vivir.
Marc Ching es un amante dedicado a los animales, que ocupa gran parte de su tiempo rescatando a los caninos que son abusados en Los Ángeles. Cuando se enteró de la «shockeante» fiesta de la carne de perro Yulin (China) y el comercio rampante de carne de perro en Asia, decidió verlo por sí mismo y presenciar la crueldad de primera mano.
Cuando finalmente vio los horrores del festival, estaba aterrorizado y en estado de shock absoluto. Marc cree que tal abuso y tortura se lleva a cabo para hacer la carne más popular y costosa.
Lo que Marc testificó hizo aún más fuerte su convicción por el camino que había elegido. En junio de 2016, Marc y su equipo rescataron más de 1000 perros de Yulin.
«Cuando rescatas un perro y ese perro te mira, es como ese momento cuando estás enamorado de alguien … es increíble. No creo que la gente se dé cuenta de que hay belleza en lo que hago «, dijo Marc a la revista Dogster, mientras compartía cómo se sentía su corazón después de la atrevida tarea de rescate.
Marc recibió un beso de un bull terrier que logró rescatar de Li Yuan, China.
Marc, fundador de la Fundación Animal Hope & Wellness y dueño de The PetStaurant, sabía que el festival Yulin casi se ha convertido en el estilo de vida moderno chino y no pudo comprender por qué los perros fueron sometidos a tal tortura cruel y horrible antes de ser asesinados por su carne.
«Cuando fui a China, vi cosas que no sabía que la gente podía hacer. Yo sabía que comían perros allí, pero yo no sabía sobre el aspecto de la tortura y el abuso asociado con la preparación de la carne. No tiene sentido para mí, es indescriptible», recordó Marc.
Aunque estaba traumatizado, comenzó a hacer viajes regulares a China, Corea del Sur y Vietnam, con la determinación de salvar tantas vidas caninas como pudiera. En sus primeros viajes, visitó los mataderos y los mercados de carne por su cuenta, y fue capaz de rescatar a unos 249 perros de los cuales sólo 61 sobrevivieron. Pero su voz interior le empujó a hacerlo aún mejor.
En sus próximos viajes, fue acompañado con traductores y veterinarios que podrían hacer el proceso mucho más fácil. Pero la tarea seguía siendo un desafío.
Marc visitaba mataderos donde su traductor trataba de hacerlo pasar por un «rico cliente estadounidense» interesado en comprar un gran número de perros para exportar su carne a América.
Aunque él ocasionalmente tuvo éxito, a menudo los comerciantes de la carne detectaron que era un engaño. Como resultado, sufrió no sólo el abuso, sino también situaciones de amenaza para su vida durante sus operaciones de rescate.
Cuando los inocentes e indefensos animales no tenían esperanzas de sobrevivir, se acercó a ellos a brindarles una esperanza.
Del mismo modo se aseguró que inmediatamente después de su rescate serían tratados por el veterinario si fuera necesario. Los perros fueron puestos para la adopción local y a los que fallecieron les dieron un entierro decente.
«La gente pregunta, ¿por qué salvarlos, cuando sabes que van a morir de todos modos? Es porque al final, tiene que haber algo de luz. Una forma de luchar contra la oscuridad. Siempre pienso que si pueden sobrevivir, ese amor es tan grande y profundo, eso solo será su justicia», escribió Marc en su página de Instagram.
Marc no siempre tuvo éxito, pero sus esfuerzos, bondad y valentía siguen inspirando a la gente. ¡El mundo definitivamente necesita más corazones como el suyo!
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