Una abuelita de 74 años de edad se arrojó valientemente sobre un caimán para salvar la vida de su perrita golden retriever de 11 años de edad. Aunque ambas sufrieron heridas, la mujer no se arrepiente de su decisión.
Suzan Marciano es una mujer de 74 años que paseaba a su perra Nalu cerca de un lago en el parque Burt Aaronson, al oeste de Boca Ratón en Florida, Estados Unidos.
Pero el paseo de aquella tarde se convirtió inesperadamente en una experiencia “horrible”. Cuando su perrita golden retriever de 11 años de edad entró al agua para jugar y refrescarse, Marciano se acercó a la orilla del lago para mojarse los pies, de pronto la sombra de un enorme caimán de más de 2 metros de largo la dejó petrificada, informó The Palm Beach Post.
“Se me salió el corazón”, dijo Marciano.
El caimán atacó a Nalu, tomándola con sus enormes mandíbulas. «Giró la cabeza y agarró al perro», dijo la mujer en una entrevista con Local 10.
Pero la valiente mujer, sin pensar mucho, decidió lanzarse encima del enorme reptil para salvar a su mascota. Lo cuál funcionó, haciendo que el caimán soltara a su perrita.
«No estaba pensando», dijo Marciano. «Hice lo único que podía hacer. Me eché encima del caimán con todo mi peso».
Sin embargo, el enorme caimán no se fue inmediatamente y contraatacó, mordiendo a la mujer en la mano. Tras tironear y luchar contra el animal, Marciano finalmente logró escapar y salir del lugar.
«Mientras me alejaba, me mordió la mano, el caimán me agarró la mano, seguí tirando y me soltó», relató la mujer a Local 10.
La mujer estaba en estado de shock y realmente asustada tras lo que acababa de suceder, pues aunque había logrado escapar del caimán, tanto Nalu como ella estaban heridas y asustadas.
Tras recuperar la calma, la mujer se dirigió a su automóvil. Después fue atendida en la Clínica de Urgencias Bautista y posteriormente llevó a su perra a la clínica de mascotas, informó The Palm Beach Post.
Marciano sufrió una herida punzante en la palma de la mano que requirió seis puntos de sutura. Nalu sufrió heridas en el vientre y tuvo que ser operada.
Por otro lado, la mujer explicó que lleva paseando más de 8 años en el parque donde se encuentra el lago y en donde suelen dar clases de esquí; y dijo que nunca había visto algo así.
«Llevo ocho años paseando por allí y nunca, jamás, he visto ni siquiera un pez en ese lago», dijo Marciano en una entrevista.
Sin embargo, sabe que tienen mucha “suerte de estar vivas” ante el terrible ataque y que de cierta forma fueron protegidas.
«La Providencia debió de acompañarme», dijo. «Todo fue un auténtico caos”.
Pero volteando hacia atrás y reflexionando sobre lo sucedido, la valiente mujer dice que no se arrepiente de su decisión, pues para ella hubiera sido mucho peor perder a su querida mascota.
«Si no hubiera hecho lo que hice, la habría perdido y eso habría sido aún más horrible para mí», dijo la mujer.
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