Un anciano de 81 años en silla de ruedas que se cayó a un lago mientras paseaba a su perro estuvo en peligro de ahogarse hasta que su perra se convirtió en su ángel de la guarda. Ladrando fuertemente, alertó a los transeúntes, que ayudaron a sacar al anciano del lago por los pelos.
Harry Smith, un residente de Florida, estaba paseando a su perro de 9 años, Sarah Jane, por un lago de Port St. Lucie, cerca de su casa de Southwest Twig Avenue, cuando su silla de ruedas eléctrica perdió tracción con el suelo. Luego, la silla se deslizó por la orilla y cayó al agua.
«El Sr. Smith comenzó a gritar pidiendo ayuda ya que no sabía nadar y luchaba por mantenerse a flote», compartió el Departamento de Policía de Port St. Lucie (PSLPD) en Facebook el 4 de febrero. «Al sentir que su dueño estaba en problemas, su perro comenzó a ladrar fuertemente, lo que alertó a dos transeúntes al otro lado de la calle».
Los transeúntes ―los vecinos Edward Suhling, de 58 años, y Aby «Jacob» Chacko, de 49 años― corrieron hacia allí y llamaron la atención del agente del PSLPD Adam Doty, que conducía en su patrulla por Airoso Blvd. Cuando llegaron al lago, Smith estaba con el agua hasta el cuello.
Chacko dijo a Treasure Coast Palm: «Tan pronto como llegué, vi la silla de ruedas y el perro, y reconocí que es Harry y sé que no puede caminar».
Suhling añadió: «Se podía ver en su cara, pensaba que se estaba muriendo».
Según Suhling, Sarah Jane estaba chapoteando en el agua cuando él y Chacko llegaron al lago. Inmediatamente, Suhling se lanzó al agua; su vecino sujetó los brazos de Smith mientras Suhling le sujetaba las piernas y, con la ayuda de Doty, le levantaron y sacaron del agua.
Smith recibió atención médica en el lugar y fue declarado suficientemente apto para volver a casa. La policía atribuyó al perro y a los dos transeúntes haber ayudado a salvar la vida del anciano ese día.
Aunque Smith salió ileso de la experiencia, su silla de ruedas eléctrica resultó dañada por el agua. Por ello, el agente Doty y el distrito de bomberos del condado de St. Lucie se ofrecieron a llevarlo de vuelta a casa.
Sin embargo, a medida que la historia de Smith se difundía en las redes sociales, también lo hacía el apoyo de las personas.
Menos de dos semanas después de la terrible experiencia junto al lago, el Departamento de Policía de Port St. publicó una actualización en Facebook. Sarah Jane no solo había recibido un día de spa canino de cortesía por su heroísmo, de parte de los peluqueros locales Dogs with Style Mobile Grooming, sino que Smith también había recibido una silla de ruedas nueva.
«La policía ha recibido una gran cantidad de apoyo de nuestra comunidad para reemplazar la silla de ruedas dañada del Sr. Smith que cayó en el estanque», explicó la policía en su publicación. «Hoy temprano, el señor Smith era todo sonrisas al recibir una nueva silla de ruedas eléctrica que fue generosamente donada por Medical Homecare Supplies».
En las fotos, un feliz Smith se sienta orgulloso en su nueva silla con una feliz y acicalada Sarah Jane a su lado.
«La quiero. Siempre lo he hecho y siempre lo haré», dijo Smith. «Es una perra tan buena. Todo el mundo en este vecindario la quiere, y todos cuidan de ella».
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