En un mundo donde a menudo las noticias nos abruman con tristeza, de vez en cuando surge una historia que, aunque comienza en la oscuridad, nos recuerda que siempre hay esperanza. Esta es la historia de Lucy, una perrita foxhound americana que pasó de las garras de la muerte a una vida llena de amor, gracias a dos corazones generosos dispuestos a no dejarla atrás.
Corría el otoño de 2022 pasado cuando Will Green, un joven músico oriundo de Baltimore, salió a hacer footing con su fiel compañero Cokie, un perro rescatado. Lo que parecía ser una rutina habitual pronto se convertiría en una misión de rescate que cambiaría varias vidas para siempre.
Imaginen la escena: un parque solitario, la lluvia fría de la noche anterior aún presente en el aire, y en medio de todo, un bulto inmóvil cubierto de barro. Ese bulto era Lucy, aunque en ese momento nadie lo sabía. Fue Cokie quien, en un acto que desafía la lógica humana pero no la canina, se separó abruptamente del Sr. Green y corrió hacia ese rincón olvidado del parque.
«Normalmente no se separa de mí», confesó el Sr. Green a The Epoch Times. Lo que encontró al seguir a Cokie le heló la sangre: una perrita foxhound, demacrada hasta los huesos, yacía en un charco de barro, con un aspecto tan lamentable que parecía más muerta que viva.
Pero el destino tenía otros planes para Lucy ese día. El Sr. Green, con el corazón encogido, corrió a su auto y regresó con agua y comida. «Estaba muy maltrecha», recordó, la indignación mezclándose con la compasión en su voz. «Es horrible que alguien pueda hacerle esto a un perro. Tenía cortes por todo el cuerpo y estaba tan demacrada que estaba a punto de morir. Los foxhounds siempre son maltratados, pero este fue un nuevo nivel de bajeza».
(Cortesía de William Green)
A pesar de su estado crítico, Lucy demostró que su espíritu era inquebrantable. Con las pocas fuerzas que le quedaban, movió su cola y se acercó al Sr. Green, como si supiera que ese extraño era su boleto a una nueva vida.
El Sr. Green no perdió tiempo. Una llamada a su esposa Gabrielle, enfermera de profesión, y la decisión estaba tomada: Lucy necesitaba atención veterinaria urgente. Lo que descubrieron fue desgarrador: con apenas 19 libras de peso, la pequeña luchadora padecía de gusanos del corazón, enfermedad de las garrapatas, y su cuerpo estaba cubierto de contusiones y cortes. A sus 4 o 5 años, Lucy ya había vivido varias vidas de sufrimiento.
Pero aquí es donde la historia da un giro luminoso. El Sr. Green y su mujer, autodenominados «amantes de los animales», no solo decidieron pagar por el tratamiento de Lucy; fueron más allá y la adoptaron. «Fue increíble poder ayudar a una chica tan dulce», compartió el Sr. Green, la emoción evidente en su voz.
La recuperación de Lucy no fue fácil. Meses de tratamientos, medicamentos que la mantenían tranquila, y cuidados constantes. Pero tenía algo que antes le faltaba: una familia que la amaba incondicionalmente. Y no solo eso, también ganó un hermano protector en Cokie, quien, según el Sr. Green, «parece que quiere protegerla las 24 horas del día. ¡Es absolutamente un encanto y ahora es la mejor amiga de Lucy!».
Hoy, Lucy es irreconocible, y no solo porque ha duplicado su peso a más de 40 libras. Sus ojos brillan, su cola no deja de moverse, y saluda con entusiasmo a cada miembro de la familia. Vive con los suegros del Sr. Green, rodeada de amor y cuidados.
La transformación de Lucy es un testimonio vivo de lo que el amor y la compasión pueden lograr. El Sr. Green, conmovido por su propia experiencia, hace un llamado a la acción: «Hay millones de animales maltratados y sin hogar ahí fuera. Sea un buen ser humano y vaya a rescatar uno hoy mismo. Con un poco de paciencia, cambiarán su vida para bien en todos los sentidos».
(Cortesía de William Green)
La historia de Lucy nos recuerda que, incluso en los momentos más oscuros, siempre hay una luz al final del túnel. A veces, esa luz viene en forma de un perro que decide desviarse del camino, un músico con un gran corazón, o una familia dispuesta a abrir sus puertas al más necesitado.
Y tú, querido lector, ¿estás listo para ser la luz en la vida de algún animalito que lo necesita? Porque como Lucy nos ha enseñado, el amor tiene el poder de transformar incluso las historias más tristes en cuentos con finales felices.
Mira qué feliz es ahora:
(Cortesía de William Green)
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