Una ardilla se convirtió en la fiel amiga de un joyero que la rescató. Ahora, el agradecido roedor no se separa de su rescatista ni un momento y se ha convertido en quien custodia no solo el negocio sino la caja registradora de su joyería. Después de todo, “un leal amigo siempre cuida de los intereses del otro”.
Memocan, la joven ardilla y sus dos hermanas estaban heridas en su nido cuando fueron halladas por Mehmet Yuksel el dueño de una joyería que las cuidó, las curó y las alimentó. Los huérfanos roedores estaban a punto de morir, su madre no estaba con ellos y necesitaban alimentarse. El joyero dedicó mucho tiempo a su cuidado, porque las ardillas eran tan pequeñas que debían tomar leche para bebés con biberón, según Haber Turk.
Dos de las hermanas ardillas se recuperaron rápidamente y fueron liberadas a su hábitat natural, pero la herida de Memocan aún requería de tratamiento y debió quedarse más tiempo con Yuksel.
“[Con Memocan] tuvimos que extenderlo de 1 a 2 meses más porque estaba demasiado apegada a nosotros debido a una lesión en el pie. Pero su verdadero hogar debería ser la naturaleza”, explicó el joyero.
(Cortesía: Yüksel Huzur Çifliği Mehmet)
La ardilla se volvió la amiga inseparable del joyero, que la mantuvo en su negocio para poder cuidarla. Fue entonces que Memocan se convirtió en los ojos vigilantes del negocio y sobre todo de la caja registradora.
Cuando alguien intenta sacar el dinero, los ataca con sus pequeñas garras e intenta morderlos. Pero cuando Yuksel toma dinero, ella se lo permite y lo mira con ternura.
«Él siente que el dinero es importante y valioso. Yo vi esto. Saco [a Menocnan] de la caja registradora porque los trabajadores no pueden usarla. Él interviene y hasta hizo sangrar sus dedos«, dijo Yuksel.
(Cortesía: Yüksel Huzur Çifliği Mehmet)
En otras imágenes, se puede observar que la ardillita hasta almuerza junto al joyero, quien le permite tomar la comida de su propio plato y hasta agua de su vaso.
(Cortesía: Yüksel Huzur Çifliği Mehmet)
Al parecer, la encantadora ardilla tiene fascinación por las cerezas y en un video se la observa tomando la fruta, de un enorme plato y llevándosela directamente a la caja con dinero.
(Cortesía: Yüksel Huzur Çifliği Mehmet)
Pero nadie puede negar que las ardillas son los roedores más bellos de la naturaleza, sus pequeños ojos vigilantes y su dulce rostro causan ternura.
Yuksel, que tiene una granja de 160 m² para animales heridos y abandonados donde «ha plantado miles de nogales y almendros” para liberar a las ardillas allí, es un respetuoso de la vida salvaje que liberará a Memocan ni bien se recupere.
El joyero sostuvo que al ver el comportamiento de Memocan, supo que estos animales también pueden demostrar agradecimiento por quien lo rescató.
“Este pequeño animal tiene fuertes sentimientos. No puede hablar, pero siente», aseguró el comerciante.
Con información de Reuters.
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