Los arqueólogos desenterraron un antiguo y valioso hallazgo durante las excavaciones de Jerusalén en octubre, cuando descubrieron un jarrón (una pequeña vasija de cerámica) que contenía un tesoro escondido: cuatro monedas de oro de 1000 años de antigüedad.
El extraordinario hallazgo, anunciado por la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA), formaba parte del plan de la Corporación de Desarrollo del Barrio Judío para hacer más accesible la Plaza del Muro Occidental a los visitantes procedentes del Quarter.
Sin embargo, el verdadero significado del jarrón recuperado no se reconoció inmediatamente.
La inspectora de la IAA, Yevgenia Kapil, desenterró el jarrón durante la excavación preliminar del lugar, pero cuando el director de la excavación, David Gellman, examinó los hallazgos, algunas semanas después, vació su contenido, revelando el tesoro escondido en su interior.
«Para mi gran sorpresa», dice Gellman, «junto con la tierra, cuatro brillantes monedas de oro cayeron en mi mano. Es la primera vez en mi carrera de arqueólogo que descubro oro, y es tremendamente emocionante».
Las monedas, que datan del período Islámico Temprano, están hechas de oro puro, y se cree que datan de entre 940 y 970, lo que significa que tienen más de 1000 años de antigüedad.
El investigador de la IAA, el Dr. Robert Kool, explicó:
«Las monedas estaban en excelente estado de conservación y se podían identificar inmediatamente incluso sin limpiarlas. Las monedas datan de un período relativamente breve, desde finales de la década de 940 hasta la de 970. Fue una época de cambios políticos radicales, cuando el control de Eretz Israel pasó del califato suní abasí, cuya capital era Bagdad, Irak, a manos de sus rivales chiítas —la dinastía fatimí del norte de África, que conquistaron Egipto, Siria y Eretz Israel en esos años».
El Dr. Kool observó que el perfil de las monedas reflejaba casi perfectamente los eventos históricos. Dos dinares de oro se acuñaron en Ramla durante el gobierno del Califa al-Muti‛ (946-974 CE). Las otras dos monedas de oro fueron acuñadas en El Cairo por los gobernantes fatimíes al-Mu’izz (953-975 d.C.) y su sucesor, al-Aziz (975-996 d.C.).
Es la primera vez en cincuenta años que se descubre un alijo de oro del periodo fatimí en la Ciudad Vieja de Jerusalén.
El dinero, cuatro dinares, era una suma considerable para la mayoría de la población de la época. Era igual al salario mensual de un funcionario menor, o a cuatro meses de salario de un trabajador común. Para muchos, los tiempos eran extremadamente difíciles.
El Dr. Kool señaló que para algunos, sin embargo, había grandes riquezas por hacer.
Según el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, el Dr. Kool explicó, «Un alto funcionario del tesoro podría ganar 7000 dinares de oro al mes, y también recibir ingresos adicionales de sus fincas rurales que ascienden a cientos de miles de dinares de oro al año».
Puede que nunca se sepa quién era el propietario original de las monedas, pero sin duda las monedas son más valiosas hoy en día por su antigüedad.
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