Jan solía tenerle miedo a las alturas. Recuerda que le temblaban las manos mientras se balanceaba en un edificio de 9 pisos, pintando sus murales ilusionistas a gran escala, empuñando nerviosamente latas de aerosol llenas de pintura.
El artista del grafiti Jan Heinsbroek, de Utrecht, Países Bajos, transformó en 2016 ese apartamento en lo que podría pasar por un estante de cubos propiedad del gigante de «Jack y las habichuelas». En el interior de cada «pequeño» rincón pintó un surtido de objetos extraños e interesantes, hermoso a la vista. Este mural en 3D en el lateral del edificio animó el ambiente de un barrio que, de otro modo, se vería aburrido.
En las cajas había un oso de peluche, un busto romano, piezas de cerámica asiática, pájaros de cristal, un marco de fotos y una rana cantando y tocando el banjo, representado con tal ilusionismo que, al retroceder 30 metros, ese apartamento monótono y completamente mundano cobraba vida mágicamente con colores tridimensionales.
En el pasado, un proyecto como este, un complejo de apartamentos de 5 plantas en Rusia en 2021, le habría puesto los pelos de punta. Pero ahora no tiene problema.
El principal desafío para su estantería de tamaño gigante fue la representación del laberinto preverbal del alfabeto eslavo y, por supuesto, no menos importante, lograr que los residentes estuvieran de acuerdo con el proyecto, para no irritar a nadie.
Pero él sabía que el mural tendría una buena acogida en ese barrio de estilo soviético, sombrío y sin color, del suroeste de Rusia.
«La mayoría de las veces son zonas en las que a la gente le viene bien un poco de color extra», dijo Jan a The Epoch Times. «Solo hace falta una buena pared y buena gente».
Al saber que allí vivía la gente, quiso añadir algo al vecindario, y dijo que lo mejor fue «hacer que la gente participara en la pintura o en el proyecto».
Así que, tras contactar a las personas de los comercios locales, el propietario de un negocio accedió a solicitarle a los vecinos los títulos de sus libros favoritos y a repartir folletos sobre el proyecto del mural.
En poco tiempo, un grupo de residentes colaboró con Jan. «Empezaron a involucrarse más hablando entre ellos y conociéndose», dijo al periódico. «Este concepto fue también una forma de relacionarse con la gente a través de los libros. (…) Puede ser que el vecino, al que uno no conoce, ame los propios libros».
El artista añadió: «De este modo, uno tiene más en común de lo que pensaba».
A continuación, Jan volvió a subirse al andamio mecánico para dar forma a los libros: partiendo de bloques de color muy generales, sombreando luego en tonos claros y oscuros, y terminando los detalles finos, como los títulos de los libros en letra dorada o de color, las cubiertas de los libros coloridas o rústicas, una estatuilla de un mini castillo y, para darle un toque eslavo, una muñeca matrioska (inspirada en una de las tías mayores que llevan chal).
En este mural en particular, terminado en otoño de 2021 en la pequeña ciudad de Solnechnodol’sk, Jan no se detuvo hasta que estuvo totalmente conforme con su trabajo y, por tanto, orgulloso de él.
Un edificio totalmente aburrido y monótono se transformó en algo mágico e inolvidable, como el atrezzo de uno de los cuentos de Grimm.
«Las mejores», dijo Jan, hablando de sus obras, «son las que parecen realistas y tienen muchas historias». Creemos que los habitantes de Solnechnodol’sk estarían de acuerdo en que éste cumple con los requisitos.
Y añadió: «Esto hace que la gente se sienta orgullosa porque es su propia historia».
Aquí hay otras impresionantes obras de Jan, conocido como JanIsDeMan en Instagram:
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.