Luego de permanecer varada en el río Sena durante una semana, una ballena beluga tuvo que ser sacrificada en un mega rescate que le daría la oportunidad de regresar a su hábitat.
Una ballena beluga, cuya bella especie está clasificada en peligro de extinción, fue vista la semana pasada en el río Sena, en dirección al sur de París.
Sin duda «es desconcertante», dijo a NBC News Emmanuel Pasco-Viel, coordinador de operaciones en la prefectura de l’Eure de Normandía. La ballena fue rastreada con un helicóptero y drones hasta encontrar la mejor manera de regresarla al mar.
Lamya Essemlali, directora de Sea Shepherd Conservation Society, una de las personas involucradas en una operación de rescate que se puso en marcha, dijo que la beluga macho estaba «extremadamente flaco» y corría el peligro de morir.
Pero a pesar del panorama poco favorable, un equipo de alrededor de 100 personas realizó un mega operativo la madrugada del miércoles para sacar a la ballena del río.
Sin embargo, la beluga tuvo «dificultades de respiración» y su estado de salud era realmente malo hasta el punto en que tuvo que ser sacrificada, dijo Essone Florence Ollivet-Courtois, veterinaria de los bomberos del Essone, en un mensaje distribuido por la Prefectura de Calvados.
«El sufrimiento de este animal era evidente», agregó.
Video cortesía de Sea Shepherd, a través de Reuters
Al llegar a las aguas del Sena la capacidad muscular y de respiración de la beluga estaban mermadas, así que la veterinaria explicó que lo más probable era que no sobreviviría en las calientes y contaminadas aguas del Sena. Además, nunca llegó a alimentarse con el pescado fresco con el que trataron de atraerla a la desembocadura del río.
«Su condición muscular era insuficiente» para que sobreviviese en el mar, explicó. Mientras recorría los 160 kilómetros que le separaban de la costa, el animal estuvo todo el tiempo acompañado por dos veterinarios dentro del camión frigorífico que le transportaba.
La ballena sería trasladada a Ouistreham, en la costa de Normandía, donde estaría tres días en un estanque de agua marina antes de ser liberada en alta mar.
«Con el corazón en un puño, anunciamos que la beluga no sobrevivió a un desplazamiento arriesgado, aunque indispensable para dar una oportunidad a un animal ya condenado», escribió en redes sociales la ONG en favor de la naturaleza Sea Shepherd.
Las ballenas beluga habitualmente se encuentran en las frías y saladas aguas de las costas árticas, aunque también están presentes en regiones subárticas. Las aguas del Sena no eran el mejor lugar para la ballena, de la que se cree que posiblemente llegó hasta ahí debido al exceso de contaminación sonora que las desorienta.
Suelen vivir en grupos pequeños, son sociales y muy activas para comunicarse en lenguaje variopinto de chasquidos, silbidos y repiqueteos, de acuerdo a National Geographic. Además, tienen la habilidad de imitar diversos sonidos.
El trabajo de rescate costó varios miles de euros, además de las numerosas donaciones de ciudadanos para la operación, el camión y la paja utilizada que ofrecieron varios vecinos.
El pasado mes de mayo, una orca entró en el Sena donde estuvo varios días, pero murió de cansancio y falta de alimentación antes de que pudiera ser rescatada.
Con información de Efe.
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