Una chimpancé preñada de un zoológico suizo adoptó al bebé de su hermana enferma y cuidó a la vulnerable cría bajo la atenta mirada de los cuidadores del zoológico, incluso después que nació su propio bebé.
El 13 de octubre, el zoológico de Basilea, una organización sin ánimo de lucro de la ciudad de Basilea, Suiza, compartió en Facebook las conmovedoras imágenes de la madre adoptiva con sus dos pequeños.
«La hembra chimpancé Kitoko está cuidando a dos crías al mismo tiempo», explicó el zoológico en otro posteo. «Adoptó al hijo de su hermana, Fifí, que no pudo hacerse cargo de su recién nacido por motivos de salud».
Las conmovedoras fotografías muestran a Kitoko con su bebé, Sabaki, y su sobrina, Sangala, abrazados, jugando y amamantando juntos.
Sangala, un bebé sano, nació el 26 de junio de Fifi, de 28 años. Todo parecía ir bien hasta que Fifi se desprendió de otros miembros del grupo de chimpancés «inusualmente pronto», explicó el zoológico en un comunicado de prensa. En la naturaleza, cuando una madre está enferma o moribunda, lo más probable es que se aparte del grupo y se lleve a su bebé con ella.
Fifi siguió amamantando a Sangala hasta que, dos semanas después de dar a luz, se debilitó y desarrolló una cojera en las patas traseras. Los veterinarios la llevaron a cuidados intensivos, pero estaban desconcertados al no encontrar ninguna causa de sus síntomas.
Por su parte, Kitoko, la hermana de Fifi, se hizo cargo de Sangala y la cuidó como si fuera su propia hija. Incluso cuando su propio bebé, Sabaki, nació a finales de julio, Kitoko seguía cuidando a Sangala, y parecía ignorar a Sabaki inicialmente. Animada por el grupo y por el padre de Sabaki, Kume, de 18 años, Kitoko retomó el cuidado principal de su propio bebé y del de su hermana al mismo tiempo.
Gracias a los recursos disponibles en el zoológico de Basilea, la orgullosa madre ha criado con éxito a sus dos crías desde entonces.
Los chimpancés, aseguró el zoológico, dependen de sus madres durante los primeros seis años de su vida.
La pérdida prematura de la madre puede reducir radicalmente la probabilidad de supervivencia de una cría de chimpancé, a menos que otros miembros del grupo tomen el relevo. Las adopciones por parte de las tías maternas de las madres fallecidas son las que más tienen éxito.
En el momento de escribir este artículo, los veterinarios del zoológico de Basilea, siguen trabajando conjuntamente con ginecólogos y cardiólogos, para establecer un diagnóstico para Fifi, que está mejorando pero sigue cojeando de las patas traseras.
En el caso de los primos Sangala y Sabaki, de meses de edad, siguen creciendo al cuidado de Kitoko. «Ambos se encuentran bien y se desarrollan con normalidad», afirmó el zoológico.
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