Algunos dirán que son solo pollos, pero Leo, de un año de edad, adora a sus esponjosos amigos. Cuando los abraza, está claro que adora a las pequeñas criaturas, que parecen muy contentas en sus pequeños y regordetes brazos.
«Para ella», dice su madre Soli, «es un amigo y una forma de expresar todo el amor que tiene para compartir».
La joven familia, que vive en un pequeño pueblo de Granite Falls, Washington, compró una caja de pollitos en una tienda de animales hace varios meses. Para la bebé Leo, fue amor a primera vista. Soli nació y creció en México, y más tarde se trasladó a Washington, donde vivía su marido, David. El amor de la pareja por la naturaleza les llevó a montar una microgranja cerca de las montañas.
«Intento criar a mis hijos cerca de la naturaleza. Intento guiarlos hacia la bondad y el amor», dijo Soli.
Criar a los niños cerca de la naturaleza:
(Cortesía de Soli)
Cuando la familia salía de la tienda de animales, la señora que les entregó la caja les dijo que no dejaran que Leo tocara los pollitos porque «‘es demasiado pequeña para ser amable'», recuerda Soli. Sin embargo, al saber que los pollitos eran suyos, el viaje de vuelta a casa estuvo lleno de alegría.
Al principio, Soli y David se aseguraron de estar siempre presentes cuando Leo y sus hijos mayores, Sebastián y Lucía, estaban cerca de los pollitos. Sin embargo, pronto se hizo evidente que la pequeña Leo estaba encantada, rebosante de ternura, y sin duda no causaría ningún daño.
«Siempre fue muy gentil con ellos y les dio todo su amor», dijo Soli. «Pude ver la alegría en sus ojos cuando se dio cuenta de que esos pollitos la necesitaban y empezó a cuidarlos».
Soli dice que las gallinas son la «terapia de la felicidad» de Leo, y que nunca dejan de levantarle el ánimo.
«Algunos días, cuando Leo tiene momentos difíciles, salimos a pasar tiempo con sus gallinas y luego vuelve a casa con una gran sonrisa», dice la orgullosa madre.
El amor parece ser mutuo, ya que las gallinas a menudo duermen la siesta en los brazos de Leo mientras ella les arrulla. También disfrutan de las golosinas que les trae, guardándoles los trozos de fruta que les sobran. Todos los días, Leo alimenta a sus mascotas con tanto entusiasmo y emoción, que han aprendido a comer de su mano.
«Con los ojos brillantes, ella hace el sonido de una gallina; así es como los llama», dijo Soli.
Es una imagen adorable que obviamente ha conmovido a muchos en la cuenta de Instagram de Soli.
«La gente reaccionó porque este es un momento de puro amor, compasión y bondad», dijo Soli. «Leo es una bebé tan feliz. Le encanta la música y los abrazos; bailar y los helados. Le encanta la naturaleza y cualquier animal que vea».
Para la familia, lo más importante es guiar a los niños para que se comporten con amabilidad.
«La bondad y la compasión crean felicidad para nuestra alma. El amor es lo más importante. Criemos a niños que sepan disfrutar de los momentos más pequeños y sencillos de la vida», dijo la madre.
Vea el video a continuación:
(Cortesía de Soli)
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